Estaba saliendo del hostal en el que reserve una habitación la noche que sucedió el incidente entre Mikuo y ______, había ido a recoger mis cosas para volver al hotel que habíamos reservado desde un principio, ______ estaba en tiempo de reposo y yo quería estar junto a ella para cuidarla.
Aún no la perdonaba por completo por casi haber permitido que ese idiota la besara, porque hay que ser sinceros, y en verdad me decepcionó, nunca me lo habría imaginado de ella, enserio confiaba ciegamente en ella y ver esa escena me hizo dudar de mi confianza, pero eso no significa que la vaya a dejar sola luego de la situación tan traumatizante que pasó la noche anterior.
Ya había entrado al hotel, me acerqué al ascensor y presione el botón que indicaba el piso en el que se hospedaban todos mis amigos, espere unos 10 segundos en los que se demoraba en subir, al abrirse las puertas camine directo a la habitación número #112 y al estar en frente de esta, simplemente empuje suavemente para lograr entrar junto a mis maletas, esta era la habitación que se supone que compartiría desde un principio con ______, así que ella debería estar reposando en la habitación, decidí ir a verla así que dejé mis maletas en la sala de estar y camine a paso decidido hacía la habitación, la puerta estaba entre abierta, estaba por abrirla por completo cuando escucho voces provenientes desde dentro.
-Vamos ______, sabes que me prefieres a mi antes que a él, y esto puede demostrarlo-me asomé sigilosamente por el espacio libre que dejaba la puerta para poder ver lo que sucedía dentro, ______ estaba sentada mientras las mantas de la cama la cubrían hasta la cintura, por otro lado estaba Mikuo acariciándole la pierna mientras cada vez se acercaba más a ella, ¡la iba a besar!, ¿enserio ella permitiría que este idiota la besara? según ella, me amaba...
No permitiría que ella me viera como un idiota, empuje bruscamente la puerta llamando la atención de los dos ocupantes de la habitación, _______ me miró sobresaltada, seguramente por el susto gracias a que abrí la puerta tan fuerte, mientras que Mikuo solo tenia una sonrisa arrogante en su cara.
-Len, esto no es lo que...-la interrumpí antes de que pudiera terminar su oración, esto ya estaba pasando por segunda vez, así que obviamente era lo que parecía.
-Mikuo, ______-los mire a ambos con mi semblante completamente serio, ellos se mantenían expectantes.-Espero que sean felices juntos, obviamente yo soy el que sobra aquí.-dí media vuelta, ______ me llamaba, pero ya había tomado mi decisión. Yo no estaba para sus juegos, por más que la amara.
Sentí pasos a mis espaldas, unos segundos después unas pequeñas y finas manos se posaron en mi hombro izquierdo.-Len, por favor escúchame, no es lo que parece- ______ me miraba suplicante, sus ojos me hipnotizaban, me perdía en su iris, no sabia cuanto tiempo estuve mirándola, pero solo perderme en sus ojos me hacían dudar de la decisión precipitada que estaba tomando. La mire durante unos segundos, estaba a punto de decirle que no e irme de ahí, pero sus ojos comenzaron a empañarse, y ese sentimiento de que algo estaba haciendo mal creció dentro de mi.-Esta bien, te escucharé.- esas simples palabras salieron de mi boca y su semblante se suavizo, me guió hasta un pequeño sillón para tres que había en la sala de estar e hizo que me sentar a su lado.
-No tomes esa decisión tan drástica antes de escuchar mi versión de lo que estaba ocurriendo-sus ojos me demostraban desespero, el nerviosismo se reflejaba en su pierna derecha que subía y bajaba frenéticamente, apoye mi mano en ella para que se diera cuenta de que se podía tranquilizar, la mire y su respiración se relajó, luego comenzó a hablar- Las cosas no son como tu las ves, Len, lo que en realidad estaba pasando era que en lo que yo te esperaba, Mikuo se metió en la habitación haciéndome creer desde un principio que eras tú, al darme cuenta de que no era así, intente correrlo del departamento, pero no me hizo caso, y luego pasó lo que tu viste, yo iba a alejarlo cuando tu entraste a la habitación, ¡yo te amo a ti!, él no me interesa en lo absoluto, que el insista en acosarme no es culpa mía.-mientras me relataba los hechos, las lagrimas en sus ojos amenazaban en salir, todo parecía autentico, le creía, joder, ¡le creía!.
Mikuo estaba apoyado en la pared de la habitación, mirando todo con rabia, le enojaba saber que ella me prefería mil veces a mi que a él, y que lo admitiera en sus narices, mientras pedía mi perdón. El peli-turquesa salió del departamento tratando de llamar la atención golpeando fuertemente la puerta, cosa que falló completamente porque la mirada de ______ seguía fija en mi, suplicante de una respuesta. La mire durante unos segundos, para luego posar mis manos en cada una de sus mejillas y acercarla lentamente a mi, para segundos luego juntar mis labios desesperados por el roce de los suyos, al sentirlos pegados a los míos, una corriente fría me sacudió de pies a cabeza, solo ella era capaz de causarme eso, nuestro beso quería intensificarse y estaba por pasar cuando abrieron repentinamente la puerta.
-¡Hola!- Miku y Rin entraron sonrientes, pero sus mejillas se tornaron carmesí al ver la situación que acababan de interrumpir.-Perdón...¿interrumpimos algo?, si quieren podemos volver des...
-No, esta todo bien, yo debo ir a desempacar de todas formas-Me levante nervioso y caminé sin hacer contacto visual con ninguna de las chicas que se encontraban en la habitación ahora mismo, para que así no pudieran notar mi cara, que en esos momentos era un completo tomate.
Agarre mis maletas y camine a paso acelerado hacia la habitación que compartiría con ______, lancé mi maleta a la cama y cerré la puerta en un 2 por 3, para así dejar caer todo mi peso en la cómoda cama de hotel, y sin darme cuenta, unos minutos después, ya no estaba consciente de lo que sucedía a mi alrededor.
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El chico popular y la chica emo (Len y Tu) (EN EDICIÓN)
Fanfiction¿Qué pasaría si llegara algo que revolucionaría tu vida?, ¿si el chico que siempre te ha gustado llegará y te pidiera salir?, ¿y si simplemente juega contigo?...o si...se enamorará en el intento.