20. La Fiesta

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   Ya eran las 8 de la noche y yo ya estaba listo para salir. Ya tenía puesta mi camisa blanca y mi corbata morada. Bajé a la sala y me puse mi saco, guarde la caja con la orquídea en mi bolsillo, me despedí de mis padres y salí para la casa de Jennifer. Cuando llegue a su casa, toqué la puerta y el señor Javier me hizo pasar. Me senté en el amplio sillón verde y esperé a que mi enamorada baje. – Estoy tan feliz que seas la pareja de mi hija, Joaquín.¿Por qué, señor?Me dices por qué. Tú le has entregado todo tu amor a mi hija, la sabes respetar y eso me hace muy feliz. Eres un buen chico, Joaquín. Gracias por querer tanto a mi hija.Yo también tengo que agradecerle, señor, por permitirme estar al lado de Jennifer. – De pronto, sentí que Jennifer bajaba las escaleras y me puse de pie para recibir a mi enamorada. – Hola, Joaquín.Hola... Jennifer. – Jennifer llevaba puesto un vestido morado largo con falda acampanada y corcel recto con aplicaciones bordadas. Además, llevaba unos guantes morados de seda hasta el codo. Me acerqué a ella para darle un beso, pero ella me esquivó sonriendo. – Mi papá nos está mirando.Descuida, hija. No me molesta que se besen delante de mí.Ay, papá. – Jennifer me miró a los ojos y me besó. Saqué de mi bolsillo la pequeña caja con la orquídea y se la puse en la muñeca. – Gracias por acompañarme en este día.De nada, amor.Bueno, ¿nos vamos ya?Claro que si, papá. – Salimos de la casa y abordamos el auto del señor Joaquín. Todo el camino estuvimos conversando acerca de qué haríamos en las vacaciones y le dije que aún no tenía nada planeado.

   Llegamos al local y los amigos de Jennifer estaban allí esperándola. – Hola, Jennifer. Te ves hermosa.Hola, Sofía. Gracias, amiga. Tú también te ves divina. Bueno... Creo que ya debemos entrar. – Entramos a la enorme sala principal y nos sentamos alrededor de las mesas. Luego, empezó la ceremonia y continuó con el baile. Nos pusimos de pie, tomé a Jennifer de la mano y la lleve a la pista de baile. La tome por la cintura y empezamos a danzar. – Nunca pensé que este día sería tan mágico.Mientras tú estés conmigo, mis días siempre serán mágicos.Te amo, Joaquín. – Era la primera vez que Jennifer me decía que me amaba. Siempre me había dicho que me quería, pero esta era la primera vez que me decía que me amaba. – Te amo, Jennifer. – Seguimos bailando y de rato en rato Jennifer jugaba con mi cabello o yo le acariciaba la espalda. Terminamos de bailar la coreografía que habíamos ensayado y retornamos a nuestros asientos.

   Estuve cerca de 15 minutos sentado y después me fui al patio que había en la parte posterior. Me senté en el pasto y saqué mi celular. Quería hablar con José o Diego acerca de lo que estaba sucediendo, pero alguien me tapó los ojos. – ¿Qué haces, Joaquín? – Acerqué mis manos a mi cara y sentí una textura sedosa. – ¿Jennifer? – Jennifer me destapó los ojos y me llevó de la mano hasta unos asientos de madera. – ¿Estás bien, Joaquín? Te noto extraño.No es nada. Sólo estaba pensando.¿En qué, amor?En lo feliz que soy a tu lado.Eres muy tierno, Joaquín. Yo también soy muy feliz a tu lado. Te amo, mi vida. – Jennifer me rodeo el cuello con sus brazos y me dio un cálido beso. – ¿Te estás divirtiendo?Mientras este junto a ti, siempre la pasaré bien, Jennifer.Espero que te diviertas mañana en tu fiesta de promoción.Claro que sí, amor. – Jennifer se acercó a mí y me volvió a besar. Luego, me tomó de la mano y fuimos a la sala principal para bailar.

   Recuerdo casi todas las canciones que bailamos, pero la que no voy a olvidar fue "Te voy a amar" de Axel. Estábamos conversando cuando Sofía, la amiga de Jennifer, se paró y se acercó donde el D.J. Cuando regresó, ella felicitó a Jennifer y a mí por nuestro aniversario de cinco meses. – No saben cuan feliz estoy por ustedes dos. Hacen una linda pareja.Gracias, Sofi. Eres una gran amiga.Bueno, les he preparado una pequeña sorpresita. – Sofía y su enamorado se pusieron de pie, y nos llevaron de la mano a la pista de baile. Cuando estuvimos allí, Sofía le hizo una señal al D.J. y este puso la canción. – Joaquín, ¿recuerdas esta canción?Cómo olvidarla. Estaba escuchando esta canción cuando te pregunte si querías ser mi enamorada.Te amo mucho, mi vida.Y yo a ti, mi amor. – Como era de esperarse, todos los amigos de Jennifer comenzaron a decir a coro "beso, beso". – ¿Me regalas un beso, amor?Claro que sí, Jennifer. – La rodeé por la cintura y le di un beso. Luego, Jennifer se apoyó sobre mi pecho y seguimos bailando.

   Por un momento olvidé qué hora era y si el señor Javier no me llamaba a mi celular, hubiéramos salido más tarde. Creo que salimos del local a las 3 de la madrugada.

Cartas de un joven enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora