Cartas de un joven enamorado

23. La Realidad

   Oigo el sonido de unas llaves y el de la puerta cerrándose. Después, unos pasos comienzan a recorrer los ambientes. Perecen que buscan algo. – ¿Mi amor? ¿Estás allí? ¿Joaquín? – Miro a los costados. Estoy sentado en mi cama, en mi cuarto, en mi casa. En la pared hay un calendario y es del año 2018. Todo me parece extraño. Miro mis manos y veo la foto que estoy sosteniendo: Es la primera foto que me tomé el primer día de clases del quinto año de secundaria. La puerta se abre y una mujer se acerca a mí. – Aquí estabas, mi amor. ¿Cómo estás? – Hola. Estoy bien. – Joaquín, ¿por qué están todas estas fotos tiradas? – Estaba buscando una casaca en el armario y encontré esa caja. – Miro el suelo y veo las distintas fotos que están regadas. – Ay, mi amor. Ven, ayúdame a recogerlas. – Me levanto de la cama y ayudo a mi novia a levantar las fotos, las meto en la caja y la guardo dentro del armario. Luego, me toma de la mano, me rodea por el cuello con sus brazos y me da un cálido beso. – Veo que ya tienes todo preparado para esta noche. – Miro mi reloj y recién son las 6:30. – ¿Qué tal te fue en el trabajo? – Muy bien, todos mis compañeros me hicieron una pequeña reunión. – Que bueno, mi amor. – Me encantaron tus flores. Mandé a que las pongan en un jarrón y está en el escritorio de mi oficina. No sabes cuan feliz me siento de estar a tu lado, Joaquín. – Bueno, amor. Aquí te tengo otro regalo. – Me acerco a mi cama y le entrego su regalo. Ella lo abre y mira el bolso de cuero. – Amor. ¿Cómo recordaste el bolso que me gustaba? – Como olvidarlo. Ese día que pasamos por la tienda no dejabas de mirarlo. Así que decidí dártelo como obsequio de cumpleaños. – Gracias, mi amor. – Tomé a mi novia por la cintura y la llevé a la sala.

   De pronto, algunas amistades comenzaron a llegar y empezamos a conversar. Pongo la música que tenía preparada para esta ocasión y con la ayuda de Yazmín, paso los cubiertos y la comida. Creo que todos están disfrutando del "Ají de Gallina". – Joaquín, mi amor, ¿puedes venir al cuarto un rato? – Claro que sí. – Voy por el pasadizo y abro la puerta de mi habitación. Mi novia está sentada en la cama – Ven, siéntate a mi lado. – ¿Qué pasa, mi amor? – ¿Por qué te has molestado en preparar todo esto para mí? – No es ninguna molestia, amor. Desde el primer día que iniciamos nuestra relación he hecho muchas cosas por ti, y las he hecho porque te amo y siempre te amaré. Nada ni nadie podrá cambiar eso. Así discutamos o tengamos problemas, siempre te voy a amar y estoy muy feliz de poder decírtelo y demostrártelo diariamente. – Gracias, mi amor. Te amo, Joaquín Martínez. – Feliz cumpleaños, Natalia Paredes.

~ FIN ~