My only problem. - Joe trouble

Disfrutar

Después de pagar la cuenta, todos caminamos a la casa de nuevo. Pepe y yo fuimos todo el camino abrazados, el de mis hombros y yo de su cintura. Adelante de nosotros, iban los demás discutiendo sobre algo que no nos importó a nosotros. Platicábamos sobre lo que había pasado allá en el restaurante. Me encantaba cómo él y yo hablábamos como enamorados, pero reíamos como mejores amigos.

-Y, ¿Ustedes qué dicen, tórtolos? - el comentario de Strecci nos hizo salir de nuestra burbuja.

-¿Sobre qué?

-Estamos decidiendo qué hacer esta noche. Y nos quedamos entre una fiesta y regresar a la casa un rato. - dice yayo

-Mmm... - Pepe me miro, e inmediatamente comprendió. - Hay que quedarnos en casa. ¿Tenemos piscina, no es así?

-Aaaa, cierto. En casa entonces.

Llegamos a esta y, en un pequeño patio, encontramos la piscina cubierta por una lona azul marino. Mientras las chicas nos cambiábamos, los hombres se dedicaron a resolver el enigma sobre cómo llenarla y hacerla funcionar.

Me mire en el espejo. Ese bañador tinto me quedaba mejor de lo que creía. Aun así, me decidí por ponerme una playera color menta, un poco larga encima de este. Baje las escaleras en sandalias. La música sonaba de fondo, mientras Yayo pedía por teléfono una pizza y los otros sacaban las cervezas del refrigerador. Se sentaron en la mesa que estaba fuera de la alberca, comiendo botana, bebiendo cerveza y riendo como siempre.

Seguí caminando hasta que me encontré con Pepe, el llevaba una camisa gris, y unos shorts negro con blanco.

-Ah, aquí estás... - paro y me escaneo de pies a cabeza. - Wow. Te ves... Preciosa. - Sonreí mientras inconscientemente, mis mejillas se tornaron un rojo claro. - Y mas con esa sonrisa que tanto me encanta. - Tomo mi barbilla, plantó un pequeño beso en mis labios y luego, tomándome de la mano, me guío hacia afuera donde jaló una silla para mí. Como todo un caballero.

Todos nos sentamos un rato, la platica fluyó por unos cuarenta y algo minutos, y luego llegó la pizza. Yayo ordena dos cajas, para que si alcanzará para todos. Todos cenábamos, pero ya se hacía de noche. Entonces, Tania y Ryan decidieron meterse. A este los siguió Luis, Laura y Jux.

-¿Ustedes no se van a meter, o que? - Gritó Ryan hacia nosotros.

-Yo sí. - Me pare de mi silla y lentamente me quite la playera que traía encima. Me senté en la orilla de la piscina de reojo vi como Strecci me miraba de arriba a abajo afirmando con la cabeza. Pepe le golpeó el hombro y entonces paró. Me metí a la alberca de un brinco y me sumergí hasta el fondo de la alberca para luego volver a subir.- Faltan ustedes. - dije hacia los que restaban afuera.

-Yo creo que pasaré. - Dijo Strecci
-Si, yo igual.- Mencionó Pepe, acomodándose en la silla. Se iba a quedar ahí un programa rato.

Ya unas horas después se había echo de noche, entonces pasamos a la sala. Habían puesto música de nuevo, Yayo y Strecci discutían acerca de la canción que sonaba, Pepe, Jux y Ryan hablaban de algo que no logre escuchar y las chicas y yo hablábamos sobre los musicales, cosa que Laura odiaba. Me hice bolita con la toalla mientras nos sentábamos en el sillón. Él, tan sorprendente como siempre me miró a la distancia con una sonrisa en la boca. Su mirada me hizo estremecer. Me puse de pie y camine hacia el, que también se había levantado de su silla. Extendí los brazos para recibir un cálido abrazo. Cuando, de pronto, sonó una canción de cumbia por la habitación.

-¿Qué es esa música, wey? - le dijo Yayo a Strecci
-Es música para Bailar Yayo.

Mientras tanto, Pepe me tomo de las manos.

Oh, no. Esto está pasando.

El bailaba bastante bien, yo no tanto. Pero así pasamos la noche bailando y festejando.

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Mensaje de la autora:
Hola!
A pasado mucho (personalmente culpó a la secundaria), pero ya volví, y esperen los siguientes capítulos que regresa lo bueno.

-Pam