Antes De Que Digas Adiós

Adolescentes

Estuvimos comiendo, Ansel me estaba mirando continuamente, cosa que me intimidaba bastante, y cosa que Violetta se daba cuenta, se ponía celosa y sacaba conversación.
-Bueno ems...ahora vuelvo- dije mientras me limpiaba con la servilleta y me levantaba despacio de la silla.
+No tardes mucho- dijo mi hermana mientras miraba la cara de Violetta. Me levanté y salí del salón en donde subí las escaleras y fui un momento al baño. Salí del baño y me dirijó a mi habitación en donde en pocos segundos...
-Hey ¿Qué haces?- escuché la voz de Ansel ya que subía por las escaleras.
+¿Desde cuando te interesa mi vida?- le dije mientras abría la puerta de mi habitación y entraba.
-Me interesa desde hace tiempo- me dijo mientras yo cerraba la puerta y no me dejó cerrarla del todo ya que cojió y agarraba la puerta.
+Ems...Paso de perder el tiempo hablando con niños chiflados como tú- le dije mientras soltaba la puerta ya que sabía que iba a conseguir entrar igual.
-Tan chuflado no estoy- me dijo mientras entraba, cerraba la puerta, y se apollaba sobre ella.
+Tan chiflado que ya no es ni virgen- le dije mientras me descojonaba de risa al ver la cara que se le quedó a Ansel.
-Veo que te va bien con mi hermano- me dijo mientras se desabrochaba un botón de la camisa.
+No estoy con tu hermano- le dije mientras me dirigía a la estantería para ver mi teléfono.
-¿No?- me dijo mientras yo no le hacía ni caso.
+Ems, no- le dije cortante mientras sentí unas manos apollarse en mi cintura.
-Shai- me dijo en el oído mientras yo pasaba del tema olímpicamente.
+Oye....Que sepas que Violetta se pondrá más celosa- le dije mientras dejaba el teléfono en su sitio y me daba la vuelta para quedar frente a él.+¿Qué haces con tu vida?- le dije mirándole raro aunque me estaba poniendo roja ya que ví a a Ansel con la camisa competamente desobrada y con la corbata tirada en la cama.
-Shai, Te Quiero-me dijo mientras veía lo roja que me había puesto.
+No Ansel,no pienso caer otra vez, y menos teniendo usted novia- le dije mientras me lo intentaba quitar de encima pero Ansel me hizo retroceder haciéndome sentir el escritorio detrás mía.
-Shai sé que te gusto- me dijo mientras se apegaba más a mí haciendo que nuestros alientos se mezclasen mas de la cuenta.
+Lo siento- le dije cerca de sus labios.
-¿Qué sientes?- me dijo mientras veía como tenía ya los ojos cerrados para dar el paso. Al escuchar su respuesta, alcé mi mano y le dí una vofetada en el cachete derecho.
+Te he dicho que yo no pienso meterme en líos- dije quitándomelo de encima.
-Shai- me dijo mientras tiraba mi bolso encima de la cama cabreada y me sentaba en una esquinita de ella.
+¿Qué quieres?- le dije mientras le miraba mal.
-Lo siento- me dijo mientras se sentaba al lado mío y empezó a abrocharse la camisa.
+No lo entiendes- le dije mientras le miraba resignada.
-Ya lo se no entiendo nada- me dijo mientras se abrochaba el primer botón. Me levanté y empujé a Ansel para atrás haciéndole caer en la cama. Me miró raro pero luego sacó una de sus caras seductoras, me eché encima suya y apoyé mi cabeza en su pecho.
-Eres un capullo- le dije mientras sentía como Ansel cruzaba sus brazos entre mi cintura.
+Capullo, que te enamora- me dijo mientras me miraba fijamente a los ojos.
Suena la puerta.

-Shailene, te estamos esperando todos abajo- escuché decir a Sophie detrás de la puerta.
+Ya voy- dije poniendo los ojos en blanco. Escuché como Sophie no estaba sóla, también se escuchaba Violeta.
-¿Sábes donde puede encontrarse Ansel?- dijo Sophie mientras agarraba el manillar de la puerta pero no podía abrir porque estaba echado el pestillo.
+No lo sé- la dije mientres me levantaba y Ansel me ayudaba a poner en pie, ya que con los tacones no era muy capaz de levantarme.+Ahora bajo- la dije mientras sacudía un poco mi vestido.
Escuchamos como Sophie y Violetta se marchaban, aunque de Violetta no estaba segura.
×Debemos vernos otro día- me dijo Ansel mientras yo miraba la hora en el teléfono.
-¿Para?- le dije mientras dirigí mi mirada hacia él, en donde se estaba abrochando la camisa.
×Eres una niña, muy niñita- me dijo mientras se acercaba a mí y yo no le quitaba ojo.
-Y tu eres un payaso, muy pasasito- le dije mientras alzaba mis manos a su cuello y me acurrucaba en él.
×Creo que deberíamos irnos- me dijo mientras me separaba centímetros de él y miraba sus perfectos labios carnosos.
-No- le dije mientras me acercaba poquito a poco a sus labios, nuestros alientos se mezclaban, hasta el fin que nos aventuramos a unir esos labios que se hacían tanta falta.