La mejor resaca de mi vida

Hasta siempre

JungKook se despertó lentamente, se había echado una buena siesta, miró a su lado y vio que Seokjin seguía sobando como si no lo hubiera hecho en años, se percató del pequeño hilillo de baba que escapaba por su barbilla desde la comisura de su labio y no pudo evitar sonreír, se veía tan tierno a pesar de todo, JungKook se removió un poco y pegó sus labios a los del mayor tras limpiarle delicadamente la baba con el pulgar, Seokjin arrugó un poco la nariz pero no se despertó, cuando el menor se separó de él pudo apreciar cómo una sonrisa se dibujaba en los labios del castaño.
Se levantó de la cama y fue al baño, registró toda la habitación hasta que encontró las toallitas húmedas y se limpió, tenía de todo por todos lados, desde la saliva de Seokjin seca sobre su cuello hasta su propio semen en su estómago, salió del baño y se vistió rápidamente pero con sigilo, buscó un boli y algo de papel para dejarle una nota al mayor, no se sentía muy cómodo con ello pero sabía que era lo correcto.

"Querido hyung ;P Me encantaría poder quedarme el resto del día y el domingo también, sé que te dije que lo haría, pero había olvidado por completo toda la tarea que tengo para la universidad ToT Nunca te olvidaré, esto ha sido algo muy especial para mí, incluyo tu comida en el paquete ^ω^ , siempre tendrás un hueco en mi corazón y en mis recuerdos. Si me necesitas, aunque sea para planchar, ya sabes donde encontrarme <3"

Dobló el papel para que se pudiera quedar en pie y lo dejó sobre su lado de la cama, miró al mayor una vez más y un terrible impulso se apoderó de él, sacó su móvil para poder echarle una foto a su hyung, así le gustaba a él, dulcemente dormido con cara de ángel y una sonrisa en los labios, le besó por última vez de forma tierna para no despertarle y luego besó la notita, cogió sus cosas de la encimera de la cocina y salió de aquella casa con el menor ruido posible.
JungKook bajó las escaleras lleno de energía y paró al llegar a la puerta del edificio, hacia una tarde soleada esplendorosa y sin nada de calor, el mundo parecía tan bello, aquella ciudad ruidosa y contaminante le pareció tan hermosa, era algo extraño sin duda, comenzó a caminar con una sonrisa en los labios que nada ni nadie logró borrar ese día, ni siquiera la mierda de perro que pisó.

Mientras tanto...

Seokjin despertó estirandose lo máximo que pudo mientras una sonrisa enorme brillaba en su boca, entonces recordó que había alguien más con él y temió el haberle golpeado, pero no vio a JungKook por ningún lado, sin embargo sus manos sí que encontraron una nota, se incorporó y comenzó a leer tranquilamente.

-Cabrón -rió Seokjin

El mayor deseó indignarse, después de todo va su pequeño y lo deja con una nota como en las películas, pero no pudo, las caritas y las palabras del menor revolvían algo en su interior impidiendo que se molestara siquiera, notó algo húmedo sobre el papel a pesar de que no lograba ver nada, se acercó a la ventana y gracias a los rayos del sol pudo notar la forma de unos labios, la humedad de la boca de JungKook había dejado sus labios marcados en el papel cuando lo besó, de forma infantil Seokjin llevó la marca hasta sus labios y la besó.

-Aish, ya echo de menos tus besos -suspiró, pero a los cinco segundos notó sus palabras y se asustó -Pero qué mierdas dices Seokjin, tú eres un Casanova nato, te llevas a la gente a la cama, echas un polvo y puerta

El chico miró el papel una vez más y sonrió, sin embargo golpeó su cara para corregirse y metió el papel en un cajón, se metió en el baño a toda prisa y frotó su piel con fuerza.

-Ya verás, te voy a borrar y sólo serás un polvo más

Pero no funcionó, el estar dentro del agua sólo le recordaba todo lo que JungKook y él habían hecho allí, bufó molesto y salió del agua dispuesto a acabar con este asunto, sabía a quien necesitaba, si él no lograba eliminar a JungKook de su mente.... es que había un serio problema.