Estaba pensando en nuestros momentos justo ahora que no estás

3.5K 213 54
                                    

JungKook dejó que el agua corriera por su cuerpo, todo su ser estaba apagado, la casa se sentía tan vacía sin Seokjin, pareciera que el mayor se hubiera llevado su alma consigo, aunque seguro que sí se llevó su corazón.

-Te echo de menos hyung

El menor se quedó quieto en el sitio, sentía mucho frío, como si la calidez de todo también se hubiera marchado en la maleta del mayor, no le importó nada si luego la factura del agua salía millonaria, realmente no podía con su cuerpo, se sentía tan agotado. JungKook tomó el jabón y comenzó a ducharse con parsimonia mientras su mente viajaba.

¿A dónde?

Al hogar, a las cosas sencillas, porque ese era uno de esos momentos en los que piensas en las cosas del día a día, olvidas las citas románticas y los excitantes revolcones y sólo piensas en la rutina.

###############

Noviembre fue el mes infernal, si algo tenía que salir mal entonces salió todo en ese mes, Jin acumuló mucho trabajo y JungKook estaba en la época de exámenes, el menor dijo que pensaba irse a su casa cuando ese momento llegara, pero en el momento de la verdad no fue capaz de cruzar el umbral de la puerta.

-¿Vas a dejarme?
-No, sólo me voy durante dos semanas
-Eso son 14 días, demasiado para que sobreviva sin ti
-De verdad hyung, hay veces que no sé quién es quien -dijo el menor refiriéndose a los roles de uke y seme
-Pues yo soy un palurdo y tú un ángel

Y ahí terminó la discusión, la bolsa cayó de las manos del menor en la mismísima puerta y éste fue corriendo hasta su hyung para tirarse a sus brazos, a veces pensaba cómo podía ser que el mayor le dominara tan fácilmente, pero no le preocupaba sinceramente.

JungKook se quedó en casa de Jin esas dos semanas también, la verdad es que cuando llamó a Jimin para decirle que no volvía éste se asombró por lo mucho que había aguantado, Seokjin sin duda era la debilidad del pelinegro.

En uno de esos días, de las dos semanas infernales, JungKook se sentó a las doce y media de la noche en el sofá con un chocolate caliente en las manos, gracias a Dios al día siguiente no tenía examen, el chico estiró todo su cuerpo escuchando a sus huesos crujir por todas las horas sentado.

-Benditos estudios

Encendió la televisión dejando la MTV, más que nada porque fue lo primero que salió, se sentó en la esquina del sofá acurrucándose con la mantita celeste de nubes que Jimin le regaló por su cumpleaños, alzó la vista al reloj que había encima del televisor y suspiró al ver lo tarde que era.

-Y hyung sin venir, aish, que hombre

El menor se quedó viendo la tele hasta que sus párpados cayeron sin que él se diera cuenta, unos pequeños ronquidos bastante adorables escaparon de sus labios y el chocolate se enfrió en la mesa.

Una hora más tarde, ya a la una y media de la madrugada, Jin abrió la puerta de su piso con una cara que gritaba "me estoy muriendo", observó el entorno con los ojos medio cerrados y vio que la televisión estaba encendida.

-Hums, se la ha dejado puesta

Jin se acercó para apagar el aparato y entonces fue cuando vio al menor allí sentado, tapado hasta los ojos y con la taza sobre la mesa, se aproximó a él para observar bien su rostro confirmando una vez más una de las muchas razones por las cuales le amaba tanto. Seokjin fue a la cocina para lavar la taza, encendió la luz de la campana (de la vitrocerámica) para no molestar al menor y entonces fue cuando logró ver que había un plato dentro del horno, abrió la puerta y quedó sorprendido cuando vio una lasaña.

La mejor resaca de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora