CAPITULO 1.

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Hola, mi nombre es Irina y esta es mi historia. Yo antes vivía en Extremadura, en una pequeña ciudad llamada Zafra. En el verano en el que yo tengo 15 años, mis padres tienen la idea de mudarse a otra ciudad, ya que sería bueno para mi futuro como estudiante y para el de mi hermana Paula, que es dos años mayor que yo.

Esta idea se convirtió en una realidad y el día 4 de Septiembre, tras haber hecho mi examen de matemáticas, que por cierto lo suspendí, y tras haberme quitado los brackets cogimos el avión mi madre, mi hermana y yo rumbo hacia Gran Canaria. Justamente fuimos a la capital de la Isla, Las Palmas. Allí viven la hermana de mi madre con su marido y sus tres hijos, osea, mis primos.

Mi padre se fue dos días antes en coche, claramente en barco, ya que hasta hoy los coches no pueden volar. El coche lo cargó de las cosas necesarias de nuestra casa para poder tenerlas aquí.

Al principio estar allí no me gustó nada, ya que conocía a nadie y echaba de menos a todos mis amigos. Bueno, las personas que realmente son mis amigos, son solo cinco personas. Los demás se consideran "conocidos con recuerdos en común" así como mis compañeros del colegio. También mudarme este sitio me daba más miedo que otra cosa. Mis padres antes de venir habían dejado sus respectivos trabajos. Mi madre tenía su trabajo en casa, mi padre trabajaba en la empresa de mi abuelo, el padre de mi madre, empresa que cerró. Otras de las razones por las que nos fuimos de Zafra.

Ahora aquí también tengo a los típicos amigos con los que sin ellos, tu vida sería muy diferente. Mi clase no está mal, somos treinta y cuatro personas, casi no cabemos, pero a todos nos da igual.

Ya llevo un año aquí y mi vida va cambiando por completo. En dos meses justos ya iba a ser mi cumpleaños, mis 17 y tenía que ir a ver algún vestido para la fiesta. Estuve dando un paseo después de clase por Triana, ya que está al lado de mi instituto. Iba caminando a la vez que escuchaba música, ya que las mujeres podemos hacer dos cosas a la vez y cuando me quedé embobada con un vestido en el escaparate de Bershka me choqué con alguien. Este impacto hizo que mi archivador cayera al suelo y mis hojas se destartalaran por toda la calle.

"Lo siento muchísimo, no iba atento... Te ayudaré a recogerlo todo" Dijo aquel chico con el que había chocado. Yo ni si quiera lo miré, ya que estaba recogiendo todas las hojas antes de que salieran volando. Cuando el vino a entregarme las hojas que él había cogido... madre mía de mi vida. Tenía los ojos verdes claros, el pelo marrón con algunos reflejos rubios, su piel era más o menos morenita y era un poco más alto que yo. Era perfecto.

Para tratar de disculparse quiso invitarme a Smooy un local de batidos y helados. Tras una gran tarde de risas y de disculpas, nos dimos los números de teléfono y nos pasamos toda la noche hablando por WhatsApp. Después de este día quedamos algunas veces más y ya pueden saber lo que acabó pasando. No vayan a ser mal pensados, solo nos enrollamos. Una vez tras otra, ese chico era una ricura.

Todo esto que estaba pasando se lo conté a Siomara. Ella al principio era una compañera más de la clase, ahora es como mi hermana. Al ser mi mejor amiga quiso que le presentara a Sergio, aquel chico, para darle el visto bueno. El accedió a quedar con nosotras dos, así que eso hicimos.

A Siomi le pareció tan atractivo, tan atento, tan cariñoso, tan todo... que acabó enamorándose de él también. En el momento que me comunicó eso entré en -modo pánico- ya que ella era guapísima. Rubia con pelo liso, ojos azules, piernas perfectas y morenas, pero la cara no tan morena, y de la misma altura que yo. Realmente había competencia, ya que yo tengo el pelo castaño con las puntas rubitas, (de hacer surf) con el pelo liso, ojos color miel, mis piernas también eran morenas, aunque un poquito más delgadas que las de ella. Sergio no estaba enamorado de mi, así que podía enamorarse de Siomara.

Cuando estábamos por el parque de al lado del edificio de Sergio, comenzó a llover así que entramos en su casa. Estando los tres allí llegaron sus padres y su hermana mayor, ella resulta que era la mejor amiga de mi hermana Paula, menuda coincidencia. Dejó de llover, así que nos fuimos. Más tarde Sergio me contó que sus padres le habían castigado, por no pedir permiso para traer gente a casa. Le quitaron el móvil.

Tres semanas después me llegó un WhatsApp. "El que anda sin cuidado- te ha enviado un mensaje".¡Qué felicidad tenía en ese momento! Me llamó y me dijo que le apetecía quedar conmigo y de paso contarme una cosa. Quedamos en Smooy donde nos conocimos. Después de saludarnos y estar hablando un buen rato, la conversación fue así:

Irina: ¿Qué era lo que tenías que contarme.

Sergio: Nada... olvídalo... en serio.

Irina: Venga no seas tonto, ¡dímelo!

Sergio: Está bien... estas semanas al no haber estado hablando contigo... me he dado cuenta de algo.

Irina: ¿De qué? Me estás poniendo nerviosa.- después de esto me puse colorada como un tomate.

Sergio: Que al no hablar contigo... me he dado cuenta de que te necesito.

Irina: Nunca viene mal una amiga como yo. - le guiñé un ojo.

Sergio: No seas boba, yo no quiero que seas solamente mi amiga...

Me quedé aun más colorada, le miré fijamente a los ojos que tanto me derretían y le besé.

Continuará...

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Si de verdad alguien lee esto, cosa que no creo, y le gusta, comentenme :(

Mi Cheque al PortamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora