Víctor: Dime que me quieres.
Irina: Te quiero Víctor, te quiero muchísimo. Hoy te llega a pasar algo y me muero, te lo juro, me muero.
Víctor: Eres tan linda. Tranquila, estoy bien, no te mueras.
Irina: Me muero. Pero me muero por ti.
Víctor: Nunca pensé que estaría así contigo.
Irina: Gracias a ti me he dado cuenta de que no me quiere. A parte, mirale, es muy guapo, seguro que mientras estaba conmigo... salía con otra
Víctor: ¿Lo averiguamos? Yo nunca te haría eso.
Irina: Ya no se en quien confiar.
Víctor: Confía en mi, yo nunca te haría eso, te lo prometo.
Irina: ¿Como podemos averiguarlo?
Víctor: Dejalo en mis manos.
Irina: No te metas en problemas.
Dicho esto se reclinó en el sofá y se sentó, de nuevo, conmigo encima.
Comenzó lentamente a darme besos por todo el cuello y fue subiendo hasta llegar a mis labios. Se quedó quieto. Me miró fijamente a los ojos, bajó su mirada y se empezó a reír por lo bajo.
Estaba distraída mirando la televisión, seguíamos viendo el mismo programa después de dos horas. Paró de reírse, pero no le presté atención, supongo que estaría mirándome. Puso su mano en mi barbilla, he hizo que le mirara. Iba a besarme cuando sonó el timbre. Resopló y puso su frente en mi hombro.
Fui a abrir. Eran mi madre y Paula. Creo que por lo tranquilos que iban no sabían nada de lo que había pasado.
Irina: Mamá no te quites la ropa, nos vamos a la Comisaría.
Mamá: ¿Irina?¿A la Comisaría?¿Qué ha pasado?
Irina: Víctor, ven. - Se acercó a mi con la cabeza agachada. - Mamá, mira su cara.
Mamá: Víctor cariño mío, ¿que ha ocurrido? ¿Quien le ha pegado?
Irina: Mamá anoche Sergio me dejó. Dice que no quiere tener nada conmigo mientras Víctor esté en medio. Piensa que va a intentar algo conmigo mientras se quede aquí en casa.
Mamá: Sigo sin entender por que te han dado una paliza.
Víctor: Cree que le he robado a su novia y ha mandado a sus amigos a que me peguen.
Mamá: Vamos a ir a su casa, que Lola te vea tu cara.
Irina: Ya hemos ido.
Mamá: ¿Cuantos chicos eran contra ti?
Víctor: Eran cuatro, no pude ni defenderme.
Paula: Mamá, denunciales, Víctor es menor.
Irina: Todos los que le pegaron eran mayores de edad.
Mamá: Entonces sí vamos. No sé como se lo explicaré a tus padres, pero vámonos ya.
Víctor y yo estábamos vestidos, solo necesitábamos ponernos los zapatos. La Comisaría de Policía está al lado de nuestra casa, así que fuimos andando.
En total estuvimos allí unos 20 minutos. El Policía, que por cierto era jovencito y guapísimo, nos trató muy bien. Eso ayudó a que todo fuese más rápido. Hay algunos polis que son realmente rancios.
Le di los nombres y apellidos de los cuatro chicos:
Hugo Rivera Santana
Miguel Domínguez Alvarado
Pablo Betancor Suárez
Erik Hernandez NavarroAl decir esos cuatro nombres me acordé de todo lo vivido con ellos. No sé como Sergio, un chico con clase, podía tener ese tipo de amigos. Eran unos matones. Él me los presentó un día que habíamos ido al cine, y por casualidad, aparecieron.
La denuncia se realizó con éxito, y volvimos a casa.
Una vez allí hicimos la rutina de cada noche. Ducharse, cenar, cepillarte los dientes y a la cama.
[...]
Con la rutina de todos los días fueron pasando las semanas. Concretamente cuatro. Osease, un mes. Hace un mes que ya no estoy con Sergio. Entre nosotros todo sigue igual, me lo he cruzado varias veces, pero sigue mis normas a rajatabla.
Víctor y yo no somos pareja. Por ahora. Me siento bien estando con él, me gustaría que llegásemos a intentar algo.
Como ya ha pasado un mes, las clases ya han acabado. Por fin. El esperado verano.
Todas las mañanas Víctor viene a despertarme, pero esta vez vino super serio.
Víctor: Iri... tengo algo que contarte...
Irina: ¿Qué pasa? ¡No me asustes!
Víctor: Te dije que intentaría averiguarlo...
Irina: Me engañaba... ¿verdad?
Víctor: Sí, lo siento mucho.
Irina: Bueno, ¿y quien era?
Víctor: Más bien, quienes. En dos meses te engañó con tres chicas diferentes...
Irina: Que fuerte. ¿Sabes sus nombres?
Víctor: Sí, los sé, pero creo que eso no va a solucionar nada. Creo que es mejor que no sepas quienes son.
Irina: Prefiero saberlo, por favor mi amor, dímelo.
Víctor: Está bien. Al principio te engañaba con Inma, la chica de tu clase. Después con Sofía, el prefiere llamarla...
Irina: Su amiga de toda la vida. Menuda hija de puta, y pensar que hemos quedado los tres. Y bueno, ¿quien fue la última?
Víctor: No sé como decirte esto... también te engañaba con Siomara, tu mejor amiga...
¿Sabeis ese momento cuando se te rompe el corazón?
Cuando alguien te rompe el corazón sientes como que te lo arrancan y lo pisotean muchas veces. Para luego entregártelo otra vez, y cuando miras lo que te han dado, tu corazón, no te lo puedes creer. Son trocitos de este, muy pequeños, como cristales rotos en mil pedazos. Te das cuenta de que esos trocitos no los puedes volver a unir y que aunque lo intentes, aunque intentes poner cada pieza, cada trocito de tu corazón en su lugar correspondiente, aunque quede perfectamente encajado, siempre va a quedar una marca, haciendo que este no vuelva a ser el mismo.
Comencé a llorar como una poseída. Tenía mis sospechas de que me engañaba... ¿pero con mi mejor amiga? ¿como se puede caer tan bajo?
Víctor: No es por hacerte sentir peor, pero quiero que sepas esto. Siomara empezó a tener algo con el dos semanas antes de que te dejara. Una vez que le contaste de tu propia boca que lo habíais dejado, no tardaron una semana en empezar a salir. Ahora están juntos, llevan casi un mes saliendo.
Irina: ¿Como te enteras de todo esto? Es flipante.
Me dio un abrazo muy fuerte y decidimos bajar a desayunar, pero antes, él quiso que mi despertar de hoy no fuese tan malo.
Víctor: Irina, llevo un mes viviendo contigo y la verdad es que soy muy feliz a tu lado. Se que aún estamos de rollo, pero algún día creo que eso tendrá que cambiar, quiero que sea hoy. Iri... ¿quieres ser mi novia?
Continuará...
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Mi Cheque al Portamor
RandomMi nombre es Irina. Yo era la típica chica de pueblo, a la que nadie toma en serio, la que nunca ha tenido novio, la que le dicen fea... Pero un día todo cambió, me mudé a una gran ciudad, en la que todos los pensamientos anteriores, resultaron ser...