Capítulo 6.

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Kate recibió la noticia del matrimonio al día siguiente y no de buena manera, después de decir una serie de palabras inapropiadas para una dama hacia el padre de Claire, se dedicó a buscar una solución que salvara a su amiga de tan extraño matrimonio, luego de descartar cada una por no tener base, se limitó a consolar a su amiga.

Los días pasaban rápido y Claire intentó disfrutarlos al ser los únicos que le quedaban de libertad. Paseó por los jardines, plasmó en su bloc todo lo que le gustaría recordar de aquel hermoso lugar que durante tantos años fue su hogar, retaba a Kate a carreras de caballo que Claire siempre ganaba en fin...

Lord Blaiford las visitó en algunas ocasiones, y cenaba con ella una vez a la semana, pero Claire casi no habló con él, de hecho la conversación mas larga que tuvieron fue la de la primera noche y para alivio de Brandon ella no volvió a preguntarle el motivo por el que se casaba con ella.

También conoció a la condesa viuda, una mujer regordeta, con el pelo ya canoso y un aire de autoridad en el rostro, que rondaba los 50 años. Planeaba con su tía los detalles de la apresurada boda (a Brandon le costo mucho convencerla), sin embargo eso volvía las reuniones un tanto incómodas pues no lograban ponerse de acuerdo, si una decía blanco, la otra decía negro, si una decía rosas, la otra claveles y así, Claire no se imaginaba como quedaría esa boda pero tampoco le importaba, mientras, Brandon se preguntaba si sería buena idea tenerlas a las dos bajo un mismo tacho aunque fuera por poco tiempo.

La cuarta vez que fueron a cenar una semana antes de la boda, Claire se llevó una agradable sorpresa.

Su tía salió un momento con la mamá de Brandon, pues le iba a enseñar algo referente a la boda y ambos quedaron solos.

Después de un momento de silencio, Brandon se sentó a su lado y buscó algo en el bolsillo, hasta que sacó una pequeña cajita cubierta de terciopelo rojo.

—Tengo algo para ti— le tendió la mano con el estuche.

Claire lo miró asombrada ya que casi nunca le daban regalos, tomo lentamente el estuche y lo abrió, sus ojos brillaron con sorpresa al ver el contenido, ¡era un anillo!, un topacio azul en forma de corazón colocado sobre una base de oro con incrustaciones de diamante. No podía decir nada y no precisamente por la timidez.

Brandon sonrió, al parecer entendía su falta de palabras, tomó el añillo y se lo colocó en el dedo anular de la mano izquierda. Por un momento ella se quedo mirando la joya para luego posar su vista en esos ojos azules.

—Gra-gracias— no sabía que mas decir, no podía decir mas nada en realidad.

Brandon se inclinó hacia ella y Claire percibió que sus ojos eran mas oscuros ahora, antes de que pudiera averiguar por que él alargó su mano y alzó su barbilla, no sabía aún que pretendía hasta que sus labios rozaron los de ella, fue un beso suave, sus labios se movían en los de ella en una suave caricia. A Claire nunca la habían besado antes y no sabía que pensar, le gustaba.

Se aparto bruscamente cuando la lengua de él intento entrar en su boca, Brandon gruñó en reproche por la separación que resulto ser muy oportuna, pues en ese momento se sintió el sonido de unos pasos acercándose. Inmediatamente Brandon regresó a su asiento en el mismo instante en que Lady Warwick y la viuda Blaiford entraban en el salón. Claire se ruborizó al darse cuenta de que casi los atrapan y de que estaba tan ensimismada en el beso que no oyó los pasos.

—¡Oh es precioso mi niña! —exclamó Lady Warwick al notar la presencia del anillo cuando se sentó al lado de su sobrina.

Claire le sonrió a modo de respuesta pero no prestó atención al resto de los comentarios ya que su mente estaba centrada en ese beso. Se asustó un poco cuando quiso profundizarlo pero ahora deseaba que lo hubiese hecho pues se quedo con la curiosidad.

Arrebatadora inocencia (Casadas A La Fuerza #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora