Capítulo 25

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-No, no, ¡no! Claire esto es una mala idea-Kate paseaba de un lado a otro de la habitación intentando convencerla.

-En cambio a mí me parece la solución perfecta- se empecinó.

-¡Claro que no! - Kate paró su paseo para mirarla a los ojos- que tal si no consigues sacarle nada, y en cambio va y se lo cuenta a tu marido, te podría causar problemas.

Ella no creía que el marques fuera del tipo de personas que metían chismes.

-Correré el riego.

-Debe haber otra forma de que te cuente la verdad

-No la hay

Kate se dejó caer en la silla frente al tocador con un gesto de dramática resignación.

-Al menos espera hasta mañana, ya casi cae la tarde.

Claire consideró el consejo, era muy arriesgado ser vista en la casa del marques fuera de la hora de visita habitual, pero pensar que al llegar tendría que enfrentarse a Brandon, la persuadió de asumir el riesgo.

-Mientras más pronto mejor- dijo dirigiéndose a la puerta.

-Espera- la detuvo- al menos date un baño, y te presto uno de mis vestidos, estas hecha un desastre- mencionó mientras la inspeccionaba de arriba abajo.

Lo que menos le importaba a Claire en ese momento era su aspecto.

-Perderé mucho tiempo- desechó el ofrecimiento, y siguió su camino a la puerta.

-¡Espera! no pensarás ir sola ¿verdad?- fue a la puerta y la abrió- ¡Anne! ¡Anne! - gritó.

-Podrías haber usado la campanilla- dijo Claire señalándola- gritar es de mala educación- dijo en un intentó de humor.

-¿Había una campanilla? - Kate fingió sorpresa- nunca la uso.

Claire sonrió

-Ya veo, pero de todas maneras no es necesario, me voy ahora y en caballo por lo que no podremos ir las dos- intentó llegar a la puerta pero Kate se interpuso.

-No pienso permitir que vayas sola ¡Anne! -volvió a gritar- si alguien te ve, tu reputación se verá algo salvaguardada si vas acompañada, con respecto a lo del caballo, se irán en uno de mis carruajes, así podrán ir las dos.

Claire se exasperó.

-Olvídalo, en carruaje tardaré más que si voy cabalgando, así que me voy ahora y sola- dijo en tono firme.

Veinte minutos más tarde, estaba sentada en uno de los carruajes de los Blane con Anne al lado. Si ella era terca, Kate lo era más, hasta ahora era desconocido el motivo por el que se llevaban bien, dicen que los polos opuestos se atraen y los polos iguales se repelan, pero al parecer ser diferentes e iguales a la vez resultaba una buena combinación que hacía duradera la amistad.

Claire se recostó en el asiento, no muy cómodo la verdad, habría jurado que los Blane poseían mejores carruajes, pero eso no tenía importancia ahora. Miró por la ventanilla del carruaje largo rato hasta que Lansdow house quedó a la vista, vaya que quedaba algo lejos la residencia del marqués, pero no era de extrañarse, al hombre le gustaba la soledad según tenía entendido, y una casa de campo mas alejada de las demás podía proporcionársela.

Con ayuda del cochero, Claire y Anne descendieron del carruaje que las estaría esperando cuando salieran para llevarlas a cada una a casa, Kate mandaría su caballo a su hogar, y en caso de que preguntaran (como era probable) les diría que Claire estaba en su casa y que se regresaría en su carruaje.

Con paso decidido, se dirigió a la elegante entrada que fue abierta por un mayordomo que parecía salido de una novela de misterio, flaco, casi en los huesos en realidad, alto, con un porte impecablemente recto y cara mas pálida de lo normal, blanca la describiría mejor, sí,  una novela de misterio era una buena comparación.

Arrebatadora inocencia (Casadas A La Fuerza #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora