Arrebatadora inocencia (Casadas A La Fuerza #1)

Capítulo 32

Claire se mordió ligera y discretamente el labio, mientras su mente trataba de decidirse, la experiencia le había enseñado que nada de lo que esa mujer dijera era bueno, pero nada perdía con escucharla, tal vez el tiempo, pero de resto nada, al menos si tenía en cuenta la patente posibilidad de que todo lo que le dijera podía ser mentira, siendo así no salía perjudicada.

-Esta bien- aceptó- la escucharé, pero que sea rápido por favor.

-Pero milady...- empezó a protestar el mayordomo.

-No se preocupe, Lowell - lo tranquilizo- será rápido.

-Por supuesto- confirmó Elizabeth con una sonrisa que por un momento la hizo dudar de lo acertado de su decisión- No tardaré mucho Lady Blaiford..

-Entonces pasemos.

El mayordomo, aun con gesto de duda se hizo a un lado para dejar pasar a la mujer que inmediatamente se apresuró a seguir a Claire hacia un saloncito apartado, en donde Claire la invitó a tomar asiento de manera brusca y nada cortes, y sin molestarse en saludar, fue precisamente al grano.

-¿Qué es lo que quiere? - preguntó.

-Pero que falta de descortesía- fingió estar ofendida- no va a ofrecerme una taza de te.

-Le ofrezco la posibilidad de largarse si no me dice de una vez a que ha venido.

Claire no sabía como, pero esa mujer siempre lograba sacar de alguna u otra manera lo peor de ella, hasta un punto que a ella misma le sorprendía lo brusca que podía ser. A pesar de eso, a Elizabeth en vez de molestarle, parecía divertirle la situación pues su sonrisa se ensanchó.

-Si eso es lo que desea...- se encogió de hombros- pero aunque no me crea, he venido a hacerle un favor.

-¿un favor? - preguntó desconfiada- permítame ponerlo en duda- el brillo que vio en sus ojos le hizo considerar la posibilidad de correrla antes de se arrepintiera, pero no podía hacer eso, ya había llegado hasta ahí, no era momento de echarse para atrás.

-Entiendo que dude, pero créame cuando le digo que es un favor, o acaso no considera usted uno el hecho que yo este aquí para desengañarla, para decirle algo que usted tiene derecho a saber.

Claire la miró con un rencor que pocas veces sentía, pues recordó que la última vez que le había dicho algo que ella tenía "derecho a saber", las cosas no fueron nada bien. El arrepentimiento por haber cometido la estupidez de haberla recibido otra vez, llegó mas fuerte que nunca, y cuando estaba a punto de decirle que se fuera, la mujer siguió hablando como si de alguna forma hubiera previsto sus intenciones.

-He venido a decirle porque Brandon se casó con usted- confesó.

Claire se quedo helada, y las palabras que iba a decir murieron en su boca tan rápido como moría un oso polar en el desierto. No podía ser cierto lo que acababa de escuchar, esa mujer no podía saber el porque Brandon se caso con ella, ni siquiera debía estar enterada de que no fue un matrimonio precisamente por amor, cierto que eso último no era difícil de averiguar, la sociedad podía proporcionar mas información que el "The Times", y la noticia de que uno de los famosos libertinos había contraído matrimonio con una casi solterona, no era información privada, pero de conocer eso, a saber el motivo específico por el que se realizó la unión, era imposible, no, algo raro había en todo ese asunto, asunto que era mejor terminar de una vez antes de que se volviera mas grave.

-Lady Cork por favor retírese de mi casa- le dijo mas en tono de orden que de petición.

La mujer sonrió con maldad.

-Pero Lady Blaiford ¿no me diga que nunca se ha hecho esa pregunta? ¿nunca ha sentido curiosidad por saberlo?

Decir que no hubiera sido la mentira mas grande de su vida, no era un secreto que esa pregunta la había atormentado por varias noches, y había perdido varias horas de su tiempo en intento de encontrar una respuesta, pero que la condenaran si lo admitía, no le iba a dar ese gusto, además últimamente no pensaba mucho en el asunto pues la situación con Brandon estaba bastante bien y... Se dio cuenta en ese momento que ahí tenía su arma para defenderse de la batalla.