El juego de Esther

El viaje

Antes que nada, disculpen la tardanza! ): No he podido subir antes por diversos problemas... Espero les guste. (: 

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Había pasado ya más o menos un mes desde la revelación de lo nuestro a mi familia.

Esther y yo estuvimos al rededor de una semana en casa de mi madre, en ese tiempo, la relación de Beatriz y Esther había mejorado considerablemente, tenían muchas cosas en común... y aunque al inicio todo fue muy complicado ellas ahora estaban bien con todo lo sucedido, habían dejado su pasado atrás.

Lo mismo sucedió entre nosotros, Esther me había contado alguna que otra de sus aventuras antes de reencontrarnos, debo aceptar que fue algo tedioso y molesto escucharlo, pero intentamos ser muy sinceros el uno con el otro.

Ahora, estábamos de vuelta en Boston, todo había regresado a la normalidad.

Pronto terminaría mis estudios y lograría que alguna buena empresa me contrate. Le he insistido a Esther que cuando eso suceda ella ya no tendrá que trabajar, pero se niega rotundamente a esa idea, ella es muy independiente y no quiere ser ese tipo de mujer que vive siendo una mantenida, menos de un hombre, así que a duras penas tuve que aceptarlo. ¡Así es ella! ¡Así es mi bella Esther y debo aceptarlo!

Queremos también, poder comprar nuestra propia casa y poder formalizar más nuestra relación, si saben a que me refiero...

Esos y muchos más son nuestros planes para el futuro y estaba completamente seguro de que llegaríamos a realizarlos.

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-¡Vamos amor! Es una excelente idea. - Me abrazó ella. 

-No lo sé Esther... Estoy en las últimas semanas de la carrera.  

-Lo sé, por eso te digo que podemos ir cuando te gradues, será cómo celebrarlo. - Sonrió.

¡Hermosa como siempre!

Esther quería que fuéramos de viaje, la verdad es que yo no estaba muy convencido, prefería quedarme en casa, éstos meses habían sido muy ajetreados.

-Amor... por favor... - Hizo carita de perrito y esa cara se volvió a otra, a una que tanto amaba... juguetona Envolvió sus brazos en mi cuello. - Imagina la cantidad de cosas que podríamos hacer - hizo una pausa - sin salir de la habitación...

Mordió suavemente mi oreja haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

-Hmmm... eso suena tentador. - Reí entre dientes.

Ronroneó en mi oído.

-Entonces... ¿Qué dices? - Preguntó jugando con el lóbulo de mi oreja.

Suspiré rendido.

-Está bien... 

-Gracias amor... ¡será un viaje excelente! - Me besó fugazmente. - Iré a organizar todo. - Dio unos brinquitos de alegría como una niña, haciéndome sonreír antes de desaparecer por la puerta.

Es increíble como siempre consigue lo que quiere. SIEMPRE.

*

-¡Felicidades cariño! - Exclamó Esther tirándose a mis brazos y basándome tiernamente.

Al fin lo había conseguido, tenía ya mi título de arquitecto en la mano, un sueño cumplido.

-Gracias amor.  

-Ahora vamos pronto a casa que llegaremos tarde para tomar el avión. - Sonrió... estaba muy feliz por ese viaje. 

-Vamos. - La tomé de la mano y caminamos hasta el apartamento.