Oblígame (Hannibal Lecter x Lector)

Oblígame (Episodio piloto)

- Debes ir a dormir- te dice Hannibal sin mirarte. Su atención esta puesta en lo que esta preparando para la cena sabes muy bien que aquello se lo toma con mucha pasión como para interrumpirlo

- No quiero dormir, apenas hiciste la cena!- refunfuñas frotándote las sienes suavemente y sin poder mover muy bien la pierna. Te ha estado doliendo continuamente las articulaciones y el estres que esto te supone te hace sugestionarte mas y sufrir mas dolor, por lo que sentarte en ese gran sofa frente al televisor te relaja un poco.

- Duérmete o yo haré que te duermas.- dice levantando la mirada solo un segundo para asegurarse de que lo escuchaste. -El descanso siempre mejora la salud, deja que el cuerpo se encargue totalmente de reparar los desperfectos en el, y relajarse tiene grandes beneficios.- el psicólogo intenta convencerte al tiempo que saca un cuchillo para cortar el gran trozo de carne que ya había sazonado.

- No lo haré, dormí hasta muy tarde hoy, y apenas son las siete de la noche.- Ya eres suficientemente mayor como para responderle de esa manera a un hombre de esa edad sin miedo a que te manden castigada al rincón de pensar.

Hannibal levanta la vista mientras busca en el cajón el afilador de cuchillos. La mirada que te dirige te hace pasar saliva con dificultad, no importa cuan mayor seas, comienzas a dudar si tienes edad para responderle de esa manera a ESE hombre.

- ¿Va a desobedecerme... señorita?- pregunta apuñalando la carne frente a el, aun mirándote.

- No es... desobediencia...- le dices intentando sonar tan cordial como puedes para defender tu punto. -...reafirmo mi deseo de cenar y pasar la noche... en su compañía, viendo la programación que...- te es difícil ligar todas las palabras elegantes para decirle que quieres ver la televisión hasta tarde, y es aun mas difícil cuando el se te acerca lentamente con esa sonrisa torcida que sabes claramente que es de desagrado.

- Te pido que vayas a dormir o me veré en la muy penosa necesidad de cumplir mi promesa.- cruza los brazos tras de el al detenerse frente a ti y mirarte algo arrinconada en el sillón en un intento inconsciente de alejarte de su expresión decidida -La cena tardara al menos otras dos horas en hacerse, te despertare antes de comenzar a servirla.-

Comienza a convencerte, pero el programa que están pasando te gusta mucho, y durante los comerciales puedes seguir estudiando aquel libro de artes.

- Sera tiempo perdido, Lecter.- le repites casi de forma infantil. -Te prometo que estoy bien, solo es un dolor... posiblemente psicosomático...-

- Insisto- dice levantando la voz. Se escucha demandante y molesto a la vez que cordial como siempre.

Hay un momento de silencio, en el cual el programa en la televisión vuelve de comerciales y la parte con mas emoción de este comienza.

Dudas un momento, en tu casa nadie te mandaba a dormir desde los diez años, y menos a esas horas, el kinder fue el ultimo lugar en el que te mandaron a tomar una siesta.

- Nop- susurras lo mas bajo que puedes, pero por la expresión casi neutral que Hannibal tenia en ese momento, y el sonido de un resoplido de fastidio, ese susurro entre dientes te sonó muy fuerte.

- Entiendo.- susurra sin cambiar su expresión el psicólogo, y acto seguido camina hacia el pasillo sin prisa.

No parece normal que el se de por vencido, ni que este de acuerdo en lo contrario de lo que el exigía, aun así sigues viendo el programa, con cierto temor, pero lo sigues viendo.

Pasados los minutos sientes algo de ansiedad, Hannibal no ha vuelto, la carne cruda y llena de especias, aceites y hierbas seguía sobre la mesa de la cocina con el cuchillo atravesándola. Los comerciales regresaron y con ello retomaste tu lección de artes, leyendo lentamente.