-Si te sigues sintiendo mal...- comienza a decirte Hannibal al pasar cerca de ti en la sala -... te llevaré al médico aún contra tu voluntad.- ya no te sientes tan mal, te has levantado al día siguiente a pasar el día frente al televisor esta vez, te has tomado todas las pastillas que debías e incluso otras para los síntomas, y entre jarabes, píldoras, pastillas y medicinas naturales estas algo,digamos, más tranquila y feliz de lo acostumbrado.
-¿Piensas arrestarme ... digo...- te ríes de tu propio error de forma boba, estas algo somnolienta por no dormir bien además del medicamento. -... arrastrarme?- dices retandolo cómicamente.
-No pienso dejarte enferma en mi sillón, a eso me refiero.- Hannibal a intentado no tener mucho contacto contigo, por mejores defensas que tenga no quiere arriesgarse a contagiarse.
-No quiero ir a al doctor, ¡estoy ocupada!- le informas señalando la televisión, has encontrado una maratón de una de tus series favoritas. - Además este sillón es mio.- ¿como se atreve a decir que es suyo? Oh, si, su casa...
-Si yo lo considero, vas a ir.- Hannibal fue médico alguna vez, pero no se siente comodo medicandote a su consideración, además así el FBI sabría de tu condición y te dejaría descansar. Y ahora no está de humor para ver si te dan ganas de preocuparte por tu propia salud. - No te estoy preguntando.-
-Huy, me gusta cuando te pones mandón.- dices en voz alta y algo insinuante antes de darte cuenta, precisamente, de que no sólo lo habías pensado.
Te cubres la boca instintivamente, rogando por que no te hubiera escuchado.
Si lo hizo o no, no lo sabes, no voltear a mirarlo.
-No puedo dejarte sola sabiendo que estas enferma, con esfuerzo logras hablar, si te atacara alguien no podrías gritar.- era una explicación muy aterradora, pero era cierto, si algo te pasara e intentaras llamarlo por teléfono no podrías comunicárselo con la garganta cerrada.
-¿Piensas abandonarme?- dices dramáticamente antes de tomar otro trago del té caliente de limón con miel. -¿A donde vas a ir?-
-Eh logrado acordar una cita con Crawford, al parecer hubo un problema con Will y necesito ir a... rescatarlo.- intenta sonar cómico con su última frase, y te sonríe como de costumbre.
Pero estas muy concentrada en unas cuantas palabras en ese párrafo, si estuvieras menos eufórica por las medicinas lo tomarias con seriedad, pero "Cita" "necesito" y "Will" ocupa tu mente y te hace reír un poco.
-¿Serás el caballero en dorada armadura de Will?- le preguntas en voz baja mirándolo casi oculta bajo una cobija, lo dices totalmente a modo de broma, y para ti es muy divertido.
La falta de respuesta por su parte te deja algo inquieta, y lo miras tomar sus llaves aún sonriendo. Esperas que no se haya molestado.
-¿Te vas a tardar mucho?- le preguntas insistente. - Porque si me da hambre y me meto en la cocina... pues cualquier cosa puede perecer, quiero decir, pasar... - insinuas riendo.
Hannibal deja las llaves un momento y vuelve a verte.
No has apartado la vista de el, es obvio que aún algo empastillada deseas llamar si atención.
-En verdad deseas que me quede contigo, ¿cierto? - te pregunta sonriendo un poco y dando un par de pasos hacia ti.
Quizás será su expresión acusadora o que te gusta verlo algo molesto y aun así haciéndote caso, pero has comenzado a sonrojarte mientras el da un par más de pasos en tu dirección.
-Si... - le susurras poco antes de arrepentirte. "Cierra fuerte cuando salgas" era tu respuesta cuando el se iba a trabajar o a lo que fuera... las pastillas te estaban soltando la lengua al parecer.
-Iré a salvar a Will...- dice Lecter aún dando lentos pasos hacia ti. -... y luego volveré... - te dice a modo de promesa de no tardar más de lo necesario.
Alguna vez tu madre te dijo que no tomarás varios tipos de medicina a la vez, te preguntas si el efecto secundario de esas medicinas era precisamente la poca censura con la que tu mente manda lo que piensas a tu boca y directo a los oídos de Hannibal, pues te era imposible detenerlo.
-Si regresas con Will podríamos hacer un trío.- pronuncias antes de cubrirte fuertemente la boca con las manos. Lo habías pensado, si, lo aceptas, desde hace mucho, no por eso lo considerarlas un tema a discutir.
No puedes mirarlo, te has volteado a ver la tele y te has cubierto con la cobija hasta los ojos en un afán de que aquella clara y fuerte frase no haya sido escuchada por la única persona a diez metros, no puedes saber cual es su expresión, pero crees escucharlo reír en silencio.
-Vuelvo en un rato. - te dice finalmente y lo escuchas tomar las llaves. - Pero... no te prometo nada.- le escuchas decir en voz baja, con un tono entre l insinuante y la burla, antes de cerrar la puerta tras de el con fuerza.
Tardas solo par de segundos en descifrar que se refería a la idea del trío.
Será mejor que te lleve al médico pronto... no quieres seguir enferma por tu propio bienestar emocional.
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Oblígame (Hannibal Lecter x Lector)
FanficTu vida a sufrido una desgracia que muy pocos podrían sobrellevar, la policía sigue investigando el caso y aunque eres fuerte tu salud física y mental se deteriora lentamente por los recuerdos de aquello. Por suerte, conociste a un muy buen psicólog...