Oblígame (Hannibal Lecter x Lector)

Baño de espuma

Has pasado un largo día entre los policías, abogados, psicólogos, investigadores y demás personas que pueden ser de utilidad en el caso de la masacre escolar de la que fuiste testigo hace unos días, y aunque el terror inicial ya ha pasado, esas sensación de ser vigilada sigue latente a cada paso que das y cada que vas sola por la calle, de alguna manera sabes que es el estrés postraumático al haber visto a tu nueva mejor amiga de la escuela disparar a tus compañeros y apuñalar a un par de maestros, solo diez personas de tu salón se habían librado de la muerte, pero no de los recuerdos tan detallados que ahora se resguardaban en sus subconscientes.

Por ello, tras las largas conversaciones y entrevistas con la policía sobre el posible paradero de tu amiga homicida, te alivia llegar a casa del doctor Hannibal Lecter para descansar, como es tu costumbre, en el gran sillón frente a la televisión. Habías decidido que quedarte con el sería una buena idea, en primera porque al ser psicólogo podía ayudarte con el pequeño asunto del nuevo terror que te infundía la chica con la que mejor te habías llevado en los años que llevabas en esa escuela. No la habían atrapado, y la policía opinaba que regresar a tu propia casa era una terrible idea, y voila, el doctor Lecter no tuvo ningún impedimento en aceptarte en su casa.

Lo cual, ciertamente, te ha hecho pensar sus razones.

Tu programa favorito de ese canal está comenzando, al menos habías llegado a tiempo de verlo, te alegra tanto ver "Gordon Ramsey: Kitchen Nightmare", te hace reír ver como Ramsey regaña a los cocineros y estos creen tener la razón.

-Veo que terminaste temprano hoy.- dice Lecter al verte muy cómoda en el sillón, no es como que esperara encontrarte en otro lugar de su casa.

-La verdad es que me empezó a doler la cabeza- le dices antes de dar otro sorbo a tu lata de refresco, la cual dejas minuciosamente de vuelta sobre un porta vasos para no ensuciar nada. -Tanta gente preguntándome cosas como si yo le hubiera dicho que apuñalara al maestro de informática.- no volteaste a ver al hombre que te miraba de pie junto al sillón, el programa se ponía agresivo, con cazuelas volando y Ramsey gritando en todos los idiomas posibles.

-Te hacen sentir más una cómplice que una víctima.- dice el sentándose en el sillón junto al que estas, no podría sentarse junto a ti, ya que acomodaste todos los cojines para recostarte cómodamente usando tres de cuatro espacios del sofá.

-Sí, un poco...- le respondes suspirando y apartando la vista un momento para mirar hacia ningún lugar en especial. Creías conocerla y resulto ser una homicida un día, no lo sabías, era tu amiga, hablaban de programas de televisión y chicos sexys, no precisamente de cómo matarían a sus compañeros, -Ahora que me arrepiento de haberle dicho donde vivía la policía cree que fue mi culpa.-

-La gente no tiene porque dar muchas pistas de sus planes, si las dieran no resultarían.- comenta Hannibal sin dejar de mirarte.

-Ella no parecía del tipo de chicas que tienen razones para matar gente.- Te era difícil recordar todo el tiempo previo con ella, eran recuerdos que te dejaban sensaciones de miedo y confusión. -Su familia tenía problemas como cualquiera, por eso confiaba en ella, era abierta platicándome sus problemas. Me siento incluso culpable de tenerle miedo ahora que...- detienes tu conversación en seco y volteas a ver a Hannibal, el cual estaba sentado, con las manos unidas y escuchando atentamente.

-¡Maldita sea! ¡Te dije que no me analizaras sin mi permiso!- le gritas molesta por haber invadido tu privacidad con sus "trucos de psicólogo".

-No has hablado con los demás psicólogos.- dice sin cambiar de postura. -Te ayudaría mucho conversar sobre los años anteriores y no solo el día del suceso.-