— ¿A qué horas dijo Will que vendría?—le preguntas a Hannibal mientras comen en casi perpetuo silencio, perpetuo pero no incomodo de ninguna manera.
El rato ha pasado y para que este "muy" preocupado por el asunto de el asesino en el auto de hace horas no parecía haber tomado una ducha rápida para salir corriendo a tu rescate.
—No ha de tardar mucho. — Te responde tardándose en responder. —En una hora o poco más podría estar aquí.
Suspiras pesadamente, no estás desesperada por que llegue en ese preciso segundo, solo consideras que pedirle a el que vaya a algún lugar debe de ser considerado con varias horas de anticipación.
— ¿Cómo hiciste que fuera al parque ese día con un par de horas de anticipación?— le preguntas considerando divertido ese recuerdo. — ¿Qué le ofreciste, eh?
Ríes un poco de tu comentario, pero no así Hannibal, el cual se concentra en terminar su comida en silencio.
—Celoso...— canturreas lo más bajo que puedes y tan poco claro como te es posible, ya no quieres molestarlo, pero si divertirte a costa de ello.
Al terminar de comer, y acomodar los platos y demás cosas que usaron para la comida, regresas a tu nido frente al sillón, te aseguras mentalmente de tener suficientes almohadas, aunque sería imposible tener más a no ser que irrumpas en la casa de los vecinos para llevarte más almohadas, porque en esa casa ya no hay más. Tienes bien claro cuáles van a ser las series que quieres ver y les vas a dar a escoger a ellos, anotaste en una hoja tus películas favoritas para hoy y has comenzado a acercar varias bolsas de botanas diferentes.
Dejas tu celular no muy lejos y te pones tu ropa más cómoda antes de ir por una lata de refresco al refrigerador y regresar a tu lugar.
—Hannibal, ven, la película ya va a comenzar. —le gritas al hombre que había estado leyendo un libro tranquilamente al otro lado de la sala.
—La película comenzara cuando tu lo decidas, no tiene una hora establecida. — Te dice sin levantar apenas la mirada del libro. Es netflix, el sabe cómo funciona.
—Por eso...— dices como si fuera algo obvio. —Yo quiero que empiece ahora. — le aclaras sonriéndole mientras presionas el botón de "Inicio" en la pantalla.
Sin embargo el maduro psiquiatra solo cierra el libro lentamente antes de ir a la cocina otra vez, en verdad le gusta estar ahí por lo que ves, y lo dejas en paz hacer lo que sea que esté haciendo, dejándote sola en la sala con tu película que va empezando.
Mereces en verdad un poco de tranquilidad. Y esperas que no tarde en ir a sentarse junto a ti. En ir a sentarse junto a ti para abrazarte... por horas... y algunas otras ideas inconexas que llegan a tu mente de lo que deseas en ese momento. Lo mereces, al menos eso te dices a ti misma.
No pasa mucho antes de que se escuche alguien llamando a la puerta, y en vista de que Lecter no está cerca para abrir tendrás que ir tú a ver quién es.
Esperas con todo tu maltrecho y asustado corazón que sea Will y no otro homicida que quiera amordazarte y torturarte antes de matarte lentamente mientras transmite el espectáculo en cadena internacional, o peor aún, que sea Crawford y sus aburridas conversaciones.
Te asomas por la ventana y miras a Will frente a la puerta, se ve algo nervioso, y no sabes si considerar eso como su forma de actuar normal o en verdad está nervioso por otra razón.
Debes admitir que disfrutas un poco verlo así, incluso se ve tierno.
Vas hacia la puerta bastante feliz, y sin dudarlo la abres para encontrarte frente a frente con el algo asustado no-agente del FBI, y él se encuentra frente a ti y tu sobre actuada mirada seductora.
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Oblígame (Hannibal Lecter x Lector)
FanfictionTu vida a sufrido una desgracia que muy pocos podrían sobrellevar, la policía sigue investigando el caso y aunque eres fuerte tu salud física y mental se deteriora lentamente por los recuerdos de aquello. Por suerte, conociste a un muy buen psicólog...