Pesadillas

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La escuela esta vacía y no entiendes porque, salón tras salón encuentras bancos vacios y ves entrar el atardecer por la ventana, no sabes muy bien qué horas son, pero no es común ver la escuela abierta y vacía, entonces la vez, al final del pasillo, una chica sola cargando libros que te hace una señal para que vayas, pero conforme te acercas la chica deja de sonreír alegremente y los libros parecen convertirse súbitamente en un cuchillo, intentas correr, pero todo tu cuerpo pesa mucho, y donde antes solo había bancos vacios ahora hay cadáveres, tu amiga esta por alcanzarte con ese gran cuchillo, corres y corres, intentando llegar a la puerta de la escuela, a través de la cual ves sombras aterradoras, lo cual no te da buena espina, pero es quedarte y morir o seguir y ver si sobrevives, ya es muy tarde, sientes el cuchillo atravesar tu costado con facilidad, un fuerte golpe que te estremece violentamente.

Despiertas de inmediato, agitada y aun sientes esa cuchillada en el costado, claro que no es real, pero tu mente ha creado la sensación. Solo era un sueño, lo sabes muy bien, y al despertar todo está mejor, el mundo sigue girando y no estás en peligro, solo fue un terrible sueño por más real que pareciera.

Espera, si lo estas, recuerdas de pronto la noticia de hace horas, tu mejor amigo muerto a pocas cuadras de su casa, la homicida que bien conoces aun esta suelta y al parecer con ganas de terminar la masacre. Todos estos pensamientos se amontonan, se ven más tétricos a las tres de la mañana, sola, a oscuras, en total silencio. De pronto todas las masacres horribles, incluso las películas que bien sabes que no son reales te parecen terribles presentimientos de tu inminente muerte y esto te ha quitado el sueño.

Debes relajarte, estas en casa de un adinerado y precavido psicólogo, no es como que una homicida se brinque una cerca de tres metros y rompa una ventana sin que la alarma les avise de un intruso, además, ella no podía saber en donde estas.

¿Pero qué tal si ya mató a los policías que llevan el caso y a leído los expedientes?, en ese caso sabría donde estas.

Te comienza a doler el hombro por el simple estrés, no puedes esperar a que amanezca y te sientas más segura a la luz del sol, claro que en cuanto salga el sol otra horda de policías te interrogaran sin descanso de nuevo, y sientes un malestar en todo tu ser de solo tener que dar tu opinión sobre el suceso.

¡Maldita sea! Recordaste el suceso, ahora menos podrás quitarte de la cabeza la sangre de tu inocente amigo en el suelo, su cuerpo inerte, la chica que te debe estar buscando en este momento.

Te levantas de una vez, y al hacerlo escuchas un sonido proveniente de tu armario. Eres ya mayor para temerles a los monstruos, ¡ahora les temes a las malditas homicidas destripadoras! Sales de la habitación con cierta prisa, siempre imaginando inconscientemente que ella esta atrás de ti. Te sientes tonta y aterrada al mismo tiempo y sabes que te reirás de eso en la mañana, pero ahora estas en un largo pasillo con varias puertas, justo como en tu reciente pesadilla, caminas lentamente, sin hacer ruido, en el caso de que escuches otro sonido alarmante.

Sabes, sugestionarse solo hace que las cosas se pongan peor, y eso sucedió, un fuerte golpe a la ventana que sabes que es la de tu habitación te sorprende de sobre manera, y más tardaste en pensarlo, considerar las posibilidades, otras formas de actuar en la situación y que dirías exactamente si lo primero que pensaste era la única solución... que en correr directo a la habitación de Hannibal rezándole a los Dioses Lovecraftnianos que no cerrara su puerta con candado, y para tu suerte, y desgracia de él y sus ganas de descansar pacíficamente en su cama, la puerta estaba sin seguro.

-¡Hannibal!, ¡Hannibal! ¡Hannibal! ¡Escuche algo en la ventana, no quiero morirme!- le gritas sin consideración por el hecho de que estaba dormido y debe madrugar para ir a trabajar. –No sé que fue, ¡¡pero podría ser ella!!- la escusa más torpe desde que tenias siete años. Cierras con candado la puerta por dentro, eso hacías en tu casa cuando sentías que algún maniaco podría entrar a tu casa... o querías escuchar música.

Oblígame (Hannibal Lecter x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora