Decidí acompañar a Yancy al concierto, luego que ella no me dirigiera la palabra en toda nuestra estadía en París. Cuando, de mala gana, le comuniqué en la mañana que iría con ella al concierto, ella casi llora de emoción. Gritó con todas sus fuerzas que yo era una excelente amiga y me prometió una recompensa.
Entonces, busqué entre toda la ropa que había llevado a París algún atuendo que me hiciese ver normal pero desinteresada en la banda. Me decidí por un atuendo negro en su totalidad. Yancy desaprobó mi ropa en cuanto la vio, pero yo no cambié de opinión respecto a él. Ya era demasiado con acompañarla.
Cuando ya faltaba muy poco para el concierto, Yancy me arrastró por todo París y, estando frente a la puerta del MCM Cafe, ella dijo:
-Bev, te juro que no te arrepentirás de esto.
-No te creo ni una palabra.
Yancy hizo una mueca y entramos. Mi amiga se apresuró a apartar los mejores lugares, y miré el escenario. Ahí había mucha gente, arreglando últimos detalles y ocupados en los asuntos del equipo.
Una de las personas arriba, un chico algo bajo, delgado, con el cabello negro y una camisa roja, giró y nuestros ojos se encontraron. Pude apreciar en todo su esplendor sus ojos azules. Bueno, o al menos entre la oscuridad. Me quedé un rato viéndolo, y a él parecía no incomodarle. Incluso, debido a la poca luz, creí verlo sonreír. Me acerqué para hablarle, pero alguien haló su camisa y él regresó con sus asuntos.
Cuando me volví para ver a Yancy, ella estaba boquiabierta. Me encogí de hombros, dando a entender que no comprendía su gesto, y ella me dijo:
-¡Matthew te estaba viendo!
-¿Matthew? ¿Con que así se llama? ¿Y qué hace? Arreglar el equipo de sonido, ordenar algunas cosas...
-¡Es el vocalista de Muse, idiota!
-¿Qué? -casi grité y me giré para ver a las personas sobre el escenario. Ahí estaba el tal Matthew, con una guitarra y viendo hacia las personas que entraban. De pronto desvió su mirada y nuestros ojos se encontraron otra vez. Pude ver que sonreía de medio lado, mientras seguía mirándome. Yancy me estaba apretando el brazo, emocionada. La miré, aparté mi brazo y dije:
-¿Qué te sucede?
-¿Que qué me sucede? ¡Bev! ¡Lo estabas viendo cómo si fuesen los únicos aquí!
-Claro que no. No exageres.
-¿Y ahora qué? ¿Verás el concierto con cara feliz?
-No. Pero me quedaré porque prometí no huir.
Yancy murmuró algo y corrió hacia el baño. Yo me quedé en el lugar, viendo cómo más personas entraban y cómo poco a poco todo estaba listo. En determinado momento, el escenario quedó vacío. Yancy corrió a mi lado, y las personas empezaron a aplaudir. Yancy se les unió, y yo aplaudí un poco para no parecer idiota. Los integrantes de la banda subieron. El bajista, un chico alto, grande y castaño; el baterista, un chico bajo, rubio y adorable; y el cantante y guitarrista, el tal Matthew.
Cada uno ocupó su lugar en el escenario, y Matthew presentó a la banda como Muse. Luego de unos ajustes de último minuto, él empezó a tocar un riff bastante bueno. Yancy estaba en el cielo. Tan pronto el riff se intensificó, rompí en risas. Ver al super rock-star que me había sonreído en dos ocasiones moviéndose al ritmo de su guitarra era invaluable. Luego el ritmo cambió a otro, Yancy me dijo «Es Uno» y miré al escenario. Y ahí estaba Matthew, moviéndose extrañamente. Y, por Dios, ¡Sí que era un buen guitarrista! Además se notaba que disfrutaba tocar. Sus movimientos y sus gestos demostraban felicidad y entrega total a la música.
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Bev & Bellamy
FanfictionAquel día, Yancy me llamó y me rogó con todas sus fuerzas que fuéramos al MCM Cafe. Tenía dos entradas y Neil no iba a acompañarla. Su única opción era yo, y, para ser completamente sinceros, no me interesaba en lo más mínimo escuchar a una nueva ba...