Capítulo 3: BBC Studios.

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Como era de esperarse, el gran discurso de Yancy sobre ir a Francia por una mejor vida era mentira. Sólo una trampa para que yo fuera a ver a Muse con ella. Regresamos a Londres unos días después.

Yancy estaba completamente loca por Dominic. Desde que el chico le habló no dejaba de mencionarlo. Todas las conversaciones se dirigían, de algún modo, al baterista de Muse. Otra cosa que aprendí fue el nombre del bajista: Chris Wolstenholme. Morello mío, que apellido tan difícil de pronunciar.

¿Qué pasó con el vinyl firmado que Matt me dio? Lo vendí.

Es broma.

Un día que Yancy fue con Neil por helado, aproveché la situación y puse el vinyl. Y me di cuenta que en realidad eran muy buenos. Se me habían quedado atascadas en la cabeza dos canciones: Minimum y Pink Ego Box. Sentía un especial afecto hacia la última.

Guardé el vinyl en un lugar donde Yancy nunca buscaría algo: Mi cajón de la ropa interior. El Post-It, con la extraña caligrafía de Matt, lo guardé en mi caja de joyas. Muy arriesgado, pero yo quería el Post-It lejos del vinyl. Por lo menos, si Yancy encontraba el vinyl no quería que mirara el mensaje de Matt. ¿Por qué? Ni yo sé.

Fue unos días después cuando el destino hizo de las suyas. Yancy apareció con entradas para un concierto de Muse en BBC Studios. Ni idea de cómo las conseguía, pero no importaba.

Fantástico, otra oportunidad para verlos en vivo.

-Y, ¿Cuándo es el concierto? -pregunté mientras ordenaba la sala de estar de nuestro departamento. Dos habitaciones, un baño, la cocina y una pequeña sala de estar.

-23 de noviembre. Ya quiero ir, Neil y yo vamos a pasarla muy, muy bien.

¡Neil y yo! ¿Y dónde quedaba Bev? De la sorpresa dejé caer la escoba y el ruido resonó en todo el lugar. Corrí hacia su habitación, donde ella estaba aseando, y pregunté:

-¿Neil y tú? ¿Y qué... Qué pasó conmigo?

-No te gusta Muse, ¿Cierto? Además al MCM sugeriste que fuera Neil.

-Oye, hice mal. Me di cuenta que Muse es... Una excelente banda. Con futuro y todo eso.

Yancy me miró sospechosamente. Parecía estar examinándome. Caminó a mi alrededor unas cuatro veces, buscando quién sabe qué, y luego dijo:

-¿Quién eres tú y qué has hecho con Bev? Porque Bev, en todas sus facultades físicas y mentales, jamás me sugeriría su inclusión en un concierto de Muse.

Cuando Yancy dijo eso, me molesté un poco. Un lado de mí, el más impulsivo y salvaje, me gritaba: «Vamos, Bev, muéstrale a Yancy Saint Lauren el vinyl que Matt te dio y ciérrale la boca».

Mi otro yo me decía, pacífico: «Bev, piensa en otra cosa para ir a verlos. No actúes por impulso».

«Actúa por impulso. Grítale: "Yancy, Matt me dio este vinyl y quiero expresarle mi opinión acerca de él». Lado impulsivo.

-¿Bev? ¿Qué tienes, Bev? -La voz de Yancy me sacó de la pelea entre mis lados.

-¿Qué sucedió? ¿Me, ah... Me preguntaste algo?

-De hecho, sí. Te pregunté por qué querías ir al concierto.

-Porque... -Oh, mierda. ¿Tenía que decirle la verdad o una mentirilla fresca?-. Pues, porque... Ah... Me está comenzando a interesar su música. Lo lograste. Un día que no estabas puse Showbiz y, guau, que hermoso es.

Yancy entrecerró los ojos y yo sonreí, tratando de no parecer nerviosa. Porque si me ponía nerviosa seguro iba a soltar el asunto con Matt y el vinyl. Ella suspiró y por fin dijo algo bueno:

Bev & BellamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora