Capitulo 24- Misión: enamorarla

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Sigo cortando las verduras mientras lo veo sentarse. Como tenía que pasar, me corto

-¡Aaa!- rápidamente me tapó la boca y me agacho. Ya que mi grito se oyó por todo el restaurante.

-¿Qué pa...- mi tía se detiene cuando ve sangre- Sabes, creo que es mejor que hoy te vayas a casa. Con tus primos en la cocina basta, estas muy distraída

-Sólo fue un pequeño corte, puedo seguir trabajando

Mi tía agarra mi mano y ve el corte, que se extiende por toda la palma de la mano

-Ve a casa- me dice, mientras me venda la mano.

Yo agacho la cabeza, avergonzada. No se qué me pasa hoy. Me quitó el mandil y camino a la salida de la cocina. Me paro en seco, acordándome que vi a Axel sentándose. Salgo y camino viendo sólo al frente, ignorando cualquier cosa.

-¿Diana?- pregunta la voz de Axel. Yo sigo con mi camino. Siento un agarre en mi muñeca, y como no puedo avanzar decido voltearme.

-¿Qué haces aquí?- me pregunta Axel. De echo se me olvidó mencionar que viene sudoroso, marcando en su camisa sus abdominales, y sus brazos perfectamente marcados.

-Es un restaurante, vengo a comer aquí- miento
El sonríe.

-¿Te invito algo?

-Ya comí

-Cuando llegue no te vi, y estoy seguro de que una belleza como tu sobresale de todos

Yo solo me quedo seria. Sólo se quiere hacer el galán.

-¿Te molestaría soltarme? Por sí no lo notaste, tengo una herida que atender- le enseño mi otra mano, la que esta vendada.

-¿Te encuentras bien?- tiene una cara de preocupación muy convincente, pero se que es falsa. Me trato de zafar.

-Lo estaré en cuanto me sueltes, ¿te gusta sujetarme no?

-Es que si no lo hago, huirías de mi- después de eso me suelta

-Gracias- me doy la vuelta y me voy caminando.

(Axel)
La veo alejarse, espero unos 5 segundos y la sigo.
Desde qué la vi me llamo la atención, es hermosa. Claro que cuando me rechazo, me llamo mucho más la atención. Tengo una misión, enamorarla. Y tal vez después utilizarla.
La sigo de lejos, me detengo cuando la veo entrar a una casa. Yo por instinto sonrió.

-Esto será genial- susurro para mi mismo

Me voy al departamento en el que me quedo con mi familia, temporalmente.
Abro la puerta y camino a la sala, donde mi hermana menor ve la televisión.

-Mamá se preocupó toda la mañana- me dice, sin voltear a verme

-Tuve unos asuntos que atender

-Si, claro.

-¿Dónde esta mamá?- pregunto, ya que ella es ama de casa y no trabaja

-Fue por unas compras- le cambia a una telenovela y le sube.

Me levanto y camino a la cocina por una botella de agua. No me puedo sacar de la cabeza a Diana. Supongo que eso fue lo único bueno de que mi mamá me inscribiera a clases de guitarra, para "tener un poco más de cultura y hacer nuevos amigos"
Se abre la puerta e ingresa mi mamá. Se sorprende cuando me ve en la cocina.

-¿Dónde estuviste toda la noche?- me pregunta molesta

-Fui a una fiesta y mi amigo me invito a quedarme en su casa- miento, bueno en cierta parte

-¡Gayyyyyy!- grita mi hermana desde la sala

-¿Y dónde pasaste la mañana?

-Vine a las 10 aquí, y estaban durmiendo. Así qué salí a correr y pase a desayunar

Suelta un suspiro

-Te creo, pero avísame cuando salgas

-Mamá, tengo 20. Creo que tengo derecho a salir cuando quiera.

Ella sólo se queda callada. De repente me acuerdo de algo.

-¿Ya compraron la nueva casa?- pregunto, sonriendo

-Si, el lunes nos mudamos.

-¡Genial!

Mamá frunce el ceño

-¿Qué te ocurre? Estas muy feliz

-Sólo quiero que sean las 5 de la tarde

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Muevo mi pie desesperadamente. No llega, y faltan 2 minutos para que empiece la clase. Sólo llegue temprano por ella.

-Y entonces le dije que...- me narra la chica sentada a mi lado- Oye, ¿me estas oyendo?

-No- sigo viendo la puerta

Se abre e ingresa Diana. Yo rápidamente camino hacia ella, pero alguien se me adelanta. Su amiga.

-Hey- me dice coquetamente la chica a mis espaldas- ¿Quieres venir a mi casa hoy?

Yo solo veo a Diana, sonriendo.

-Bien clase, siéntense- dice Roberto

Nos sentamos, y para mi buena suerte, a Diana le toca a mi lado.

-Bien, voy a apuntar unas cosas en el pizarrón, las más esenciales

Todos empiezan a anotar, pero yo sólo veo a Diana. Ella siente mi mirada y levanta la vista, algo enojada.

-¿Porqué me miras?

-Porque eres hermosa- digo con una sonrisa

Ella solo rueda sus ojos y sigue apuntando

-Señor Alex, copie la información en lugar de observar a su compañera.

Empiezo a anotar, pero volteó cada minuto a mi lado.
Si, será fácil enamorarla.

-Mira, conozco a los de tu tipo. Sólo me quieres llevar a la cama- me dice Diana, viéndome fijamente.

-Yo no quiero eso- miento

-Bien clase, ahora agarren una guitarra y empiecen a practicar las notas

Todos se paran, pero dos chicas se me acercan. Una de ellas era con la que "platicaba" anteriormente.

-Nuestra casa está libre, ¿quieres venir esta noche?- dicen batiendo sus pestañas

Yo veo a sus espaldas, Diana, con un chico. Siento algo en el pecho, pero no pueden ser celos.
Yo no la amo, sólo la quiero utilizar.
Regreso mi vista a las dos chicas.

-Por supuesto- afirmo con una sonrisa

Después de eso voy por una guitarra y empiezo a practicar, no por que me interese, pero supongo que Diana es de ese tipo de chicas que le gustan los músicos. Subo mi vista y sigo viendo a Diana con ese tipo.
No cálculo mi fuerza y rompo una de las cuerdas de la guitarra.

-Tendrá que pagar eso- me dice enojado el profesor, y me quita la guitarra

Diana sólo rueda los ojos y sigue practicando.
Tal vez me crea un imbécil, mujeriego, etc. Pero se que se va a enamorar de mi.
Todas las mujeres lo han hecho.
¿Porqué Diana no lo haría?

Porque ella es diferente

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Katherin Keys en multimedia (Holland Roden)

Mi infierno favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora