Capítulo IV: Completamente enamorados

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Al día siguiente y luego de la charla que Antonio tuvo con su padre, salió de casa y se encontró con Marcos en la puerta quién lo esperaba animadamente.

- Buenos días, chico lindo. ¿Cómo estás hoy?

- No tiene nada de bueno este día. - Dijo en tono molesto.

- Oh, ¿y qué pasó? ¿Ha pasado algo? - Tomando la mano de Antonio - 

- ¡Déjame en paz, es por tu bien! - Manoteando - 

- Tranquilo, no estés así. Tal vez en la universidad todo sea diferente.

- ¡Siempre es lo mismo! ¡Aléjate de mí! ¡Por favor!

Antonio estaba sintiéndose muy mal por haber discutido con su padre por lo que se echó a correr.

- E-Espera... ¡Tony!

- ¿Por qué me duele lo que mi padre me dice? ¿Por qué hago lo que él me pide? ¿Por qué me siento tan mal? ¿Qué me sucede con Marcos al verlo? - Pensaba mientras corría dirigiéndose a la universidad.

Marcos solo lo veía alejarse y con lágrimas en los ojos se fue hacia algún lado sin rumbo fijo.

Habían pasado varios meses desde que Antonio dejó de encontrarse con Marcos. Antonio se sentía muy mal, desesperado... y aunque ambos iban a la misma universidad, no se cruzaban ninguna palabra. Es como si después de haberse conocido, ahora se desconocieran totalmente.

- ¿Por qué siento esto? Me duele no decirle nada, pero... no quiero que mi padre le haga daño. Marcos... te extraño mucho. - Pensaba Antonio.

Al igual que Antonio, Marcos no dejaba de pensar en él.

- ¿Por qué no puedo dejar de pensar en Tony? - Pensaba mientras movía un esfero en su pupitre muy distraído ante las explicaciones del profesor. Ya son varios los meses que dejé de hablarle... creo que... ¿será posible?

Marcos no podía creerlo, se había enamorado sin saber de Antonio. Por otra parte, Antonio sufría demasiado estar sin él. Al terminar la clase, Marcos salía de la universidad cuando de pronto vio a Antonio salir completamente solo y empezó a seguirlo.

- A ver... debo ir y buscar esto para mi proyecto, mmmmmm... creo que allí conseguiré lo que busco. Además, no es muy lejos. 

Mientras Antonio iba a buscar lo que quería, Marcos se apresuraba a seguirlo. Antonio no sospechaba nada en lo absoluto hasta que en el parque de camino a buscar los objetos para su proyecto fue abordado por Marcos.

- ¿Qué es lo que sucede, Antonio? 

- ¿A mí? No me pasa nada. Mira, no quiero ser descortés pero...

- No me voy a alejar de ti.

- Pero... por favor, es lo mejor. Marcos... yo quiero...

Marcos interrumpió las palabras de Antonio con un apasionado beso en sus tiernos labios.

- Yo te quiero a ti, Antonio. Me gustas mucho y ya no puedo soportarlo más.

Antonio enmudeció y se sonrojó muchísimo. Ambos estaban en un lugar del parque por el que casi nadie pasaba así que se sentaron en una de las bancas y conversaron.

- Antonio, desde aquella vez en que te fuiste corriendo me puse muy mal. Por alguna razón, no dejaba de pensarte, de soñarte, de recordarte. No quise hablarte más por temor a tus rechazos pero yo sentía que debía hacer algo. Eres el único que ha sacado cosas buenas de mí, me haces ver la vida diferente.

- Oh, Marcos, yo... yo... soy un tonto. No merezco estar a tu lado. - Con lágrimas en sus ojos - Solo te puse triste y desde ese día, me lamento muchísimo haberte dejado.

Marcos sacó un pañuelo blanco del bolsillo de su pantalón y secó las lágrimas de Antonio. 

- ¿Puedo saber la causa de eso, lindo? Por favor, dímelo.

- Es que... es algo muy complejo, Mark. No es tan fácil...

- Vamos, Antonio. Dímelo, confía en mí. Además, quisiera hacerte una proposición.

- ¿Una proposición? ¿Qué tratas de decirme?

- Antonio... me gustaría mucho que fueses mi pareja.

Antonio no sabía que decir. Era la primera vez que alguien le pedía ser su pareja y no sabía como tomarlo.

- E-En verdad eso me toma por sorpresa.

- ¿Por qué lo dices? ¿Acaso sucede algo que impida que lo sea?

 - Además de eso... es la primera vez que un hombre pide que sea su novio.

- Antonio, para mí también es la primera vez que le confieso mi amor a otro hombre. Pero aún así, me siento feliz de habértelo dicho a ti.

- ¿De verdad? Pero... es que con tu cuerpo...

- Antonio, se que a muchos les interesa mi cuerpo pero... veo que eres el único que se ha interesado por mí hasta el punto de compartir muchos ratos agradables conmigo.

Marcos nuevamente besó a Antonio y éste correspondió tomando su nuca y besándolo apasionadamente en la soledad del parque del momento. 

- También te amo, Marcos. Acepto ser tu pareja, tu novio. Así que, te contaré todo pero por favor escúchame atentamente, ¿sí?

- Claro que sí, Tony. Lo haré.

Antonio se dispuso a contarle todo lo que sucedía con su padre y de cómo él estaba sufriendo por esa causa. Le dijo todo, muchas cosas desde su infancia hasta su joven adultez y de la estricta vida que llevaba con su padre.

- Oh, Tony... querido eso es tan triste. Pero por todo lo que me dices esos son los deseos de tu padre.

- Sí, así es. - Llorando un poco aferrándose a los brazos de Marcos - Él quiere que tenga mujer, quiere que le de nietos, Marcos pero mi condición sexual no la sabe él. No quiero separarme de ti.

- Tranquilo, tranquilo amor. Por favor, ten calma y no llores. Yo no quiero separarme jamás de ti. - Besándolo nuevamente - Es más, te propongo algo.

- Mirándolo hacia los ojos - ¿Qué propones, querido?

- Veámonos a escondidas, acá. Este lugar siempre anda solo y... pues... podemos expresar nuestro amor.

Antonio sonrió un poco por la petición de Marcos a lo cual se sonrojó muchísimo. Marcos se quedó mirándolo fijamente a sus ojos notando su reflejo en él mientras acariciaba sus mejillas.

- Nos comportaremos como niños, Marcos. Como niños que se ven a escondidas de sus padres - Dijo entre risas.

- Jajaja, sí. Tienes razón en eso pero todo sea por verte, mi dulce y querido novio.

- Sonrojado - Eres muy tierno, cariño. Te amo y no dejaré que nada nos separe pero... por favor que mi padre no se entere, te hará algo a ti o a mí.

Y así, después de ese día la feliz pareja se encontraba cada vez que podía en su lugar acordado para charlar, sonreír, compartir muchas cosas pero sobretodo... demostrar su amor. 


Unidos hasta el final [EN EDICIÓN Y CONTINUACIÓN 2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora