Capítulo 0 - Los puntos están claros

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0 — Los puntos están claros

Con esfuerzo y muchos sacrificios Araiza logra terminar sus estudios del bachillerato, ahora quiere dejar su pueblo natal para ir a la ciudad capital a cumplir su sueño de ser médico para así poder sacar a su familia de la pobreza emergente en que sus antepasados la han dejado. Su familia ha luchado durante siglos por salir de esa pobreza que se extiende de generación a generación. Sin encontrar salida a ese dilema económico lo que ha heredado es más miseria, y fracasar tras cada intento de vencer la hambruna que la acoge.

Sin lugar a dudas Araiza logrará su sueño. Es visionaria, humilde y con una energía inmensa de superación. Siente que estar un minuto más en Guananico, Puerto Plata la seguirá atrasando y el mundo se perderá de los avances que logrará obtener para la medicina cuándo se convierta en una médico o mientras esté estudiando en la facultad.

Todo Guananico reconoce que Araiza es un ejemplo a seguir para la juventud porque aparte de lograr proezas académicas no ha dejado qué la inmoralidad sexual ni siquiera esté presente en su mente.

En el pueblo un hacendado que no tiene hijos, pero posee grandes terrenos y una fortuna que no se podría calcular en valores activos la pone a cargó de sus negocios como representante legítima en autoridad a la toma de cualquier decisión. El señor Roberto Franco la envía por un año a la ciudad de Santiago para que se prepare en la escuela de Etiqueta y Protocolo y así logre mejorar su léxico y estilo de vida.

—Araiza, hija. Espero puedas aprender mucho en este viaje.

—Nos veremos en ocho meses. Recuerde cuidar a mis padres y hermano.

—Claro hija, ve con Dios.

Con el pasar del tiempo el señor Roberto entiende qué es momento de que Araiza se monte en el avión de cursar estudios superiores en la Universidad Autónoma de la República Dominicana que tiene su única sede en la ciudad capital Santo Domingo.

Después de tantos preparativos para que Araiza se fuera a la ciudad capital llega el momento de su salida y todos melancólicos la despiden entre lágrimas y risas, con la visión de que logrará ser más que una médico. Antonio su hermano menor depende de ella y la admira más que a su madre.

—¡Araiza! eres grande y muy inteligente rompe el esquema y regresa con ese título. –dijo Antonio, abrazándola.

—Gracias Antonio, sabes que tienes que seguir cuidando de mamá y vender la leche de la vaca para qué así puedan seguir comiendo, ¡Te Amo! –dijo Araiza, entre llanto.

Una noche antes en su despedida el señor Roberto y Araiza tienen una plática muy fuerte, en la cual le deja claro, que yendo a la ciudad capital esté solo le pagará la universidad y ella tendrá que costearse su manutención.

—Sabes que si partes renuncias a las oportunidades que te doy aquí en el pueblo –gritó Roberto, enfurecido y lleno de rabia —¡Te dejo partir con el dolor de mí alma porque sé que así lo quieres!

—¡Lo sé y lo entiendo señor Roberto y le agradezco a la vida por todas sus oportunidades!—insistió Araiza —Y por haber creído en mí, sabe que yo también lo veo como un padre... ¡Gracias!

—No olvides qué eres la hija que la vida tarde me dio, te dejo desamparada, pero todo esto lo hago para que mientras subas cada peldaño valores el esfuerzo y lo que cuesta llegar a ser grande, pero humilde de corazón –le dijo Roberto, sosteniendo su mano. Araiza llora...

—Nunca lo olvidaré, pero recuerde que estaremos cerca, y mi corazón siempre estará junto al suyo.

Araiza baja la cabeza. Continúa llorando y para que su cabello no se maltrate por las lágrimas que caen desde sus ojos, se recoge su cabellera.

Las cicatrices que las heridas dejan son para recordarque sufrimos, pero las huellas que deja su curación, recuerdan que todocontinúa aún cuándo la sangre no desaparezca. Cuando una madre cuida de su críalo hace como protección, pero con el tiempo esto se vuelve su instinto mástemible solo porque algún día su cría pueda desarrollar esa necesidad de quererseguir sola.

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Araiza [La médico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora