Capítulo XL - Araiza cambia de vida

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Araiza es una mujer de unos treinta y siete años de edad madre de cuatros hijos; Daniel, Paulo, Darking y Arieza. Ahora su vida ha cambiado del todo, no se dedica a practicar la medicina como médico sino como profesora de la Universidad de Zúrich.

La vida le ha sumado muchos retos, los cuales, está ha enfrentado como toda una campeona, muchos de sus alumnos posiblemente se pregunten como una mujer de su edad está embarazada, pero muy pocos conocen su realidad más bien muchos solo son exportadores de su vida y no conocedores de su realidad.

—La soledad me consume y permitirle a mi cuerpo tocar a otro hombre por más que lo desee es una posibilidad que se sale de mis límites —le dijo Araiza a Rodrigo, ese profesor de Bioquímica que tanto la corteja en la universidad.

—Si tengo que esperarte muchos años más, aquí estaré dispuesto a cuidarte y a que me abras tu corazón.

—No sabes lo que dices, amar es poder rozar los cuerpos para expresar más de lo que se dice sentir.

—Me conformaría hasta con que me permitas llevarte de tu brazo por lo que queda de nuestra vida —le explicó Rodrigo, convencido de que la ama.

—No me amas... es muy pronto para eso...

Recordar que en cada puesta de la Luna estará Darling, es lo único que la mantiene firme y con las fuerzas de seguir. Cerrar los ojos y sentirlo cerca todas las noches es lo que ha hecho que sus sabanas no sean tan frías. El hijo que viene en camino es la ultima marca de Darling en su cuerpo por eso ella no abortó al momento de saber que estaba embarazada.

Mucho tiempo antes de estar en parto, ella solicita el traslado del cadáver de Darling para ser enterrado junto al árbol de aquella casa frente al mar, esa casa que compraron en la luna de miel, la cual era para vivir cuando se retiraran y fueran ancianitos.

Araiza fue la invitada de honor para la entrega de los Premios Nobel, pues su esposo fallecido pudo haber sido galardonado con el premio Nobel de Medicina, por los aportes obtenidos en los estudios de la relación del cerebro y el sistema inmune que pudo mejorar la calidad de vida de muchos pacientes a nivel mundial.

Para su sorpresa ella fue la persona que ganó el premio. Dedicándolo a Darling a manera póstumo por ella ser la colaboradora en sus estudios.

Para el último mes de su embarazo Araiza estuvo muymelancólica, se preguntaba ¿Qué diría a su hijo cuando preguntara por su padre?Si ¿Podrá salir adelante? Aunque tuvo dudas nunca abandonó la carrera de lavida, más bien, cuando su nuevo hijo que nació de doce libras y media, estuvoentre sus brazos, recordó la frase que una vez citara la Dra. Ampary Reyesquien se convirtió en su mano derecha, para no olvidar el recuerdo de su amadoDarling, ''Con un beso apasionado robasla esencia total de mis labios, confirmando el contrato implícito de amor entretú y yo. Que dice; 'Eres mío, yo soy tuya' Mas no hay miel en tus labios queborre el sabor amargo, de tu ausencia cada noche en mi piel''...

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Araiza [La médico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora