Capítulo XXXIX - Leónidas

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—Lo llevé hasta el cuarto de aislamiento del sanatorio y lo curé para que no se desangrara, lo amarré a una silla, le puse un suero para mantenerlo con vida, le tapé la boca y lo dejé allí durante cinco días —le cuenta Daniel, a su prometida Emely que no hace nada para evitar la tortura.

Años atrás Daniel le ayudó cuando la policía de Suiza trato de inculparla por la muerte de su exnovio. Ella lo mató en defensa propia, él la maltrataba constantemente. Está por eso siente que se lo debe y le ayuda en todo para que nadie se entere de la verdad.

—Tú secreto está bien guardado conmigo.

—Gracias, pero me siento mal, creo soy una bestia por retenerlo y no entregarlo a las autoridades.

—No te sientas así, llegará el momento en que lo liberarás, pues, no eres un asesino.

—Es que le hizo daño a mi madre biológica, y en le quitó al amor de su vida —le dijo Daniel a su prometida.

—Recuerda que ella es fuerte y podrá seguir hacía delante —le replicó Emely, para hacerlo sentir menos miserable.

—Nos veremos en la tarde para seguir hablando. ¡Te Amo! Aunque ya no soy el mismo.

—Junto a ti, yo soy feliz, no importa lo que hagas, yo te seguiré —le dijo ella luego de despedirse de él inclinándose para besarlo.

Se emite un boletín de noticia sobre la desaparición de Leónidas, pero nadie logra dar con su paradero, la esposa de Leónidas aparece en todos los medios de comunicación.

—Mi esposo, es un hombre muy responsable, cariñoso y siempre se ha hecho cargo de nuestros hijos, por favor si alguien sabe de él, avisar al número ocho, dos, nueve, dos, ocho, nueve, seis, cuatro, nueve y uno —expresa la esposa de Leónidas muy triste y junto a sus cinco hijos en frente de las cámaras que transmiten el boletín de noticias en vivo por todo el país.

Daniel al ver que Leónidas tiene hijos y que ellos no tienen nada que ver con lo sucedido, les hace un regalo de una casa para que puedan vivir dignamente, a través de una de sus empresas, camuflajeando de esa manera su identidad y su verdadera intención.

Su madre ha decidido que es momento de marcharse y partir hacia una nueva vida en Suiza sin regreso y sin la esperanza de volver a la República Dominicana, tierra que le dio lo mejor y lo peor de su vida.

Daniel sabe que no es un delincuente ni un villano igual que Leónidas Trujillo. Por eso logra desistir de la idea de mantenerlo encerrado en el cuarto de aislamiento.

Entra en aquel cuarto de unos cinco metros de ancho, blanco con mosaicos grises. Con un cama pequeña y una estantería para poner medicamentos y libros. Lo viste, lo monta a su vehículo para dirigirse hasta la costa.

—Hoy será tu final, veremos que tan capaz eres de salvarte después de despertar en las aguas —le dijo a Leónidas, que estaba bajo una anestesia, como si fuese capaz de escucharle.

Montándolo en su yate, comienza a desatarlo y a quitarle toda la ropa que trae. Lo deja en pantalones cortos de color azul cielo y emprende un viaje por el océano.

Adentrado durante horas por el mar más allá del horizonte, sin límite alguno olvidando por momentos que tiene que regresar y enfrentar la realidad de su vida y recordar durante toda su vida lo que le hará a Leónidas, ése ser que lo convirtió en bestia y le hizo conocer su demonio interior.

La vida o el dios que exista saben que estoy haciendo lo correcto, estoy librando a la humanidad de un asesino sin escrúpulo que mató sin remordimiento alguno, sólo porque no pudo obtener el cuerpo de una mujer que no quiso dejarse esclavizar.


Lo abandonaré junto a una tabla de surf y un remo. Espero luche por su vida y sea él quien decida cuando morir si se rinde en no remar para salvar su vida.

'El mar mismo algún día entregará a sus muertos'fueron las últimas palabras que escucharon los oídos de Leónidas Trujillo, elhombre que dejó a su familia y se convirtió en el villano de la familia Lemuel.Tanto luchar por un amor que no le era correspondido, la ilusión de unascaricias bien marcadas y unos gemidos muy bien actuados sacaron a un hombre desus cabales para convertirlo en una víctima potencial de la muerte.

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Araiza [La médico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora