Araiza [La médico]

Capítulo XXVI - La muerte de Doña Roberta

XXVI-La muerte de Doña Roberta

El vuelo número 712 de Dominicana Airlines con destino a la República Dominicana partirá en cinco, cuatro, tres, dos. Favor ponerse el cinturón de seguridad, gracias y buen resto del viaje. —se escucha en los alta voces del avión.

A bordo del vuelo van Araiza, dos de sus hijos, la muchacha y la demás tripulación, pues, Darling y Paulo se van en el próximo vuelo con destino a Cuba para dejar a Paulito en custodia de Adriana, la tía política de sus hijos para que lo discipliné un tiempo en la 'Escuela Militar Disciplina Forzosa para Hijos Indisciplinados' donde es la médico principal del comité de esa institución.

Darling se queda en Cuba por dos meses en los cuales aprende defensa personal y a utilizar armas de fuego. Las clases son intensas y agotadoras, las cuales hacen que Darling gane ochenta libras de puro musculo convirtiéndose en un ser con excelentes destrezas físicas y más atractivo que antes, entendiendo que todo lo hace para enfrentar a ese ignoto que pretende exterminarlo junto a su familia.

Después del primer mes de Araiza llegar a la República Dominicana, la paz de ella parece ser efímera, Leónidas está en su asecho constante, sin descanso, insinuando que ella es de él, aunque viva con otro.

Darling no avisa sobre su llegada al país, cuando llega a su casa presencia una escena que la describe como humillante para su esposa, Leónidas tiene a Araiza agarrada por los cabellos, ella tiene la cara toda morada y cubierta de lágrimas, al ver esto se llena de ira.

—¿Qué está pasando aquí? ¡La sueltas o eres hombre muerto! ¡Bastardo!

—Necesita más escenificación para notar que está perra es mi amante.

—¿Qué dices?. —gritó al escuchar esas palabras.

—Cállate cobarde. No le creas amor. —contesto Araiza.

—Porque me niegas mujer, sabías que esto pasaría y debiste prepararte.

—Suéltala maldito, para no matarte.

—No te acerques que estoy armado. —Pero Leónidas por estar armado cree que va a intimidarlo, aunque no hizo uso del arma, no dejó de mostrarla en su defensa.

Darling al ver a su esposa en apuros, se lanza sobre Leónidas poniendo en práctica lo aprendido hace dos meses en Cuba, lo tomó y le hizo una llave llamada tumba rompe cuello, dejándolo inmóvil durante unos minutos de forcejeo.

Cuando se libera, se van a los puñetazos y a las patadas, se tiran al suelo rompiendo todos los muebles de la casa, en el suelo Leónidas agarra una repisa y se la parte en la cabeza a Darling que queda sin fuerzas, pero casi inconsciente se levanta y le da una patada voladora que lo saca de la casa muy lesionado y sin respiración. Leónidas no resistió más golpes ante la presencia de Araiza, que vio a su esposo golpearlo como todo un guerrero.

Leónidas abandona la pelea y parte.

—¡Nos volveremos a ver y no lo contaran, ya lo verán, serán historia! —les gritó Leónidas tras la distancia que se hacía en su huida. Luego de aquel enfrentamiento, Araiza comienza a curar a Darling entre besos y lágrimas le agradece por llegar cuando más lo necesitaba.

Doña Roberta, los dos hijos de Araiza y la muchacha llegan momentos más tarde, al ver todo vueltas arriba —preguntan— ¿Qué ha pasado?

—Fue un asaltante. —Pasa a explicar Darling, para no preocuparlos, pero Araiza no lo desmiente.

—Suerte, que su padre llegó como todo un héroe y me libró de ese asaltante...

—Qué bueno que están bien. —les dice su hija menor.