Araiza [La médico]

Capítulo XVI - El terremoto (Parte 1)

XVI – El terremoto (Parte 1)

Tras un terremoto que azoto a la República Dominicana con epicentro en Guananico, Puerto Plata, todos los médicos del país tuvieron que ser distribuidos a sus ciudades natales para ayudar en el hospital central de su comunidad y a otros donde se hallan más necesidades medicas.

El terremoto también causo muchos daños en países de América Latina; Colombia, México, Chile entre otros. Los daños en el país fueron innumerables, pero en el país vecino Haití los daños no causaron estragos ni cese de sus actividades puesto que estaban muy preparados como país para resistir a cualquier terremoto menor a 7 grados en la escala de Richter por las leyes de su gobierno en cuanto a la construcción de sus estructuras.

Patricia es enviada a San Pedro de Macorís donde los daños sísmicos no fueron graves, pero si causo muchos heridos. Adriana y Rael son enviados a Santiago donde el daño cobró la vida de unas 1,200 personas y las qué aún se encuentran atrapadas bajo los escombros.

Darling fue enviado a Higuey por la necesidad de médicos cirujanos mientras que Araiza fue enviada de forma inmediata a Guananico donde los daños sísmicos se cobraron la vida de aproximadamente 5,000 personas, dejando la ciudad devastada y con un llanto sin fin. Puerto Plata no volverá a ser la misma durante muchos años.

Leónidas se preocupa por su abuela la cual está del otro lado del país, desprotegida, por lo que envía una brigada hasta su casa para que logren velar por ella. Su abuela es todo para Leónidas y dejarla en estos momentos tan críticos crean para él un abismo emocional que lo hace ser más cruel cuando su bestia interior está despierta.

Las personas que quedan con vida, no dejan de lamentarse y ponerse las manos sobre la cabeza en señal de angustia y dolor. Mirar a la derecha es inconcebible los escombros por todas partes hacen de que las calles sean intransitables. Las víctimas se encuentran en todos lados. El llanto de las personas conjuga un eco que no parece tener fin. Las líneas de comunicación están en el suelo y las fuentes de agua potable se perdieron por el sismo.

Me he estremecido cuando llegué a Guananico. Perdí eljuicio y los nervios se apoderaron de mí. No sé qué haré para ayudar a tantaspersonas que se convirtieron en víctimas. ¿Dónde estarán mis padres? ¿Seránvíctimas de la tragedia?
Trató de hacer todo lo que mis capacidades me permiten, pero es tanta lanecesidad que durar más de cinco minutos con un solo paciente sería comoquitarles la vida a los otros que ya son víctimas potenciales...

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