Capítulo XXI - Secretos

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XXI-Secretos

Con el pasar del tiempo Araiza deja de ser ésa mujer sumisa y dedicada a la humanidad y pasa a ser una leona capaz de devorar sin remordimiento. Tanto fue el trato con Leónidas que esté logró cambiarla, como si en realidad se tratara de una nueva mujer. Ella perdió los hábitos de cuidar de sus hijos, de amar y respetar a su esposo y de cuidar a su madre y hermano.

—Ella olvido todo lo que su padre le enseño en Guananico, lo que queda de mi Araiza son solo recuerdos de lo que fue, una buena mujer. —fueron las palabras de doña Roberta Pérez, la anciana que la ayuda desde que llegó a la capital.

Todos tienen secretos, pero entre doña Roberta y Araiza no había ninguno. El secreto que perturba la vida de Araiza es el de más grande letanía que puede tener una mujer, es de esos secretos que se llevan en el hombro día tras día hasta que se empodera y enfrenta. La cruel realidad que la impregna y ese fantasma que se llama pasado se convierte en un demonio de luz que antes se veía en la oscuridad.

Araiza nunca podrá olvidar ese sacrificio. Siempre lleva consigo una cinta roja en su muñeca derecha que le hace recordar esa parte de su pasado.

Leónidas Trujillo Alcántara se enlisto en la policíanacional por la rabia que sintió en el momento que perdió a sus padres siendoapenas un adolescente. Los delincuentes por robarle el bolso a su madre ante laoposición de su padre, mataron a ambos, pero a Leónidas lo dejaron medio muertotras recibir una bala en el pecho que lo dejo nueve meses en cuidadosintensivo. Los médicos no daban muchas esperanzas, pero el policía que atendióel llamado de emergencia no lo abandonó, más bien, lo cuidó y esperó para mástarde ir a los tribunales a pedir su custodia, la cual obtuvo tres mesesdespués de la llegada de su abuela que padece de Alzheimer.


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Araiza [La médico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora