¿Mi Mejor Amiga?

Uno

Desperté en casa de Yena, mi mejor amiga.
La noche anterior nos habíamos colado a la fiesta de Jared. Un chico sexy y deportista. Fue una fiesta descontrolada. Las bebidas tenían alcohol, había vodka, vino, ron, de todo. Hasta pequeñas cantidades de droga.
Yena y yo bebimos de todo lo que había en la fiesta, incluyendo unas tachas que nos dio Walter. No recuerdo la mayoría de las cosas que sucedieron esa noche, lo unico que se es que nuestras vidas cambiaron a partir de entonces.

Soy Madelin Pouland. Una chica normal de la enorme ciudad de Nueva York. Soy una persona muy hiperactiva en muchos sentidos. Mi forma de ser no es muy común a la de las demás personas. Trato de ser lo más original que puedo, eso se refleja en mi forma de vestir y mi cabello negro pero castaño ala vez. Desde los quince años mi madre me deja hacerme un tratamiento en el cabello que incluye un permanente cada dos meses. En si mi cabello es negro pero por el tratamiento también soy castaña. Yena usa el mismo tratamiento pero en vez de pintarse todo el cabello, se deja su cabello rubio y se hace mechas negras.

Al levantarme vi a Yena con una camiseta de pijama pequeña y unos pantalonsillos rosa palo. Tenía el cabello hecho un nudo al igual que yo.

Me levanté de la cama con una horrible jaqueca, lo único que llevaba puesto era una camiseta de tirantes y mi ropa interior. Quise despertar a Yena pero si lo hacía no podría hablar con Jared. El me gustaba desde la secundaria y con forme iba pasando el tiempo el se iba poniendo cada vez más sexy. Era casi irresistible secuestrarlo pero yo no era esa clase de chica, además, en la fiesta había pasado algo asombroso. Jared me dijo que cuando pudiese, lo llamara para platicar un poco y quedar para una cita. Aun no se lo había dicho a Yena y eso era lo que me preocupaba.

A Yena también la traía loca Jared y a mi me había hablado, en mi se había interesado, no en ella y sentía que si se lo decía se pondría celosa, pero no sé lo podía ocultar. Era mi mejor amiga, siempre le había contado de todo sin importar que fuese pero no quería que se enfureciese con migo así que guarde el secreto.

Entre en su baño, tome mi móvil y marque el número de Jared.
-¿Si?- Su voz ronca se escuchó del otro lado del altavoz entre risas.

-Hola. Soy Madelin, estuve ayer en tu fiesta...

-¡MAID! Hola chica ¿Cómo esta mi princesa?- Al escucharlo decirme princesa se me erizo la piel.

-Hola. Si, dijiste que te llamara para quedar para una cita. ¿No se si siga en pie?

-Claro que si. Pero -Se me bajaron las ilusiones- no podra ser hoy. Ya quede con Catherine para ir al cine y a tomar un helado.

Catherine. Catherine. Esa chica me gana, no podría competir contra ella. Catherine era una chica de cabello castaño natural pero con un cuerpo artificial, o eso es lo que Yena y yo creíamos. No puede ser posible que una chica tenga una excelente figura sin defectos. Ella no era real.

-Claro. No hay pena. Sera en otra ocasión.

-Está bien pero que no se te olvide llamarme. Estare esperando tu llamada princesa.- Colgó

Mis esperanzas bajaron de un 90% a un 0.5%. Yo no era nada al lado de Catherine, pero Yena tal vez si podía hacerle competencia. Después de todo un año de ir al gimnasio sin falta y hacer una serie de ejercicios extremos, Yena estaba casi igual a Catherine. Mi amiga podía dejar en su lugar a esa bola de cilicona.