¿Mi Mejor Amiga?

Cuatro

En la mañana siguiente me encontré con Yena en la escuela. No la había visto desde ayer en la tarde cuando me fui con Jared.

Me acerqué a Yena para hablarle de lo que me dijo Jared en su habitación. Pero ella se comportó muy extraño. Cuando trate de hablarle se dio la vuelta y se fue. La seguí para ver a donde y con quien se dirigía. Para ser sincera mi amiga y yo no teníamos muchos amigos. Por eso el hecho de colarnos a las fiestas.

Al acercarme a la mesa en donde se había sentado no había lugar. Su bolso ocupaba la banca de al lado y pensé en preguntarle si podía sentarme junto a ella pero al inclinarme a su lado quito el bolso, supuse que era para que me sentara pero Catherine se me adelanto. Saludo a Yena dándole dos besos en ambas mejillas y luego le dijo algo en un susurro observándome. Me sentía totalmente mal, esa perra y payasa de Catherine me quería quitar a mi amiga y siento decir que lo estaba logrando.

-Hola Yena.-no me contestó.- Siento haberte dejado sola. Tengo que contarte algo. ¿Podemos hablar?

Se volvió hacia mi con una sonrisa forzada.- Claro que podemos hablar. ¿De qué quieres hablar? ¿De como me dejaste sola a punto de llegar a la plasa? ¿De como te valió un pedo si me quedaba sola frente a Pop's en donde una de mis ex-peor enemiga se encontraba?

-¿Ex? Que yo sepa siempre has odiado a Catherine y tengo que decir que me resulta extraño verte tan apegada a ella.

-Bueno. Ella sabe lo que siento.

-¿Y qué sientes? No contestas mis llamadas.

-Ella sabe como se siente que alguien le robe a otra persona al chico que le gusta.

-Espera, espera. ¿Qué pasó después de que me fui? ¿Hablaste con Catherine y te a lavado el cerebro?

-Claro que no me ha lavado en cerebro. Ella salió cuando tu estabas yendo con Jared. Se enfureció al igual que yo. Creo que eres más puta que ella sabes.- quise hablar pero me interrumpió Catherine.

-¡Más que yo¡ ja obviamente. Yo no me voy casi que pegada a un chico con el que no he hablado lo suficiente como para conocerlo.

-¿De que rayos estas hablando?-dije

-Te vi con Jared en el cine. Suerte que Yena no estaba allí porque sino me hubiera ayudado a matarte. Vi como lo besabas tan satisfecha y como axcediste de rápido a ir a su casa. Eres una sucia perra, puta cualquiera.

Jared iba pasando cuando Catherine me ofendió de ese modo. Se acercó me tomó entre brazos. Me dieron ganas de echarme a llorar.

-¿Qué te pasa? ¿Cómo se te ocurre ofenderla de ese modo?-dijo Jared con el ceño fruncido y me tenia entre brazos.

-Ahora la defiendes cosa que antes hacias con migo.-Catherine se puso de pie frente a Jared.-tienes que decidirte Jared. No siempre vas a estar cambiando de chica cuando se te de la gana. No siempre seras atractivo y si alguien de verdad te quiere y sigues de puto te vas a quedar solo.

-Yo realmente quiero a Madelin. Con tigo sólo fue diversión pero...-hizo una pausa y me observó a los ojos. Sentí como mis mejillas se coloraban. Maldito rubor, me delata siempre cuando estoy nerviosa o avergonzada.-... ella es única y especial. No quiso ser mi novia porque dijo que Yena me queria y no podía hacerle eso.

-¿En serio hiciste eso por mi?-pregunto Yena de pie al lado de Catherine.

-Claro. Nunca le haría eso a mi mejor amiga, mejor dicho, a mi hermana.

-Ah, eso es tan tierno.-Catherine se interpuso entre ambas.-Pero tu eres una perra roba putos. Y se que Yeyi no sera tan tonta para confiar de nuebo en ti.

-No soy ninguna ladrona y Jared no es un puto. Tal vez sea mujeriego pero de eso no pasa. Ademas Yena sabe que puede confiar en mi.

-¿Eso crees? Pregúntale a ver que opina. Yo estuve con ella cuando tu la dejaste. Yo estoy con ella en sus buenos y malos momentos. A cambio tu solo le arruinas la vida.-Eso fue un golpe bajo. Me dieron ganas de llorar, lo juro, pero para no echarme a llorar tome mi bandeja del almuerzo y se la estrelle contra sus bubis de cilicona. Chillo. Me di la vuelta y me fui con los brazos en jarra y con la atención de todos sobre mi. Parecía la mala del cuento pero me sentía bien. Como la chica mala y cool que se respeta. Eso me alivio un poco pero sabía que tarde o temprano regresaría el dolor.