Capitulo Diecisiete

20 1 1
                                    

Diecisiete:

Me desperté. Me dolía la cabeza, no recuerdo haber bebido tanto para sentir que la cabeza me explotaba. Me levante observando a mi alrededor. Richaed estaba acostado a los pies de la cama con una mantita rosa y una almohada de Hello  Kity. Observe hacia el pequeño sillón a una esquina de la habitación, Coley estaba echo volita en el. Mimi estaba acostada a mi lado y Alan estaba dormido, sentado en la puerta. Se miraba hermoso, estaba con la boca abierta y babeando, pero se miraba hermoso aun así.

Trate de despertar a Mimi sin hacer mucho ruido para no despertar a los demás. 

Le di unos golpesitos en el hombro-¡Mimi! ¿Mimi, qué hacen aquí?-Mimi dio un brinco. Tomo la almohada y me pego en el rostro.

-¿Que paso? ¿Que hay?-dijo evidentemente adormecida. Su voz se trababa y tenía los ojos entre abierto.-¡Ay Madi! ¿Qué haces allí abajo?

-Eso quisiera saber yo-dije con la voz cortada del dolor

Mimi me ayuda a levantarme. Su sonrisa esta presente desde altas horas de la mañana. Desde que se levanta tiene una sonrisa hermosa en el rostro. Sus ojos grises brillan con los primeros rayos de la luz del sol. Tenía todo un día para estar con mis amigos, Mimi y Richard. Tenía toda una tarde para estar con Alan, pero no sabía porque estaban en mi habitación. Creo que estaba tan cansada que no lo recuerdo.

-¿Que hacen en mi habitación todos?-le pregunte ya sobre mi cama.

-Te protegemos de todo mal-la voz me mi amiga al decirlo casi me hace soltar una carcajada, parecía la voz de uno de esos detectives secretos.  Cubrí mi boca para no reír.

-¿Protegerme? Yo se protegerme

Mimi borro su sonrisa de su bello rostro. Poso su mano sobre mi hombro.

-Me dio miedo como te amenazo ese tipo que se hace llamar tu novio. No quería que te hiciera algo mientras dormías, así que todos quedamos para hacer una pijamada a espaldas tuyas. Teníamos pensado despertar antes que tu pero, mira, nos ganaste.

Abrace a mi amiga. Sabía que Mimi nunca me defraudaría y siempre me apoyaría, ella era el tipo de amiga que nunca de falla y siempre esta a tu lado, apoyándote.

Mimi tomo la almohada y se la lanzo a Coley. El sillón era tan pequeño que cuando brinco ante el golpe callo al suelo de cara. Gruño y ambas reímos despertando a todos. Richard estaba con una de esas cosas raras para cubrirse los ojos al dormir. Alan se despertó, al notar que tenía babas en los labios uso su sudadero para secarse. Reí ante eso, el no era igual a esos chicos de la ciudad y eso me encantaba.

-¡Buenooos, días mundo!-grite a los cuatro vientos parándome en la cama. Salte de ella, levante a mi hermano del suelo, le quite esa cosa rara a Richard y tome la mano de Alan para ayudarlo a levantarse.

Mimi llego con mi hermano y lo abrazo, luego a Richard y luego a Alan y a mi. Todos salieron de la habitación. Alan parecía no querer salir de la habitación, estaba aun sentado en el suelo, observándome con su sonrisa de muerte.

-Eres hermosa-me dijo besando mi mano

-Y tu eres irresistiblemente sexy- bese sus labios. Se separo de mi rápidamente

-No espera, no me he cepillado los dientes.

-No crees que, si voy a casarme contigo, debo comenzar a experimentar cosas que haremos como, besarnos en las mañanas sin cepillarnos,  dormir en la misma cama...

-Madelin, ya te dije que no tendremos sexo.

Hice pucheros. Pero lo entendía, el tenía una educación ejemplar, su madre le enseño a respetar a las mujeres y a guardarse para el matrimonio. Lo que me encantaba era que el quería que yo fuera la primera y casarse conmigo. Me encantaba la idea de levantarme cada mañana y observar ese bello rostro. Besar esos labios morenos y vivir en la misma casa, dormir en la misma cama y vivir una vida junto a el. 

¿Mi Mejor Amiga?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora