Siento 1mil litros de agua, gracias por nada Percy

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Al salir de la oficina de Quiron no era necesario ir a buscar a Percy como la ultima vez, el ya estaba en la entrada recostado en la puerta (¿me estaba esperando?) se veía distraído admiraba el cielo como perdido, se había cambiado, tenía una camisa verde algo arrugada, con unas bermudas color arena, poseia una sudadera azul marino y unas sandalias marrones, tenia el cabello despeinado. Parecia un patinador o surfistas, personas que jamas me atraerian, lo extraño es que con todo y su estilo de relajo se veía guapo. No pude dejar de pensar en mi sueño, la manera en la que se lucía, siento que no podré volver a verlo al rostro gracias a lo acontecido anoche.

Aunque el se encontraba genial, yo seguía con la misma ropa del día anterior, mi cabello se me despeinaba haciendo que tapara algo mi visión y estoy segura que tenía el peor aliento. Mi estómago me pedia a gritos un buen desayuno y mi cuerpo una larga ducha.

-¿Que haces aquí?- al escuchar mi voz fue como si volviera al mundo real para voltear al vemer.

-Bueno quería...- su tono estaba muy bajo algo que me extreso un poco.

-Estabas preocupado por mi- le mezcle una pisca de sarcasmo y esperaba una respuesta igual para poder reírme, pero nunca llego.

-La verdad, si- se puso recto y serio, desvíe la mirada, su repentina preocupación por mi me incomodaba -No quería que recibieras toda la culpa tu, eso no es justo.

Di un suspiro aliviada, no queria que el se convirtiera en mi niñera, ese era mi papel vigilarlo. La unica razon por la cual esta tan interesado es por que su sentido de justicia lo obliga, yo no le importo en lo absoluto, sin embargo al pensar eso me decepcione un poco y lo olvide rapido -Si gracias a lo justo estamos castigados.

Una sonrisa burlona marco su rostro, divirtiéndose por lo que paso -Y es muy malo, es verdad tu nunca te metes en problemas chica lista.

-¿De que estas hablando?

Poso las manos en los bolsillos de la sudadera -Solo digo que supongo que eres la típica niña buena.

-Tu ni me conoces, pero tranquilízate me conocerás mejor porque tenemos que limpiar el almacén de armas.

Se puso fastidiado, veía que no quería pasarse su tarde limpiando un almacén -Espera; limpiar que no hay algo mejor-

-Quien diría que el hijo del dios de los mares no le gustara la limpieza- cruze mis brazos, con la unica intención de fastidiarlo.

Alzo una ceja en señal de confusión -Ahora ¿Qué estas hablando tu?-

-Me explico- imite una voz grave para sonar más dramática -¡El gran señor de los océanos y las aguas! Con un hijo que no le gusta estar limpio es ironía ¿no lo crees?

-Haber tu eres la que estas confundida, que me guste estar limpio, a que no me guste limpiar es otra cosas- No le iba a decir que tal vez halla ganado esta vez y es por eso que decidí cambiar de tema.

-Si bueno, sea lo que sea, tendrás que aguantarlo por que debemos comenzar si queremos terminar al anochecer. Solo dejame ir a mi cabaña y nos encontramos en este punto como en media hora para que te muestre donde esta ubicado la armería- no dijo nada más ni siquiera un "Ok" solo asintió y se fue.

Por otro lado debía apurarme, no tenía mucho tiempo para todo lo que queria hacer. Corrí hacia mi cabaña, gracias a los dioses que no estaban mis hermanos, no quería dar explicaciones sobre donde pase la noche, tuve el baño mas rapido de mi vida suficiente para deshacerme de la mugre y relajarme un poco.

Lastima que mis camisas del campamento no estaban limpias. Tuve que usar una franela suelta que me habia obsequiado mi padre hace poco, no quería tenerla para limpiar un almacén pero tampoco poseía muchas opciones. El me la regalo en mi cumpleaños, suerte que ya teníamos más comunicación, incluso me dijo que mi madrastra habia escogido el diseño con un gran búho gris en el medio, se notaba que ella se esforzaba en recordar mis gustos. Decidí combinarlos con un jeans viejeos rasgados y mis tenis usuales negros, nada del otro mundo.

Descubriendo tu pasado ||Percabeth|| ganadora en los #NACWARDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora