Hogar temporal

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-Emma ¿qué demonios estas haciendo aquí?-preguntó una muy sorprendida Sarah.
-Pues como ya te dijo necesitó tu ayuda.
-Pero podrías haberme llamada aún que sea. Yo no sabía que tu vendría, ni siquiera sabía si tu aún estabas...-dejó la frase incompleta, yo sabía a lo que se refería. Ella no suponía que Emma aún estuvieron viva. Sarah paso las manos por su rostro y miro al suelo el cual, suponía que se encontraba muy interesante.
Levantó la mirada hacia Emma, abriendo los ojos como platos. Ella se asustó por la cara que había puesto su tía y la miro interrogante, pensando en que podría haber pasado, cuando su tía exclamó- tu cabello esta...-tomo rápidamente un mechón de su cabello y lo contempló. No estaba en su color natural pelirrojo, sino que ahora estaba rosado y con mechas verdes. Emma abrió los ojos sorprendida. Su tía la seguía mirando asombrada-¿qué demonios? Emma explicar que esta pasando, ahora.
Observe a Sarah durante unos minutos, no sabía como explicarle algo que ni ella misma podía entender.
-Pues hace tres días me escape de casa, por temas que realmente no importan. Luego de eso se presentó una mujer diciéndome que tenía una carta para mi, en la cual decía que había sido invitada a ir el colegio, mejor dicho a un internado. También me dijo que empezaban las clases el 1 de septiembre y yo le dije que si quería asistir, pues no tengo a nadie aquí con los que me pueda quedar-termine de explicar, tratando de evitar todo lo relacionada con lo mágico- con mi cabello, pues no hay mucho que explicar por que yo tampoco entiendo bien que es lo que esta pasándole, pero tía Sarah si tu me dejaras quedarme contigo estos últimos días me ayudarías muchísimo. No tengo a donde ir- mi voz se quebró al decir esto último, pero me recompuso rápidamente y mire a Sarah en espera de una respuesta.
-¿Donde esta Kyle, Emma?-dijo ella interrogante y con una mirada de lástima en sus ojos. Emma simplemente se limitó a negar con la cabeza, mientras contemplaba el suelo- De acuerdo- dijo al fin rendida-puedes quedarte, pero si piensas volver luego del internado me avisas, las puertas de mi casa están siempre abiertas Emma y debes saberlo.
-Muchas gracias tía Sarah-dijo ella feliz, que sin darse cuenta su cabello había pasado a ser violeta.
-Tendré que acostumbrarme a eso-dijo Sarah señalando su cabello. Emma se limitó a sonreír por primavera vez después de tanto tiempo, esa sonrisa era verdadera y reflejaba toda la felicidad que en ese momento sentía.

Emma BlooderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora