Los dos-Capítulo 1: El rubí de las mil almas y el diamante maldito

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En un callejón oscuro, Naiara y Maicol se encontraban caminando. Hacia solo unos días de lo sucedido, aun así ellos no eran tan cercanos, ella era una persona muy cerrada y él aunque tenía un carisma innovador no podía acercarse a su corazón.

― ¿Por qué tengo que trabajar contigo? ― ella pregunto.

― No lo sé, Miguel lo pidió, por eso supongo ― Maicol con una sonrisa le contesto.

― Soy una purificadora, una "cuida almas", este no es mi trabajo ¡Tu! "cazador de demonios", deberías hacer este trabajo, no debí ayudarte aquella vez.

― Estamos del mismo lado, no tienes por que enojarte.

Naiara suspiro y le contesto.

― Tienes razón, terminemos con esto.

La razón por la que estaban allí era por que debían investigar algunos tipos de demonios que estaban haciendo sus malvados delitos. Miguel pensó en ayudarlos, para que resolvieran los asuntos que ellos tenían pendientes, sobre todo para atrapar a ese demonio llamado Juan, recomendó que hicieran equipo ya que los dos tenían el mismo enemigo. La investigación los llevo hasta este lugar y estaban preparados para descubrir cada pista.

Al entrar en un portón bien grande, descubrieron que del otro lado solo había un estacionamiento. Al parecer los demonios no estaban allí.

― Estate alerta ― dijo Naiara sacando su arma.

― Dimitri tenía un arma parecida a esa ¿Cómo funcionan?

― Solo disparas y espantas a las auras oscuras, solo los demonios B y C pueden ser debilitados con esto.

― Entiendo ― contesto Maicol recordando a Dimitri ― ¿Dónde estará? El siempre regresa.

― Puede que lo hayan capturado, de todos modos concéntrate, luego averiguaremos, pero ahora nos están observando.

Desde el piso de arriba varios demonios estaban mirando, uno de ellos salto y luego atrás de el fueron los demás. Estaban rodeados y estos demonios se reían muy locamente. Comenzando a atacar, Maicol esquivaba sus garras y Naiara les disparaba. De esta forma él los distraía y ella terminaba el trabajo, pero uno de ellos se les escapo y tuvieron que perseguirlo hasta lo más alto del edificio.

― Nunca les diré nada ¡¡Nunca!! ― gritaba el demonio mientras se tiraba del 7mo piso.

― Vamos, sigámoslo ― grito Naiara.

― Estas loca, es muy alto ― exclamo Maicol.

De pronto una luz salió de la espalda de Naiara y unas alas resplandecientes comenzaron a aletear. Agarro su mano y se tiro.

― ¿Qué estás haciendo? ¡Tú también! O lo perderemos.

― Prefiero esto ― Maicol soltó su mano y se lanzó directo hacia el demonio.

Lo agarro pero se golpearon tan fuerte que quedaron mareados. Naiara baja en ese momento y guarda sus alas.

― Que idiota, de verdad no sabe nada, pero bueno, al menos lo atrapo ― ella sonreía mientras observaba la escena.

Un rato después el demonio despertó y lo tenían atado a uno de los postes de luz que no funcionaban dentro del callejón oscuro.

― ¿Para quién trabajas y donde está tu jefe? ― Maicol le pregunto.

― No diré nada, ya lo dije.

― Olvídalo, no hablara, sigamos nuestro camino, me acaban de avisar que hay otra pista ― Naiara explica.

Antes y después de mi muerte (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora