La princesa.

1.5K 110 12
                                    

Mientras tanto hace 10 anos atrás, en un lugar muy alejado de la cuidad una nave aterrizo en la tierra. La mujer bajo a paso lento mirando hacia todos lados dándole a su rastreador buscando a esa persona que tantos anos no veia. Mientras que un hombre a su lado bajaba cauteloso de la misma manera.

-Que mierda de planeta fue a parar Vegeta.- dijo la mujer mirando hacia todos lados.

Aun no podía creer que el príncipe de los sayayines había caído en un planeta con personas tan débiles. La princesa estaba molesta, tratando de buscar a Vegeta pero esta no lo encontraba con el rastreador.

-¿Qué quiere que hagamos princesa?- le pregunto el sayayin tranquilamente. --Conquistamos el planeta?-

-Bueno la verdad no se me apetece por el momento. Lo que si me gustaría es estudiar esta sociedad terrícola. Mezclaros con ellos será divertido.- dijo esta curvando una sonrisa mirando al sayayin.

-No me gusta la idea princesa Nash es mejor conquistar este planeta de una buena vez...y de paso plantar el árbol sagrado.- le dijo el sayayin algo molesto.- Me gustaría hacerle una visita a mi hermano.-

Nash lo miro de mala gana tomándolo por el puno y apretándolo con fiereza.

-Recuerda con quien estas hablando soldado Turles...que no se te olvide...- le sentencio mirándolo de mala gana soltándolo.

Vegeta cuando nos logremos mezclara con estos débiles y logre entender esta sociedad juro que ire a buscarte y reclamare lo que es mió.- pensó la princesa curvando una sonrisa.

En la actualidad....

Nash caminaba a pasos decididos hacia su oficina. Sabia que con solo su mirada imponente hacia intimidar a todos sus empleados de la compañía. En esos diez anos se hizo de dinero y poder. Tubo que cortar su cola pero eso era lo de menos. La verdad si le gustaba pelear y tener fuerza pero tener una vida terrícola resaltaba ser algo más emocionante. Nash se miro al espejo viendo su cabello corto que le llegaba a los hombros con suma elegancia. Se sonreía a si misma mordiéndose el labio sabiendo que pronto vería a Vegeta. De tan solo pensar en eso le daba mucho placer. En ese momento su soldado Turles entro a la oficina. Estos ya sabían de su ubicación pero ella quería esperar en hacerse la mujer que ahora era dejando a un lado un poco a la guerrera.

-Saldre en seguida princesa Nash.- dijo Turles con normalidad.

-No vayas volando Turles...le quitaran la diversión.- le dijo Nash sonriéndole al sayayin este le correspondió de la misma manera. Dirigiéndose hacia las montanas Paoz a darle una visita a al príncipe de los sayayines que casualmente Turles sabia que era exactamente en la casa de su hermano Kakaroto.

CONTINUARA...

Mis memorias lllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora