La promesa.

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Aun no puedo creer que mi hija ya no viva con nosotros la extraño demasiado...pero todo me lo tenia que tragar aun que sabia que mi esposa se daba de cuenta. Casi la llamaba todos los días para preguntarle si estaba bien. La verdad Viki no dejaba de impresionarme la manera de hablarme era muy fluida como la de su madre, no me temia si no me respetaba. Amaba a esas dos mujeres con locura, tanto que habeses me daba miedo. Jamas en mi vida había experimentado esa clase de sentimiento. Ame a Bulma no lo niego pero Milk era bastante diferente. Aun recuerdo una vez las palabras del insecto de Nappa antes de partir hacia la tierra. Este me había dicho algo sobre la ley de la igualdad de los sayayines en donde el guerrero senala a su hembra como pareja por siempre. Igualándolo ya sea en algo que se sienta idenficicad como fuerza, inteligencia, valor, carácter etc. Me acuerdo que me rei por semejante estupidez pero ahora tengo que aceptar que Milk era mi igual.

No solamente era fuerte si no inteligente, siendo una mujer mas apasionada que Bulma. Me encantaba estar con ella, era embriagador y me brindaba una paz que jamás en mi vida habia sentido. Su belleza me enloquecía esa belleza rara y escondida de ella que solo en la intimidad de la cama dejaba salir. Mierda Milk me enamore de ti como jamas pensé enamorarme y estar lejos de ti era el infierno.

Milk había decidido ir a trabajar asi que me quede solo en la casa metido en la capsula de gravedad. Pero algo ese día me llamo la atención un ki elevado que se aproximaba con rapidez. Sali hacia fuera para ver de quien demonio se trataba algo asustado ya que hacia mucho que no sentía un ki tan poderoso como ese. Viendo como el insecto de Kakaroto salio de un auto lujoso vestido con ropa de oficina. ¿Como demonios estaba con vida? Me dirigi hacia el de mala gana viendo como curvaba una sonrisa petulante rara en el.

-¿Qué demonios haces aquí kakaroto? ¿ Acaso reviviste?- le pregunte de mala gana mirándolo mal.

-Vaya ya veo que conociste a mi hermano gemelo príncipe Vegeta. Que pena que este muerto me hubiera gustado matarlo yo mismo en persona.- me dijo este muy divertido poniendo sus manos en el bolsillo.

Yo me quede perplejo...asi que ese insecto no era Kakaroto si no su hermano gemelo Vaya que sorpresa gusano tienes un gemelito suelto. Aun asi no baje mis defensas sin apartar los ojos del idiota ese.

-Mi nombre es Turles y si lamentablemente soy el hermano gemelo de Kakaroto. Pero no e venido a hablar de mi si no a entregarle esta carta.- dijo Turles respetuosamente curvando una sonrisa poniendo un pedazo de papel en mis manos.

Lo tome de mala gana sin entender como demonios un sayayin de clase alta estaba muy tranquilamente parado en frente de mi vestido como terrícola.

-La princesa su prometida Nash desea verlo alteza.- dijo este como si nada.

MIERDA ¿QUE NASH ESTABA EN LA TIERRA? ESTABA JODIDO COMPLETAMENTE JODIDO. Imaginaba que ella había sobrevivido al ataque del planeta Vegita pero ¿Cómo demonios me había encontrado? Demonios me quede paralizado temblando de pies a cabezas viendo como el gusano de Turles se iva con una sonrisa burlona. Maldita sea abrí la carta con manos temblorosas respirando con dificultad.

Te espero mañana en este restaurante, los datos están en la parte de atrás de la nota y no faltes o me veré obligada a visitarte en tu linda casa de las montanas.

Nash.

Tome la carta arrugándola con rabia y tirándola hacia el suelo. Carajo.. no tenia elección tenia que verme con esa maldita si es que quería evitar la destrucción de todo el planeta imaginando que en todos estos anos había incrementado su nivel de pelea. Además de eso no podía dejar que se acercara a Milk y a mis hijos. Suspire soltando un gruñido...las cosas se pondrían feas muy muy feas.

Volvi a casa muy tarde suspirando muy cansada. Sabia que Vegeta estaría furioso por llegar a esas horas pero al menos le traje comida del restaurante y se que eso le haría feliz. Entre a la casa dejando el uniforme de Chef en sima del sofá entrando a la cocina poniendo los paquetes en sima de la mesa. Me solté el cabello y tome algo de agua suspirando hasta que una voz me hizo saltar.

-¿Qué son estas horas de llegar mujer?- me asusto Vegeta desde la entrada de la puerta de la cocina.

-Mierda Vegeta me asustaste...- le dije de mala gana poniendo el baso en el fregadero.

Este tenia las manos cruzadas en su pecho y me miraba con seriedad. Sabia que mi esposo estaba muy molesto y la verdad yo no quería discutir.

-Lo siento amor es que había mucho trabajo sabes como se pone los viernes en el restaurante.- le dije monótonamente sacando la comida de las bolsas.- Pero mira te traje comida y tu preferi...-

Vegeta me tomo como siempre desprevenida dándome un beso en la boca. Pensé que seria violento como siempre pero fue un beso gentil, suave y lento. Tanto que pude disfrutar de su aliento a menta y de su olor. Lo bese de la misma manera, acariciando su cuello y sus hombros con suavidad gimiendo muy por lo bajo. Vegeta me abraso con fuerza, sin querer soltarme ni mi boca. Algo te sucede sayayin te conozco bastante bien. En ese momento logre separarme un poco de el para poder hablarle a penas casi ya que estaba muy cerca de su cara y de sus labios.

-¿Pasa algo amor?- pregunte muy preocupada miranda mi esposo.

-Mujer... ¿tiene que pasar algo para que te bese?- me pregunto muy serio.

-No es solo que...- comencé pero este me callo nuevamente con suavidad.

Este suspiro en mis labios moviéndolos lentamente, metiendo su lengua dentro con la misma suavidad y calma, como si quisiera saborear mi boca y cada centímetro de esta. Este se separo un poco de mi besando mis mejillas rozando su rostro en el mio con los ojos cerrados.

-Sabes que te amo mujer y a mis hijos....- me dijo en un susurro aun sin mirarme.

-Lo se amor...-conteste con suavidad.

-Sabes que no puedo vivir sin ti...-

-Amor me estas asustando.- ahora si estaba raro.

-Prométeme que siempre me amaras Milk.- me dijo abriendo sus ojos aun sin separarse de mi con una voz muy suave tanto que me hizo derretirme.

-Siempre lo are amor ¿por favor dime que pasa?- conteste muy preocupada y algo alarmada.

Este se quedo callado mirándome a los ojos. Me beso nuevamente pero esta ves mas fuerte como desesperado obligándome a gemir aferrandose amas a mi. ¿Qué te pasa mi amor? ¿Por qué actúas así?

-Yo jamás te dejare de amar mujer...por mi honor de sayayin lo juro, siempre serás mia y yo tuyo.- me dijo curvando una sonrisa mordiendo un poco mis labios pero sin dejar a un lado esa mirada melancólica.

Yo lo bese y lo abrase sintiéndome como mierda sin saber por que. Ignorando todo lo que había en mi alrededor perdiéndome en los fuertes brazos y el cuerpo de mi imperfecto y orgulloso esposo. Vegeta se que estas roto...pero yo también lo estoy.


Mis memorias lllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora