6.

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Ryann.

Cuando apenas llegamos a la planta baja, noté el clima a través de los vidrios: la jodida lluvia. Y eso era la gota que derramaba el vaso. Entonces, además de tener que estar con el idiota más grande del mundo, debería aguantarme el penoso clima.

Qué mierda.

Desvié la mirada, encontrándome con un Logan idiota mirándome fijamente. Le dediqué una cara de pocos amigos, aunque en realidad no estaba de malhumor, estaba sintiendo algo... extraño. Y prefería no profundizar en eso, porque esperaba que esa sensación sea porque él me daba asco.

-¿Cuántos años más deberé esperar?-preguntó de repente, lo que me hizo mirarlo confundida-. Debemos comprar cosas, ¿lo recuerdas, pequeña zorra? ¿O es que quieres seguir pensando en mí?-se burló.

-No estaba pensando en ti, idiota de mierda-contesté casi a los gritos–. Y me estresa demasiado que me llames así, ¿puedes pa...

–No me interesa.–me interrumpió, pasando sus manos por su cabello azabache. Acto seguido comenzó a caminar hacia la puerta principal del edificio.

Frustrada, caminé hacia él e introduje la llave en la puerta, girándola varias veces para poder abrir. Para mi desgracia, ésta no abría. Comencé a girarla de un lado al otro, sintiendo como la impaciencia me abordaba. Sin embargo, seguía sin abrir. Maldecí por lo bajo, moviendo la llave de una manera más brusca y violenta.

Cuando iba por la tercera o cuarta vez que intentaba abrir, noté como una mano me quitaba las llaves de las mías. Miré hacia arriba, encontrándome con sus ojos grisáceos. Su mirada era penetrante hacia mí, tan profunda que causaba algo de misterio en su aura. Quede hipnotizada unos segundos en sus ojos, en su color, en las líneas alrededor de sus pupilas dilatadas. Me perdí en el color azul, diferenciando algunos tonos grises entre tanto mar azul. Sus ojos eran realmente únicos y misteriosos.

-Eres muy lenta-me dijo con algo de impaciencia, haciendo que volviera a la realidad. Me sentí completamente humillada por mis anteriores pensamientos.

Me apartó del medio, quedando sólo él enfrente de la puta puerta. Introdujo la llave, y la giró hacia un lado.

La jodida puerta se abrió.

Con una expresión indiferente, salió al exterior, importándole una mierda la lluvia. Caminé detrás de él, aún humillada, quedándome bajo el angosto techo que tenía el edificio afuera.

-Mi auto está al fondo del estacionamiento, así que vas a mojarte-me avisó, pero yo le dediqué una cara de pocos amigos-. Pero no creo que te importe, porque tú ya debes estar acostumbrada a mojarte-continuó, haciendo énfasis en la última palabra.

¿Qué mierda acabó de decir? ¿A qué se refería? Frente a mi cara de confusión, él agregó:

-Ya sabes a lo que me refiero.

Sin dejarme responder, comenzó a caminar debajo de la lluvia. Su cabello oscuro se pegó a su nuca y a los costados de su rostro, al igual que su ropa a su piel levemente bronceada. Él caminaba normalmente por las calles, sin darse cuenta de que yo aún seguía bajo el techo del edificio. La lluvia era demasiado fuerte, y yo estaba desnuda; llevaba apenas unos shorts oscuros, una camisa de tirantes color lila y unas zapatillas que dejaban descubierta la parte delantera de mis pies. Además, como si fuera poco mi desnudez, yo era de esas personas que si una noche pasaban frío, al otro día se resfriaban terriblemente.

Instantes después de caminar bajo la lluvia, Logan se dio la vuelta. Al parecer, se acababa de percatar de que no se escuchaban pasos detrás de él. Sus ojos se clavaron en mí, mientras más gotas caían en su piel. Él suspiró audiblemente, y se dirigió hacia mí. Pude notar en su expresión que su paciencia se había ido a la mierda.

Bad Girl (B.G. #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora