Bad Girl (B.G. #1)

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Ryann.

-Quédate a dormir, por favor-le rogué, tomando sus hombros con mis manos-. Sabes que no me gusta estar sola en mi casa. Y amo estar contigo.

Me sonrió de lado.

-Me quedaré. No te preocupes, hermosa.

-¿Hermosa?-pregunté, sintiendo mis mejillas sonrojarse un poco. Creía que era la primera vez que me llamaba de esa manera.

-No me mires así. Es un apelativo sincero. Eres hermosa, y lo sabes.

-Para ti-susurré, abriendo la puerta de mi habitación. Al mirarlo, estaba rodando los ojos.

-Tú siempre tan optimista.

Entramos al cuarto, cerrando él la puerta detrás nuestro. Le eché una rápida mirada al lugar, asegurándome de que ningún sostén ande tirado por algún lado.

-¿Te tienes que cambiar o algo?-preguntó, caminando a mi lado.

-Sí, sí-dije, dirigiéndome al armario. Oí el ruido de algo pesado caer a mi cama, y supuse al instante que Logan ya se había puesto cómodo.

Tomé un pantalón largo a cuadros y una remera de mangas cortas, sintiendo toda mi piel erizada. Tenía dos alternativas: cambiarme en el baño, que era una mala decisión sola y únicamente porque tenía miedo de salir sola en la oscuridad al baño, o cambiarme enfrente suyo, lo que seguía siendo vergonzoso aunque él tuviera un recuerdo vago de mi cuerpo desnudo.

Afortunadamente, existía la ropa interior.

-No mires-le ordené, girándome hacia él con ropa en mano. Me miró desde la cama, arqueando las cejas.

-No te prometo nada.

Puse los ojos en blanco, volviendo a darle la espalda. Lentamente, fui bajando mi kigurumi, sintiendo mi piel erizarse cuando cada espacio de ésta era liberada de la ropa. Además, sabía perfectamente que él me estaba mirando fijamente. Pasé con rapidez el traje por mis pies, quedando en ropa interior frente al depredador que tenía detras mío.

Oí que este silvó a mis espaldas.

-Qué buen culo-dijo, y me giré hacia él para mirarlo fijamente.

-Dices eso porque no has visto el tuyo, cariño-Le lancé un beso, volviendo a lo que hacía.

-¿Qué? ¿Quieres verlo?-Su voz fue suficiente para que dejara de vestirme y caminara hacia él. Yo aún seguía en bragas y sostén.

-¿Sabes qué?-Me posicioné al costado de sus piernas, apoyando parte de mi cuerpo encima suyo. Sus pupilas comenzaron a dilatarse-. Me encantaría verlo, pero hoy es el día de otra cosa, Logan.

-¿Ah, sí?-Noté el esfuerzo que él hacía para no estar nervioso.

-Sabes que amo hacerte sentir bien, ¿o me equivoco?

Su mirada permaneció en mí unos segundos. Tenía una idea de lo que pensaba: quizá Logan tenía los mismos planes que yo tenía con él.

-Yo también amo hacerte sentir bien-Genial, me estaba siguiendo el juego.

-Apuesto a que yo lo hago mejor-Una sonrisa ladeada se plasmó en mi rostro, quitándole toda duda de lo que realmente era capaz de hacer. No tenía vergüenza de nada.

-¿Sí? ¿Cuánto quieres apostar por eso?

-¿Dinero?-cuestioné. Al instante se rió, porque mi respuesta había sido muy estúpida. No necesitaba dinero, ni ningún objeto material. Lo quería sola y únicamente a él. Quizá había respondido eso porque había sido lo primero que se me había ocurrido.