¿Por que yo? No voy a entrar ahí, ese tubo es claustrofóbico. Zoe podrá manejarse bien en él, pero yo no creo que pueda. Y sus amigos... Parecen majos, pero están de acuerdo en que yo entre en esa máquina.
-¡Va, venga Aiden!- dijo Zoe, estaba animándome a que entrase ahí. Pero no pensaba moverme ni un paso. Al fin, alguien habló. Creo que se llamaba Leyna.
-Si no quiere hacerlo, dejarle. No somos nosotros quienes debemos darle ordenes.-
-Vale... tienes razón- dijo Zoe. -Pero que vamos a hacer con este cacharro. Quiero decir... que donde le vamos a dejar.-
-No importa, le dejaremos ahí y si le pasara algo. Nadie se dará cuenta.- respondió Fernando
Asentimos y salimos de la nave. Parecía que ya se había hecho medio día. Y hacia bastante sol, sumado a una temperatura agradable. Al salir fuera, Fernando aspiro y dijo:
-Se ha quedado una buena mañana.- pasaron unos segundos- ¿por donde te ha llevado Zoe?
-Ah, pues... por la calle principal, mas o menos...-
En ese momento salió Zoe, junto a Leyna y Eddy.
-Eh Fer, dime que hora es.-
-Las 11:30 yo creo.-
Ah, pues me tengo que ir. Tengo unos asuntillos que resolver.- miró a Eddy y el asintió. - ¿No te importaría terminar el tour por la ciudad con Aiden?
-No pasa nada-
-Bien, ¡adiós!- y se fué.
-Sigamos... lo último que viste fué... -
-La tienda de antigüedades.-
-Entonces solo te falta por ver el taller y poco más.-
Y Fernando y yo nos pusimos en camino hacia el taller.
Abrió la puerta, y sonó el tintineo de unas campanitas que estaban puestas sobre esta. El recibidor estaba lleno de figuras y objetos artesanales, pero ni rastro de una persona por ahí. Cuando de unas cortinas que seguramente llevaban a la parte de atrás de la tienda, salió una joven de pelo castaño y con una amplia sonrisa. Llevaba un pañuelo en la cabeza y un delantal lleno de aceite negruzco. Olía a serrín y a una mezcla de ácidos y quemado.
-¡Ah, hola Fer!- dijo la muchacha.-¿Qué te trae por aquí? No me has encargado nada.-Ah, nada. Sólo estoy enseñando el clan a mi amigo-
-Genial.- me giró hacia mí.- Encantada de conocerte, Me llamo María.-
-Aiden, mucho gusto-
-¿Que te traes entre manos últimamente?-
-Lo de siempre, algún que otro motor estropeado o algún trabajo con madera, sillas rotas, mesas rayadas...-
Mientras Fer y María hablaban. Yo di una vuelta por la tienda. Realmente era una manitas. Había decenas de objetos diferentes.
Paso el tiempo, y al fin salimos de la tienda. Pasamos por otras tiendas, alimentos, de segunda mano... Y llegamos a una parte oscura de la civilización. Era un punto en el que pasaba de ser colorido y luminoso a estar sucio y sombrío. Un siniestro silencio recorría la zona. Fernando no pasó de ese límite.
-Llegamos al final de Infinity-
-¿Que hay a partir de aquí?- pregunté
-Es donde viven los expulsados. Los que incumplen las leyes del clan.- se mostraba serio -Ni se te ocurra pasar de este límite, es muy peligroso.-
Asentí.
-Y no dejes que te lleve la curiosidad. Eso puede ser fatal.- entonces la seriedad seriedad se esfumó y volvió a hablar en su tono de siempre. -¡Y eso es todo! Ya va siendo hora de comer.- Se dio la vuelta y empezó a andar. Le seguí rápidamente y nos perdimos en el bullicio de la gente.
Desperté aturdida, de nuevo estaba en la habitación de antes. Me fijé en la marca de mi brazo izquierdo. Ex-000. Me levante del frío suelo y me acerqué a la puerta de la habitación. Que tenía una pequeña ventana que se podía abrir. Pero estaba atascada. Al lado de la puerta había un botón blanco. Lo pulsé y la pared junto con la puerta se volvieron transparentes. En la habitación de en frente había una chica más mayor que yo. Que su pelo estaba cambiando de un color castaño a un blanco puro. Sus ojos tenían unas grandes ojeras. Y estaba bastante flaca.
Volvió su cabeza hacia la mía. Nuestros ojos se toparon. Y me quise esconder. Pero ella se levantó y pulsó otro botón. Que estaba al lado de el que hacia translúcida la pared. Su voz sonaba como si estuviera junto a mi.-¿Eres nueva?-
Me encogí de miedo. Y abracé fuerte a mi conejo de peluche.
-Tranquila, estamos en la misma situación.-
Avancé lentamente hacia el botón. Le pulsé y dije algo.
-¿Quién eres?-
-Según esto de mi brazo... Suj.724 ¿Y tu?
-Ex.000-
-¿Ex.? Nadie de la habitación tiene esa marca.-
Miré hacia abajo. Hacia mi muñeco. Que era el único objeto que ahora me pertenecía.
-Bueno... No pasa nada.-
De repente, la puerta se abrió. Apagamos rápidamente los botones y me senté en el suelo.
Entraron en mi habitación, era el hombre de antes.
-Hola de nuevo, ¿hace mucho que estas despierta?-
Negué con la cabeza.
-Bien, ven conmigo. Vamos a hacerte unas pruebas.-
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Lucid Soldier [COMPLETA]
AdventureEl futuro ha llegado, y no es como en el pasado esperaba la gente. Hay caos y destrucción, el mundo esta perdido. Aiden es un joven solitario que vive apartado de la sociedad. Cuando conoce a Zoe su vida cambia, pero no se fía demasiado de ella. D...