Capítulo 15 Aiden

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La reunión estaba fichada para las once de la mañana, no muy pronto ni tampoco muy tarde. La agradable temperatura de estos días estaba empezando a variar, por la calle ya no había gente con manga corta y soplaba un molesto viento. El sol estaba oculto entre las nubes, no parece que el tiempo vaya a mejorar.

Delante del cuartel había un pequeño grupo de personas hablando animadamente. Estas formaban parte del escuadrón. Me disponía a entrar por la puerta, cuando de repente escuché las pisadas de alguien que corría hacia mí. Me disponía a darme la vuelta cuando el cuerpo que se acercaba a gran velocidad chocó e hizo que me tambalease.

-¡AIDEN, CHAVAL!- gritó la persona que se había agarrado a mi cuello, y me estaba revolviendo el pelo. -¡Que pasa tío!- al fin reconocí la voz. Era Kilian. El hámster hiperactivo.
-Hola Kilian.- dije con un hilo de voz, ya que me estaba estrangulando.
-¿Estas preparado para que nos den los horarios? ¡Yo estoy a punto de explotar de la emoción!-
-Si, pero suelta mi cuello. Que me estas ahogando-
-Ah, perdón- dijo junto con una risa nerviosa.
Recuperé el aliento y me aclaré la garganta.

-¡Hey, Hey! ¿Que horas te gustaría estar de vigilancia? Porque yo quiero por la noche, así monto una fiesta, y además si me entra sueño podría tirarme y contar las estrellas. Lo mejor sería gastar bromas a los demás del grupo, tengo una idea que estaba pensando, primero...-
Desconecté mi mente en ese mismo momento, sabía perfectamente que si Kilian abría la boca, no callaba por un rato, un largo rato. Asentía cada vez que se dirigía a mi.

Nos encaminamos hacia la sala principal, donde solemos hacer las reuniones. En el medio había una pizarra con un horario vacío. Zoe y Dan estaban hablando y él sujetaba una libreta con un bolígrafo. Otro grupo de gente estaba hablando alejados de ellos. Kilian ya estaba yendo hacia la gente. Seguí sus pasos. Distinguía la silueta de Owen y Fernando, que estaban riéndose a carcajadas por alguna broma.

Estuvimos un rato hablando, los chicos se reían de las anécdotas de Owen y sus fangirls piradas, de alguna tontería de Kilian. O de que chica del clan estaba más buena. En fin, típicas conversaciones de tíos.

-¡Atención! Acercaos todos a la pizarra.- dijo Zoe para llamarnos la atención.

Nos pusimos en semicírculo alrededor de esta.

Bien, vamos a proceder. Cada uno de vosotros vais a tener turnos de días impares o pares. Cada uno con horas distintas.

Ya habían terminado de decirnos nuestros horarios. Mis horarios eran: días impares, primer día: de tres a ocho de la mañana, con Kilian, Fernando y Dan. Tercer día: de una a seis de la tarde, con Owen, Abel y Zoe. Y así sucesivamente, El primer grupo me tocará de nuevo el día cinco, y el siete el segundo. Los días pares descanso.

-En todos los grupos supervisamos Zoe y yo. Aunque estaremos en el cuartel siempre que nos necesitéis.- dijo Dan. -En fin, los turnos empiezan mañana a las ocho. Recordad que es el día número uno, que es impar. Algunos no lo tendrán muy claro. No lleguéis ninguno tarde.-

Algunos suspiraron, otros gritaron de alegría. Otros no expresaban emoción.

-Ahora tenemos una sesión de entrenamiento. Hemos hecho un circuito con tres estaciones. En la primera, Puntería. La segunda, desactivar bombas (no son de verdad, siempre lo tengo que recordar). Y la tercera y última, torneo de lucha cuerpo a cuerpo.-

El entrenamiento empezó, después de unas horas, ya nos podíamos ir. Estaba de nuevo llenado a casa con Owen, hablábamos del día de hoy.
-Nos toca juntos en el segundo grupo ¿No? Y supervisa Zoe.- dijo Owen
-Si, menos mal que no es a muy mala hora.- dije yo
-Al final te pierdes mi cara de muerto.- rió él. -Entonces estamos nosotros tres.-
-¿No había un chico que se llamaba Abel?-
-No esperes verle por allí.-
-¿Huh?-
-No suele venir nunca, dice que tiene "problemas de salud". Pero casi todos los días esta dormido en la barra del bar de la plaza o tumbado en un edificio abandonado comiendo comida basura. Si se acercase por el cuartel, sería rodando. No se si me entiendes.-
-No se si tengo ganas de conocerle.-
-¿Con quiénes estas en el turno de noche?
-Pues... Con Dan, Fernando y Kilian. Creo recordar.-
-Madre mía, ¿Kilian por la noche? Vas a sufrir mucho, tío. Menos mal que supervisa Dan, si no, eso sería un desmadre.-
-Ya me lo dijo él mismo. Dijo algo de una fiesta.-
-Te deseo suerte en eso.-
-En fin.-

Paramos a por algo de comer en la panadería, ese lugar tenía dulces realmente deliciosos. Compré un bollo relleno que estaba recién hecho. Era agradable, me mantenía las manos calientes. Empezaba a soltar vaho al respirar.
-No me jorobes, hombre. Hace un frío que pela.- dijo Owen tiritando. -Mejor tendríamos que volver a casa.-
-Cierto.- dije
-Suerte mañana. Esperó que Kilian no te mate por la noche. Hahaha.-
-Sería un gran alivio que me dejase vivir.- bromeé.

Subí a mi piso. Me tomé una ducha de agua caliente. Me cambie de camiseta, dejé la camiseta blanca (ya no tan blanca) en una caja llena de otra ropa que al cabo de un tiempo llevaría a lavar. Me puse una camiseta de manga larga negra de algodón y unos vaqueros largos. Saqué la silla del escritorio que se encontraba al lado de la puerta de la habitación, estuve toqueteando los aparatos de mi chaqueta. Pasó el tiempo muy deprisa, debían ser las seis. El cielo estaba de color carmesí, algunas nubes rojizas estaban desperdigadas por el cielo. El tiempo es extraño. Me froté la nuca y cogí una bolsa de comida que guardaba en uno de los cajones del armario. Se leía "patatas fritas", un alimento de moda en el clan. He oído que antes, comían eso, hace años.

Debería dormir ya, pronto me pondría a vigilar. Rezaré que Kilian no me mate.

Lucid Soldier [COMPLETA]Where stories live. Discover now