Capítulo 10 Zoe

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Ya han pasado tres días, ha pasado tiempo ya desde que Aiden llegó a Infinity. Se esta integrando bien. Sabía que si le presentaba a Fernando, a Eddy y a Leyna avanzaríamos más en socializarle. Bien, parece que hablo de el como si fuera un ser de otro planeta. Pero a primera vista, se ve que no es como todos nosotros. No esta acostumbrado a la gente, y menos a trabajar en equipo. Pero si hago que eso cambie, puedo hacer que se una a nuestro equipo. Y podré explicarle que esta pasando.

Llegué a la plaza. Donde siempre quedábamos cada mañana. Esta vez el había llegado antes que yo. Me acerqué a trote hacia él y paré a su lado. Me saludó y fuimos a dar una vuelta.

-¿Que te apetece hacer hoy? Podemos volver a la tienda de armas, te interesó mucho lo que había ahí... O ir al centro de operaciones de la ciudad, así puedes ver como controlamos lo que pasa en los alrededores de Infinity...-

-Tengo una pregunta- dijo Aiden.

-Ah, dime-

-¿Quién es el jefe del clan?-

Le miré extrañada, era la primera vez que sacaba el tema. Me lo ha puesto difícil, la verdad.

-Eh... Pues... Le conocerás a su debido tiempo-

Suspiró, creó que tiene curiosidad de saber quien es.

-¿Qué quieres ver entonces?-

Se encogió de hombros.

-Pues demos otra vuelta más a la ciudad. Para celebrar que es el último día para saber tu decisión de quedarte o no aquí.- dije mientras empezaba a caminar. Aiden empezó a seguirme acto seguido.

Paso una hora más o menos, nos acercamos a la zona del límite de la ciudad. A medida que nos acercábamos, Aiden parecía estar más nervioso. Que extraño. Sería por lo que le han contado de ella. Sobre los expulsados, supongo.

-Me dijo Fer que ya habíais pasado por aquí antes. Cuando yo no estaba.-

Asintió

-No tienes por que asustarte de lo que hay al otro lado... Quiero decir, que esta todo controlado. Si pasan del límite, puede haber consecuencias.-

De repente, un cubo de metal cayó al otro lado de la frontera. Hizo que nos sobresaltásemos. Pero Aiden parecía estar muy nervioso. Estaba sudando.

-Eh, tranquilo. Sólo era un cubo. Podría haberse caído por el viento... O tal vez...-

Volví a mirar hacia el otro lado. Había una silueta a lo lejos. En cuanto me giré. Esta empezó a correr. A medida que se acercaba, fui dándome cuenta de quien era.

-Aiden, vete de aquí- dije seriamente.

Estaba paralizado en el sitio. Y cada vez estaba más cerca.

-¡HE DICHO QUE CORRAS!-

Se abalanzó encima de mí. Directo a mi cuello. Aiden seguía parado. Intentando asimilar la situación.

Sus grandes manos apretaban lo más que podían. Le aparté ejerciendo fuerza con las piernas. Logré deshacerme de él y recuperar el aliento.

-Bien hecho, enclenque- dijo -Hiciste lo que te pedí. Ya no tendré que matarte.-

¿¡Que!?- dijimos Aiden y yo a la vez. Varias preguntas se me pasaban por la cabeza. ¿Por qué se conocían? ¿Qué le había dicho que tenía que hacer? ¿Por qué yo? Ah, espera. Esa si tiene respuesta.

-Mira Walter. Entiendo que sientas rencor. ¿Pero que pinta Aiden aquí?-

-Escuché rumores de una rata que había llegado nueva al clan. Y supuse que tu estabas detrás.-

-Por una vez razonas correctamente. Estoy impresionada.-

Arremetió de nuevo contra mi. Gritando de furia y apuntándome con su mugriento puño. Conseguí esquivarlo y ponerle la zancadilla. Al caer cogió mi pierna y tiró de ella. Hizo que yo también cayese al suelo. Me inmovilizó y empezó a asestarme puñetazos. Uno tras otro. Le di un codazo con mi brazo izquierdo. Lo que hizo que quitase las manos para agarrarse la cara. Escapé de nuevo de él, recuperé la postura y le propiné una patada en su lado derecho de la cara. Gritó de dolor. Entre tanto, intente recuperar el aliento. Un hilo de sangre corría por mi nariz y la mejilla derecha me palpitaba. La respiración de Walter estaba agitada y su cara expresaba una mueca insana. Esto estaba yendo demasiado lejos.

Puede que haya sido la culpable de haberle desterrado del clan. Pero su furia no va a ir a ninguna parte. En el lado de Infinity sólo conseguía que la gente le temiese. Al otro lado puede conseguir rehacer su vida. Aunque su pasado estará siguiéndole a donde vaya.

Volvió a levantarse. Pero en vez de ir contra mi, como pensaba. Fue hacia Aiden. Le cogió del cuello de su chaqueta y le alzó en el aire. Esa escena se había dado antes igual, pero en vez de Eddy, era Aiden. Se intentaba deshacer de las grandes manos que le agarraban y daba patadas hacia todas las direcciones.

-Ya que un combate cuerpo a cuerpo no sirve, tendremos que recurrir a otros métodos.- dijo junto a una risa psicópata.

-Suéltale- le ordené.

-Lo haré, con una condición.- hizo una pausa, esperando a que dijera algo - Tendrás que sacarme de aquí.-

-Ni en sueños.-

-¿Tu crees?- levantó aún más a Aiden, este soltó un pequeño grito.- Si te niegas, algo malo puede pasarle.-

Esta vez fui yo quien arremetió contra él. En un intento desesperado de hacer que bajase a Aiden. Pero debería haber pensado más en mis movimientos, ya que Walter me apartó de un golpe. Me deslicé por el suelo unos metros, volví a levantarme. Estaba empezando a cansarme. Tenía que bajarlo de ahí cuanto antes. Pensé en que punto debía golpear. Le analicé pensando en todos los encuentros que tuve con el anteriormente. Su pequeña navaja que colgaba de su pantalón. Su brazo en tensión agarrando a Aiden... Eso es.

Avancé ágilmente, di un salto, junté ambas manos y golpeé desde arriba a la articulación del codo de Walter. Le lanzó hacia la pared, pero logró levantarse. No había sido una caída muy fuerte. De nuevo aproveché a que no podía moverse para quitarle la navaja y dejarle desarmado. Lo había conseguido.

Debido al jaleo que estábamos armando, llegaron refuerzos. Fer estaba entre ellos con una pistola en la mano. Apuntaron a Walter. Cuando se quiso dar cuenta, estaba rodeado e indefenso. Se colocó las manos en la nuca, señalando que se rendía, que no quería más problemas. Estaba satisfecha. Corrí hacia Aiden para ver si estaba bien. No tenía magulladuras, sólo estaba sorprendido. Fernando se acercó a mi:

-¿Estas bien?-

-Perfectamente- aunque tenía la mejilla llena de sangre seca.- Después haré un informe de lo sucedido. Tendremos que ponerle la pulsera transmisora a ese canalla. De momento, metedle en una celda en el ayuntamiento.

-Vale.- dio unas palmaditas en el hombro a Aiden y se fue junto al resto de la patrulla. Que esta estaba con Walter. Por fin se haría justicia con él.

A medida que se fueron alejando. Suspiré aliviada, me estiré e hice crujir mis nudillos.

-Esto no se ve todos los días. Y que sea un expulsado con ganas de venganza es más difícil aún.- hubo un corto silencio

-¿Eres la líder del clan?- preguntó Aiden

-Ah, pues... Puede que si.- admití. Pensaba decírselo más tarde. Cuando ya estuviese en el clan.- Me encargo de la seguridad del clan, de las negociaciones y de que todo vaya bien.

Pareció entenderlo ya que acto seguido asintió.

- Bueno, pues tengo un merecido descanso. Y tu también. Así que nos vemos a las siete en el ayuntamiento. Así tendremos tu veredicto final. No llegues muy tarde. Es casi mejor que llegues más pronto. ¿De acuerdo?-

-Vale...-

Y volvimos a nuestras respectivas viviendas. Para intentar olvidar lo ocurrido, aunque no será fácil para ninguno de nosotros.

Lucid Soldier [COMPLETA]Where stories live. Discover now