Lucid Soldier [COMPLETA]

Capitulo 19 Zoe

-Zoe, te presento a Anti-Zoe.-

-Ufufu, mucho gusto.- hizo una pequeña reverencia.

-¿Pero qué...?- estaba sin palabras, esa chica se suponía que era yo. O más bien lo contrario a mí. Tenía el pelo negro un poco más largo que el mío, aunque estaba colocado de una manera similar. Sus ojos eran de color carmesí intenso, parecía que te iban a abrasar si los mirabas fijamente demasiado tiempo. Su manera de vestir era también parecida a la mía, pero predominaban colores oscuros. La complexión... ¿Que podía decir? Exactamente como yo.

-Como puedes ver, eres tú pero mejorada.- Se puso al lado de mi clon. Y empezó a mostrarla como si fuera un maniquí de exposición. -Tiene tus capacidades y mucho más que eso. Va a ser una sustituta perfecta.- se frotó las manos de forma diabólica.- Eso quiere decir que vamos a prescindir de tus servicios de ahora en adelante. Eso quiere decir que te eliminaremos.-

La palabra se me quedó flotando en mi cabeza. Dí un paso atrás y me puse en posición de combate.

-Pues elimíname si puedes.-

-Con que esas tenemos ¿Eh? ¡Ve a por ella!-

-Como desees.-

Dió un salto hacia mí, con una fuerza increible. Conseguí pararla con mis antebrazos, que protegían mi torso. La aparte bruscamente hacia uno de los contenedores, eso la iba a distraer por un rato.

Miré hacia donde estaban mis compañeros. Varios estaban mirándome, otros estaban junto a Aiden. Había aprovechado que James no estaba mirando para encontrar la forma de desactivar la jaula.

Volví a mirar a Anti-Zoe que estaba junto a los restos de una de las grandes cápsulas, el agua anaranjada había encharcado parte del laboratorio y ella estaba intentando levantarse de entre trozos de cristal.

-¡Maldita...!- gritó con furia.

Se levantó instantáneamente. Tenía varios cortes sobre su piel, pero no la frenaban para lanzarme un contraataque. Extendió la mano hacia mí, sus ojos se encendieron. Un aura roja me rodeó, y me lanzó hacia una pared metálica. No fue agradable. La cabeza me palpitaba de dolor.

Me levanté del suelo y un puño se estampó contra el lado derecho de mi cara. Hizo que me tambalearse. Yo también podía usar sus trucos. Mis ojos emitieron un fulgor azulado. Elevaron a Anti-Zoe por los aires, que era incapaz de moverse. Sus ojos se volvieron a encender e inhabilitaron mi capacidad de respirar. Mi vista se empezó a nublar de nuevo. Caí al suelo, sujetándome el cuello. Ella aterrizó grácilmente. Se acercó lentamente hacia mí.

-Tus esfuerzos son inútiles. Deberías dejar de resistirte.-

-Jamás.- susurré un hilo de voz

-¿Por qué? Conozco toda tu vida. Todos tus recuerdos están grabados en mi mente. Lo sé absolutamente todo sobre ti. Y no todo es agradable y feliz.-

El poco aire que tenía me dejaba hablar a duras penas. Pero era mejor no arriesgarse, debía ganar algo de tiempo hasta que Aiden desactivase la cárcel. Dan miraba hacia nosotras dos, escuchando atentamente nuestra conversación, Owen y Fernando también nos observaban, estaban junto a Kilian, que no parecía estar muy bien; estaba tumbado, quieto y con los ojos cerrados, no era propio de él y eso me asustaba.

-Tu vida no es como tus compañeros creen. Tu sabes todo de ellos, pero ellos nada de ti.- dijo señalándoles. Afortunadamente, no se giró hacia ellos. - Ya va siendo hora de que narre la hermosa historia de tu vida.-

La fuerza de la chica apretó aún más mi cuello. Para asegurarse que no hacía nada para pararla.

-Tu eras una pobre huérfana sin nombre. Tus desgraciados padres te abandonaron delante de los laboratorios. Cuando entraste allí, no parecían tan mala gente. La gente era amable al principio. Hiciste tus primeras amistades...- se acercó a mí. -...después te viste obligada a dejarlas marchar. Pasaste varios años en los laboratorios, te realizaban varios experimentos. Duraste más que muchos otros, pero te hartaste... Cuando estuviste preparada, sin previo aviso te escapaste. Dejaste a muchos compañeros atrás. Creías que tu plan era perfecto hasta que te cortaron el paso, para deshacerte de tus captores te viste obligada a destruir medio laboratorio y a huiste a un clan lejano. Casi mueres en el intento, pero conseguiste llegar a tu destino. Ocultaste toda tu vida anterior y seguiste adelante. ¿Por qué si no tiene el pelo blanco como la nieve? Eso es a causa de las múltiples veces que han experimentado con ella, ¿Por que si no?-

Se fijó en mi pañuelo. -¡Pero que ven mis ojos! ¿Como puedes ocultar tus antiguos recuerdos con un simple telujo? eso no puede seguir así, tenemos que hacer algo al respecto.- aprovechando mi incapacidad de defensa, agarró el pañuelo que rodeaba mi brazo y lo arrancó violentamente. Este se partió por la mitad. Intenté agarrar su brazo, pero mi fuerza era insuficiente. Lo alzó en símbolo de victoria. -¡Esta es la verdadera Zoe!-gritó. -O debería decir...- sus ojos me observaban con una mirada venenosa.

-...Sujeto Cero.-

La celda en la que mis compañeros combustionó de forma violenta. Anti-Zoe se echó hacia atrás, la fuerza que me rodeaba desapareció, era mi oportunidad de hacer que lo pagase. Me abalancé sobre ella, la inmovilicé y la solté una descarga que la dejó inconsciente. Había terminado con ella, pero no con otra persona. Iba a buscar a James. Aunque se había adelantado a mis planes.

Alguien sujetaba un cuchillo justo delante de mi cuello.

-Ah no, tu no sales de aquí de ninguna manera.- me susurró al oído la inconfundible voz de psicópata de James al oído. -¿Unas últimas palabras?-

-En fin, fue bueno mientras duró.- suspire. -Pero nunca te saldrás con la tuya. Ahí llega tu billete de ida a la realidad.-

Dan asestó un fuerte golpe al científico loco en un lado de la espalda. Este cayó al suelo retorciéndose de dolor. Pero yo también sentí algo entre mis hombros.

-¿¡Que me has hecho, idiota!?- grite dolorida, empezó a extenderse por todo el cuerpo.

-Ja ja ja.- Tosió a duras penas. -Solo he puesto en marcha un experimento fallido.-

Mi cuerpo entero empezó a temblar. Había insertado algo en mi cuerpo. Estaba empezando a hiperventilar del terror. ¿Todo iba a terminar después de luchar tanto? Me quedé paralizada. Mi cuerpo empezaba a brillar, pero no como cuando Anti-Zoe intentó estrangularme. Esta vez, era como si fuera un motor sobrecalentado y a punto de explotar, seguramente era lo que iba a pasar.

-¡Zoe!- gritaba una voz a la distancia. -¡Zoe, cógelo!

Era Aiden con una cápsula igual que las que el había robado cuando le conocí. Sólo que tenía un líquido translúcido. ¿Un antídoto, tal vez? Lo lanzó y lo cogí con mis manos. Tenía tanto calor que creía que se me iba a derretir en las manos. Palpé sobre mis hombros y hallé el lugar en el que me había insertado aquella sustancia que me haría explotar en cualquier momento. Y en cuanto la inserté...

...todo se volvió de color negro.