Lucid Soldier [COMPLETA]

Capítulo 9 Aiden

Llevo unas horas deambulando por el clan, esta anocheciendo y las luces se empiezan a encender. Las tiendas recogen sus variados objetos. Me han dicho que todos debemos estar en nuestra cama a las ocho. Decidí dar una última vuelta. Empezaba a descender la temperatura, y cada vez se me hacia mas pesado caminar. De repente, sin darme cuenta, me encontraba en el límite de la ciudad. La zona en la que se encontraban los expulsados. No debía estar ahí, así que me decidí a dar la vuelta. Sin previo aviso, una voz salió de la penumbra:

-Eh, chaval.- susurró la voz. -Acércate. Rápido.

No sabía que hacer. Me giré hacia la persona que me hablaba. Su silueta era amenazante. Al acercarme un poco más se pudo distinguir con más claridad. Era un chico alto, musculoso y con el pelo rapado claro. Su rostro serio me miraba fijamente. Me podía sacar una cabeza.

-No te he visto nunca por aquí. ¿Acaso te han traído para sustituirme o algo?- dijo seguido con una risa desagradable

-No se...- dije tímidamente.

-Bah, da igual. Quiero que me hagas un favor.

-¿Y si me niego? Eres un expulsado. No debería estar hablando contigo.-

-Eres valiente chico... Pero si no haces lo que te digo, sufrirás grandes problemas.- expresó un gesto de furia y malicia. Me dio un escalofrío.

-¿Que debo hacer?- Murmuré asustado

-Busca al jefe del clan. Y traele aquí para que pueda hacer que pague haberme metido en este antro.-

Tragué saliva y asentí.

-Buen chico... Ahora, fuera de aquí. Puedes resultar sospechoso si te quedas aquí. Que no se te olvide lo que te he dicho.

Salí corriendo. Lo más rápido que pude. Tenía que alejarme de esa zona. Llegué a la plaza como un rayo. Me paré a recuperar el aliento. Había dejado atrás al chico en un pispas. Ahora que lo pienso, no sé ni su nombre. Subí a la habitación que Zoe me había dejado. Era acogedora. Me quité la chaqueta y me tumbé en la cama. Tenía un merecido descanso. Me dedique a pensar en el día. Las tiendas del clan, el túnel de viento la zona de los expulsados y el tio ese... Dijo que debía traer al jefe del clan hacia allí, pero no se quien es todavía. Esperó que me lo presenten pronto. No quiero meterme en problemas. Ese chaval parece capaz de cualquier cosa. Miré hacia la ventana, las luces empezaban a apagarse. Debían ser las ocho.

Me giré hacia el otro lado intentando conciliar el sueño, mis ojos empezaron a cerrarse y caí profundamente dormido en el colchón.