Lucid Soldier [COMPLETA]

Capítulo 12 Aiden

Desde que acepté vivir en el clan, todo ha ido a mejor. Y el grupo al que Zoe me introdujo también es genial. Puede que haya entrenamientos físicos agotadores, pero también hay entrenamiento mental. Crear y arreglar aparatos, planos de lugares... Es lo que mejor se me da. Todos alucinaron cuando les enseñé como funcionaba mi chaqueta, todo lo que introduje en esta. Como las alas que me ayudaron a planear hasta el laboratorio o el sistema de protección que me instalé. Me sentía bien cuando me felicitaban por el trabajo que hacía. Esto antes era imposible de conseguir, cuando era una rata, claro. De vez en cuando les ayudaba cuando no entendían un mecanismo o cosas así. Aquí conocí a más gente a parte de Leyna, Eddy y Fer:

Estaba Dan, un chico corpulento y de gran estatura, aunque al principio es recio y serio. Cuando le conoces ves que tiene un gran corazón. Tiene el pelo castaño claro, los ojos color miel y un tatuaje en la muñeca. Era la mano derecha de Zoe en cuanto a dirigir al grupo. Era optimista en cuanto a mis entrenamientos. Siempre estaba animando a todos. Tenía una pequeña cicatriz debajo del ojo izquierdo.

También estaba Kilian, tiene el pelo negro rizado y la tez morena. Esta todo el rato haciendo chistes y se lleva genial con Fernando. Su sentido de humor a veces puede pasarse de la raya. Era algo hiperactivo, y si le dabas una pistola era una máquina de matar. Si hay alguna chica guapa delante, no te cruces en su camino. Aunque quede estrepitosamente mal delante de ellas, siempre esta intentando que alguna salga con él.

Y Owen, un chico rubio de ojos claros, pálido y con la cara llena de pecas. Era un poco mas bajo que Dan, pero aun así me sacaba una cabeza. Parte de esta la tenía rapada, y todas las chicas del clan estaban detrás de él, aunque no estaba interesado. De vez en cuando llegaban cartas de admiradoras secretas. Intentaba ocultar que se le daba bien programar ordenadores, pero era capaz de hakear un ordenador en unos minutos escasos. Kilian le envidiaba, pero aún así eran amigos.

Estaba de programando uno de mis inventos cuando aparecieron Zoe y Dan, todos paramos de entrenar y nos pusimos en semicírculo. Zoe tenia los brazos cruzados. Vestia como siempre; camiseta blanca, pantalones cortos, botas altas y su pañuelo escarlata. Dan llevaba una chaqueta de cuero marrón oscura.

-Tenemos noticias- anunció Dan

-¿Buenas o malas?- interrumpió Kilian

-Neutras tirando a malas- dijo Zoe

-Gracias por la información- indicó con una sonrisa y el pulgar arriba.

-Hemos detectado a varios kilómetros de la ciudad unos camiones blindados de Genodex. Suponemos que vienen a aumentar su colección de experimentos.- concretó Zoe

-Vamos a intentar ahuyentarlos de la zona. Intentemos que todo salga bien ¿Vale?- indicó Dan

-¡Sí!- dijimos a coro

-Cojamos las armas pues- señaló Zoe

Nos pusimos en fila. Repartieron distintas pistolas a cada uno. Kilian estaba delante de mí. Cuando llegó su turno, Dan le acercó el arma. Los ojos de Kilian brillaban de la emoción. Pero rectificó.

-A ti te la doy mejor cuando lleguemos-

Su cara cambio de alegría a decepción. Y se fue cabizbajo junto a los demás. Me tendió el arma. La sujeté con mis manos y la puse sobre mi espalda. Y me junté al grupo en el que estaban Owen y Fernando junto con varios miembros más. Ellos estaban repartiendo las armaduras. Estas cubrían el torso, estaban también las espinilleras y las coderas. Hechas por un material antibalas. Cuando todos estuvimos equipados, Zoe se acercó a todos.

-Ya que estamos todos, vamos a partir hacia las afueras de la ciudad, repasaremos el plan en la ida. Aunque todos deberíais saber que debéis hacer. Adelante.-

Fuimos en grupo fuera de la base de entrenamiento. Owen estaba a mi lado.

-Me han dicho que es la primera vez que sales de la localidad. ¿No es así?- dijo Owen

-Ah, si- respondí

-Pues no hay mucho que ver. Sólo hay un extenso desierto y unas cuantas rocas desperdigadas.-

Asentí. Tampoco debía esperar mucho de lo que hubiera fuera de Infinity. Obviamente no iba a haber árboles y extensos ríos estando el clima como está.

Paso el tiempo. Y llegamos a nuestro destino. Las afueras. No estábamos muy lejos de los laboratorios en los que Zoe y yo nos conocimos. Habíamos repasado el plan repetidas veces. Tenía claro que hacer. Nos situamos en nuestros puestos. Detrás de varias rocas. Yo estaba tumbado encima de una de ellas. Que tenía una forma que me proporcionaba camuflaje completo. Aguardamos un rato. Esperando movimiento a lo lejos. Al fin, una polvareda se divisaba a lo lejos. Eran varios camiones que iban a bastante velocidad. Zoe hizo una señal para que todos nos ocultásemos.

La misión iba a comenzar.