Capítulo 13

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Nos pusimos en posición de ataque. La pistola apuntaba al objetivo. Estaba tumbada encima de una roca, con el dedo sobre el gatillo del arma, lista para fulminar al enemigo. Pronto daría la orden de disparar. Pero tenían que acercarse un poco más... Sólo...

-¡Apunten!-

Todo era silencio, excepto el ruido del motor que se acercaba. No podía dejar que avanzasen hasta aquí. Estaban a punto...

-¡Fuego!-

Cientos de disparos impactaban contra el objetivo. Acto seguido, varios hombres con armaduras blancas salieron del vehículo. Ellos también tenían pistolas. No tardaron en disparar ellos también. Pero estábamos protegidos por las piedras. Miré a Aiden, que estaba disparando tras una roca que lo mantenía a salvo. Al fijarme en ella, observé la enorme grieta que se estaba formando en esta. No tuve tiempo de reaccionar. La roca se resquebrajó al recibir un balazo de los soldados. Ahora era un objetivo fácil para ellos. Dieron señal de alto al fuego. Y fueron a por él. A capturarle. No podía dejar que me vieran. Pero no iba a dejar que ninguno de mis camaradas cayera en combate. Se suponía que debía ser una misión fácil, pero el suceso imprevisto ha cambiado las tornas a esto. ¿Debería actuar?

Me sacudía, intentaba deshacerme de los hombres que sujetaban mis brazos. ¿Como se pudo romper la piedra? De nuevo, estaba a punto de morir a manos de Genodex. Un hombre bajó del vehículo; era alto, con el pelo oscuro, llevaba puesta una bata negra... Era el hombre que estaba frente a la gran cápsula cuando me infiltre en los laboratorios aquella vez. No cabía duda.

Seguía forcejeando, no iba a rendirme. Escaparía de sus garras. El hombre se acercó a mi, me miró a la cara y yo pude ver sus rasgos. Era un hombre adulto, con el pelo negro y corto. Facciones serias y ojos oscuros. Bueno... Ojo. Ya que uno le atravesaba una cicatriz, y estaba tapado por un parche.

-Vaya, vaya...- dijo con su grave voz. -Tu eres el sujeto sospechoso que se infiltró la otra semana.-

Continuaba luchando por soltarme.

-Parece que al fin podremos dar su merecido al ladrón.- dijo con una carcajada maliciosa.

No podía quedarme mirando, Aiden estaba en peligro. Le matarían, o mucho peor, podrían convertirlo en uno de sus experimentos. Pedí un alto al fuego. Tenía la intención de bajar de la gran roca y acudir en su ayuda.

-¡Zoe! ¿¡Que haces!?- susurró Dan, aunque más bien estaba gritando bajo. -¡No deberías desocupar tu posición!-

-No voy a dejar que le capturen.-

-Pero te pueden matar a ti también si lo haces.-

-Me arriesgaré. No dejaré que muera nadie de mi escuadrón. Aunque me cueste la vida.-

-Nunca he entendido tus motivos. Son ilógicos.-

-Son mi forma de ser.-

De un salto bajé. Y fui con un paso decidido hacia Aiden.

¿Que esta haciendo? Si viene hacia aquí también la matarán. Debe de tener un elaborado plan. Pero viendo los soldados apuntándola. Me parece que esta loca. Ya es el fin para ambos.

-Alto.- dijo el hombre

Sus subordinados pararon de disparar. Zoe enfiló hacia ellos. Cuando ella estuvo situada a varios metros del hombre, le dirigió la palabra.

-Suéltale-

-¡Más viejos amigos! Cuanto tiempo, Zoe.-

Se mantenía sería. ¿De verdad se conocían? Zoe oculta muchas cosas. Y no creo que sea lo único.

-He dicho que le sueltes-

-Estaba claro que no podía haber escapado sólo. No entiendo por que le has ayudado.- hizo una pausa. -En cuanto a esta rata inmunda... Te lo puedes quedar.

Me soltaron bruscamente contra el suelo. Al fin estaba libre. Fui corriendo hacia ella.

-Yo me encargaré de esto. Vuelve con los demás-

Asintió y se apresuró, volvió con el resto. Esto no ha acabado.

-Al fin te hemos encontrado. Sabes que sigue en pie la oferta de que vuelvas y que olvidemos todo lo que ha pasado.- extendió la mano hacia mi. -Volver a los laboratorios y...

-Ni hablar. No volveré con vosotros.-

-Bueno. No esperaba que aceptases. Por eso teníamos un plan b.- entrecerró los ojos. Con una expresión malvada dijo:

-Atrapadla.-

Los guardias me apuntaron con sus pistolas, pero no les tenía miedo. Cerré los ojos. El viento empezaba a levantarse. La arena se removía. Parecían asustados. Levanté los brazos y la brisa se transformó en un tornado de arena. El enemigo se tapaba los ojos y empezaban a retroceder. Sentía los pequeños granos golpeando contra mis mejillas. Aguantaría un poco más.

¿Que estaba pasando? Una gran tormenta de arena estaba sobre Genodex y Zoe. No entendíamos que estaba pasando. Todo el equipo estaba atento a lo que estaba ocurriendo. Espero que esté bien.

-¡Maldita niña!- Gritó. El sonido estaba amortiguado por el ciclón. -¡Retirada! ¡Rápido!

Había conseguido espantarlos de este lugar. Mi plan había funcionado. Los motores arrancaron y los vehículos se fueron. Al fin nos dejaron en paz, por el momento. Saben mi posición, saben que puedo hacerlo. Y saben como hacerme daño, mi punto débil.
La tormenta amainó. Me giré hacia el equipo. Debía plantearles una escusa para que no sospechasen nada.

Y decirles... Que no estamos a salvo.

Lucid Soldier [COMPLETA]Where stories live. Discover now