Tessa Potter y los Herederos Tenebrosos.

5.- Gracias.

Luego de unas horas, Madame Pomfrey les indicó que el horario de visitas se había acabado. James se quejó y refunfuñó, pero al final desistió. No había nada que pudiera hacer. Ya era muy tarde. Así que Tessa se despidió de su hermano prometiéndole que al día siguiente en la mañana volvería para cuando él pudiera irse y abandonó la enfermería.

Comenzó a caminar vagamente por los pasillos hasta que llegó a la Torre Gryffindor. Dijo la contraseña ante la Dama Gorda: "Pelo de unicornio", y cuando el retrato le permitió la entrada, ingresó. Sonrió al encontrarse a Lorcan Scamander sentado frente a la chimenea en uno de los cómodos sillones, y tomó asiento a su lado.

-Hey, Lorcan. -lo saludó, sonriendo-. Por qué tan solo?

Él se encogió de hombros. -Todos se fueron a dormir y yo quise quedarme aquí.

-Anormal. -se burló, y él le sacó la lengua.

-Bueno, ¿cómo está mi metamorfomaga favorita? -preguntó él mientras rodeaba sus hombros con uno de sus brazos.

Tessa alzó una de sus cejas. -Lor, soy la única metamorfomaga que conoces.

-Pero eres mi favorita.

Ella puso los ojos en blanco, pero se rió. Lorcan siempre la hacía reír.

-¿Cómo está James? Lo dejé cuando Madame Pomfrey le iba a dar de beber una poción. Esas cosas me dan náuseas.

-Yo llegué justamente después de eso. Vengo de allí. -murmuró ella mientras se apoyaba en el hombro de su amigo.

-¿Estás bien, Tessie? Te noto un poco decaída.

-Sí, Lor. Estoy bien. -le contestó ella, evasiva. Para cambiar de tema, continuó hablando-. Oye, quiero hacerles una broma a unos chicos de Slytherin que hablaron mal de mí esta mañana y...

-¿Unos chicos de Slytherin hablaron mal de ti? -la interrumpió él, anonadado-. ¿Y siguen vivos?

-No soy una asesina, idiota. -se quejó ella, riendo-. No les hice nada porque quería planear una venganza adecuada. Y no puedo hacerlo sola. ¿Puedes ir a la Sala de Menesteres el sábado, dónde siempre nos reunimos? Irán también James, Louis, Claire y América.

-Claro. Será divertido. -dijo él con una divertida sonrisa-. Y más si la broma es producto de ti y James juntos. ¿Qué planeas hacer?

-Te enterarás el sábado. -le respondió misteriosamente al mismo tiempo que se levantaba-. Adiós, Lorcan. -murmuró dándole un beso en la mejilla y subió al trote las escaleras hacia el dormitorio de las chicas.

-Buenas noches, Tessie. -escuchó la voz de su mejor amigo detrás de ella, y sonrió.

Al entrar en el dormitorio de las chicas, vio que América y Claire ya se encontraban allí, cada una sentada en su cama.

-Hola, perras. -saludó ella mientras se recostaba en su propia cama.

-Hola, Tessa. ¿Cómo está tu hermano? -le preguntó América, abrazando su almohada.

Tessa alzó una de sus cejas de manera divertida. -¿Te preocupas por James, Mare? -se burló.

Las mejillas de su amiga se sonrojaron. -Claro que no. Sólo pregunto por educación.

-Lo que tú digas, Mare. Y él está bien. Mañana ya podrá salir. -dijo, y su amiga asintió. Esta vez, Tessa se dirigió a Claire-. ¿Hay algo que quieras decirnos?

Ella se veía confundida. -¿Qué cosa?

-Oh, no sé. Tal vez tu nueva amistad con cierto pelinegro.