¡Hola a todos! Lamento la demora, estuve muy ocupada con el colegio. Mil perdones. Gracias por esperar y leer. Espero que les guste este capítulo. Por favor, comenten. Besos, M.
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La segunda noche en O2 arena había sido tan increíble como la primera.
Observé a los chicos, desde mi lugar habitual, hacer su trabajo sobre el escenario y no dejaba de asombrarme lo talentosos y carismáticos que eran. Siempre que podían, cuando no estaban concentrados en cantar y no perderse en la melodía, saludaban a sus fans, posaban para las cientos de cámaras que enfocaban hacia ellos, y se tomaban un tiempo para hacer bromas e interactuar con el público. Cada show que brindaban era especial, nunca repetían nada, excepto la lista de canciones programadas. Eran divertidos, alegres, y daban todo de sí mismos durante las casi dos horas de espectáculo, haciendo delirar a todas sus admiradoras.
Comenzaba a agradarme el hecho de viajar con ellos, y mi pensamiento acerca de esa vida que llevaban había cambiado una vez que pude conocerlos personalmente. Ya no creía todo lo que las revistas o los medios de comunicación decían, no los conocían, ni siquiera se asemejaban a lo que eran en verdad. Eran cinco adolescentes que estaban cumpliendo el sueño de ser cantantes, y sabían cómo divertirse sanamente, la mayoría de las veces. Incluso, una vez que pasas tanto tiempo en compañía de los muchachos, notas que son simplemente personas, como cualquier otro sujeto de su edad. Les gustan las mismas cosas que a cualquier joven, y hasta pueden llegar a ser extrañamente torpes, pero en una buena forma.
El concierto había finalizado, y luego de ducharse, estábamos todos dentro del bus de gira, para iniciar así el camino a distintos lugares del mundo. El vehículo comenzó a marchar sobre ruedas por la carretera, los chicos comenzaron a festejar dentro. Estaban eufóricos y no dejaban de sonreír, cantar, brindar y beber de sus pequeñas botellas de bebidas alcohólicas.
Usualmente Kimberly no permitía que los muchachos consuman alcohol en el bus de gira, pero esta era una excepción, ya que todos estaban celebrando el inicio de una nueva gira. Y de todos modos, la mujer de cabellera rubia no estaba presente.
La música sonaba por doquier, Zayn jugaba con un programa en su laptop que mezclaba canciones. Niall tocaba la guitarra y el resto de los chicos inventaban canciones o cantaban algunas ya conocidas, y hacían sus propias versiones cuando ya estaban un poco ebrios y hasta se animaban a bailar haciendo pasos ridículos provocando la risa de todos.
Yo solo me dedicaba a observarlos divirtiéndose, ya que Kimberly me había confiado la seguridad de los cinco jóvenes mientras ella descansaba en otro bus, junto a Paul, los músicos de la banda soporte y algunos técnicos de sonido que nos acompañarían durante todo el recorrido.
Era divertido verlos a ellos solos bailar como si estuvieran en un club repleto de gente. Esos chicos disfrutaban y celebraban cada momento de sus vidas, como si fuera el último. Jamás parecían estar agotados.
La pequeña celebración no duró demasiado ya que debían cuidar sus voces para el resto de la gira, que recién iniciaba. Tal como Kimberly les indicó por teléfono, la celebración había llegado a su fin. Pronto la música no sonaba tan alta, los chicos se habían dispersado y estaban más relajados y menos eufóricos. Debían alistarse para descansar.
Los chicos comenzaron a guardar los instrumentos en sus estuches, Zayn había dejado de tocar música en su laptop, y el silencio se había apoderado del lugar. Uno por uno, fueron despidiéndose para descansar en sus pequeñas camas, y solo quedé en compañía de Harry quien, al parecer estaba tan desvelado como yo y Louis que continuaba interactuando con su teléfono móvil.
