Me levanto con todas las ganas del mundo porque ya ha pasado una semana y ya compre un boleto para ir a Nueva York, rentare un departamento y aunque no me guste mucho la idea, me inscribiré al instituto.
Por fin tome esa gran decisión y no pienso echarme para a tras; por la casa no me preocupo, solo me trae malos recuerdos y la puse en venta, sé que no suena realista porque solo tengo 17 años pero todo lo que estoy haciendo ha sido aprobad por mi tía quien no se rinde para que yo me valla a vivir con ella pero yo me he negado porque quiero estar sola.
Mañana mismo tomare un avión hacia mi nueva vida.
***
Ya es martes, hoy me voy.
Antes tengo que despedirme de mis padres, iré al panteón para luego subir a ese avión directo a Nueva York. Me levanto de la cama y me voy a tomar un baño.
Unos 15 minutos después salgo envuelta en una toalla y de mi guardarropa saco unos jeans negros con una blusa blanca y una sudadera negra igual, es lo único que tengo porque todas mis cosas se las llevo la mudanza.
Bajo las escaleras para llegar a la puerta principal; tomo mis llaves y subo al auto con destino al cementerio.
Al llegar, el aire que aquí se respira es pesado e incómodo. Camino hasta la parte en donde están las tumbas de mis papas y no puedo evitar derramar una lágrima.
Ahí están, dos lapidas blancas con los nombres de Alisson Leblanc y Marco Leblanc; mis padres descansan ahora.
-Bien ya ha pasado un mes desde que ustedes se fueron- se me rompe la voz pero aun así sigo hablando – hoy empezare una nueva vida y me hubiese encantado que ustedes estuvieran ahí, conmigo. Solo espero que las cosas cambien y que ya no sienta la soledad que me han dejado – no puedo más- me voy, nunca los olvidare y algún día nos volveremos a ver. Los amo.
Deposito una rosa roja entre las dos lapidas y dejo salir la última lagrima antes de levantarme del suelo.
El vacío que siento en mi pecho es demasiado grande como para quedarme otro minuto más en ese lugar. Camino a paso rápido, el aire me da en la cara haciendo que mi cabello suelto vuele en todas direcciones.
Nunca creí que esto pasaría, siempre pensé que cada día de mi vida estaría con mis papas, que estaríamos desayunando juntos aun cuando estuviéramos enojados, que mi mamá peinaría mi cabello con sus dedos y que mi papá asustaría a cada pretendiente que tuviera solo porque él no aprobaba a ningún chico, pero me equivoque, ellos se fueron y ahora yo estoy aquí sola intentando que este dolor no me carcoma por dentro. No sé ni lo que pasara conmigo, no sé si estaré bien un día o al otro día estaré sumida en la tristeza, solo se una cosa, estoy dispuesta a sobrevivir aun cuando mi mundo no esté completo, lo hare por mis padres y sobre todo por mí.
***
Llegue al aeropuerto, por fin.
Una hora después anuncian que el vuelo a donde yo voy está a unos momentos de irse así que yo corro. Entro al avión y me siento en mi lugar indicado. No se tardará mucho en despegar así que yo saco un libro para leer en lo que llego a mi destino.
Iba en la página 199 cuando al fondo se escucha una voz femenina diciendo que en unos momentos bajaríamos del avión.
Voy para la salida del aeropuerto, tomo un taxi y le doy la dirección del hotel al que me dirijo. Este lugar no está nada mal, me da un sentimiento de nostalgia pero decido ignorarlo. Al llegar pago el taxi y camino a la entrada del hotel.
-¿En que la puedo ayudar señorita?- me dice un hombre alto, de traje negro y piel morena.
-Ah pues necesito una habitación para mi, por favor- le digo, no parece muy convencido de mis palabras y yo caigo en la cuenta de que no he dicho mi nombre para que me den mi habitación- disculpe, que torpe soy, me llamo Scarlett Leblanc y mi tía Susa...
-Se quién eres, tu tia Susan me ha hablado mucho de ti, perdona, me llamo Morgan Anderson y soy un gran amigo de Susan.
- Que alegría, mucho gusto señor Anderson- le extiendo mi mano y él la toma gustoso.
-Basta de formalidades puedes decirme Morgan; tu habitación esta lista y es en el décimo piso puerta numero cincuenta y tres, aquí están tus llaves.
Me da unas llaves que son de mi nuevo apartamento, le sonrió y el me da una mirada que me inspira confianza.
-Muchas gracias se... Morgan.
-De nada, estaré por aquí si me necesitas y disfruta de tu apartamento.
Luego de eso se da media vuelta y se va.
Entro al elevador y marco el décimo piso; llego y ahora busco la puerta numero cincuenta y tres. Cinco minutos después la encuentro y con las llaves abro la puerta, me quedo con la boca abierta cuando entro al apartamento.
Es enorme este lugar, ¿acaso me dieron la suite?; es un lugar muy espacioso, hay una sala con una televisión pantalla plana, as paredes son color blanco pero los sillones de dan más color y un estilo juvenil; la cocina es grande y con una barra acompañada de unos lindos bancos acolchonados color rojo; a la izquierda esta una puerta de madera, me apresuro a abrirla y esto me dejo aún más impresionada. Mi habitación, es absolutamente hermosa.
El color de esta es combinado ya que una pared está pintada de color blanco y la otra pared es color gris, lo mismo pasa con las otras dos paredes claro. Al fondo está mi cama con unas colchas que la hacen ver muy cómoda; a lado está un mueble de madera con una lámpara encima; en el suelo esta una alfombra color azul celeste, también hay una mesa con mi laptop ahí y una silla giratoria; en la pared hay una repisa con todos mis libros acomodados por tamaño y a un lado de todos ellos esta otra repisa con fotos, en una está mi mamá abrazándome, esta es de hace unos años; hay unas mas pero yo quiero incluir otra.
De mi maleta saco un portarretratos con una foto en donde está mi mamá, mi papá y yo, todos sonriendo y felices. Recuerdo que esa foto no la tomamos cuando fuimos a un parque de diversiones, mi mamá tenía miedo de que yo me callera de algún juego mientras que mi papá me incitaba a subirme a todos los juegos.
Dejo de mirar la foto y la pongo en la repisa.
Aquí empieza mi nueva vida, en un lugar lejos de mi antigua casa, en donde podre llevar mejor las cosas y donde espero que la felicidad llegue pronto. Miro de reojo la foto.
Si tan solo estuvieran aquí. Los extrañare mucho.- pensé
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Hola, pues a quienes esten leyendo mi historia le agradezco y espero ue les este gustando.
Dejen un comentario y su voto por favor XD
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¿Historia de amor?
Teen Fiction¿Quien dice que el amor no puede empezar desde una obsesion? Esta es la historia de Scarlett Leblanc quien se mudo de Chicago cuando sus padres murieron en un accidente, ella quiere olvidar lo que paso y para eso fue a Nueva York en donde formara u...