Supongo que vosotros sabréis lo que es la felicidad y la tristeza al mismo tiempo ¿no? Bueno, después de aquel beso Ant me llevó a casa de su madre. Ella se olvidó de mi por que mi padre la dijo que morí. En este instante odio a mi padre, es un mentiroso.
Abrí la ventana y asomé la cabeza un poco. Me encantaba ese aire que se sentía al correr con el coche, era pura adrenalina. Y aun que mis enemigas vieran a una chica fina y delicada, vuelvo a repetir que las apariencias engañan. Y es que odiaba ciertas cosas que en el Instituto tenía que fingir que me gustaban.
El coche se paró y me bajé lentamente con los nervios a flor de piel. Me acerqué a Ant y le di una mirada tranquilizadora. No se como lo conseguí pero se tranquilizó. Tocó el timbre 2 veces y esperamos. Por la puerta apareció una Ángela un poco mas mayor pero con la misma sonrisa juvenil de siempre. Eso me contó Ant. Esa sonrisa se eliminó unos instantes después de verme a mi. Seria, me inspeccionó y parece que no la gustó lo que veía.
¡Nos cerró la puerta en las narices! Menos mal que Ant puso un pie en medio. Ella forjaba pero no conseguía gran cosa. Comparando la fuerza de Ant y la fuerza de Ángela... Daba mucho que pensar.
Tras varios minutos teniendo una guerra de miradas, posé mis manos en ese mullido sofá y carraspeé antes de hablar.
-Ángela, se que no te hace mucha ilusión...
-Sí, escucha, no te la repetiré dos veces. -miró desafiante a Ant y siguió relatando la historia que acaba de empezar.
*Flasback*(Narrado por Ángela)
Hoy enterraban a Sarah, una gran amiga y gran persona. Mi hermana y alma gemela. Una pequeña parte de mi vida se había roto. Odiaba a esa preciosa niña de ojos azules como el cielo y cabellos dorados como el oro. Se que a Sarah no la gustaría que pensara así pero solo lo haría por ella.
Un pequeño tirón por parte de Ant me hizo limpiarme rápidamente las lágrimas y bajara a su altura.
-¿Qué te pasa pequeño?
-Esa niña es preciosa, -dijo mirando a Sharon-me enamora.
-Eres cuatro años más pequeños que ella.
-¿No dijiste que para el amor no existía edades?-que listo es mi pequeño.
Le miré a la cara y esos ojos verdes pudieron conmigo. Quité mi mirada y la volví a posar en esos ojos. ¡Ais!
-Vale... la cuidarás pero solo días especiales u horas especiales. ¿Cual prefieres?
-Mama, te quiero, obviamente prefiero días, pero eso significará el día entero. ¡Hasta dormir con ella!
Le guiñé el ojo y le señalé los viernes, sábados y domingos. También le añadí los miércoles.
Me levanté y miré el agujero tapado y volví a la realidad. Me acerqué lentamente y al mirar al cielo susurré dichas palabras que a Sharon no le gustaría oír. Posé suavemente esa rosa blanca que significaba pureza. Se me cayó una lágrima y demostré y me prometí que la amaría siempre.
*Fin del Flasback*
Mi mejilla estaba húmeda y los ojos me picaban. Mi cuerpo temblaba al igual que gelatina. Una mano se posó en mi rodilla sentí calor ahí donde Ant me tocó. Estaba muy nerviosa y no sabía muy bien que hacer.
Me levanté y me acerqué a la puerta, al girarme, Ángela estaba de pies mirándome y Ant también.
-Necesito un momento a solas,-dije con las lágrimas a punto de recorrer mis mejillas.-gracias.-dije, y salí corriendo sin rumbo alguno.
POV Ant
*(Primer POV de Ant)*
Salió corriendo de la casa de mi madre como que se la fuera la vida y me sorprendí bastante. Eran recuerdos hurgados en la mente de mi madre. Difíciles de encontrar pero fáciles de dañar.
Corrí detrás de ella y la divisé en un callejón llorando a mares. Me acerqué a ella y la di un abrazo. Al principio se asustó pero luego se calmó. Tenía hipo y eso me hacía gracia.
-¿Pero que hace una princesa como tú llorando en un callejón?
Ella se rió pero seguía llorando.
La levanté la cabeza y cuando posé mi mirada en esos ojos rojos y manchados de rimel la dije estas palabras a la cara.
-Deja de llorar y sube esa cabeza que sino se te cae la corona.-me sonrió pero las lágrimas no cesaban. Tenía que usar mi última táctica en casos especiales.-Hey, mírame.
Al mirarme esos ojos azules, me hechicé y me deje llevar por la sensación que sentía en ese momento.
Sí, la miré a sus labios y la besé. Al final lo nuestro acabaría en algo más que amigos y lo sabía. Me estaba volviendo a enamorar de ella, al igual que hice con cuatro años. Sonreí y ella siguió besándome.
Hola de nuevo, Uriel volvió a aparecer. Sí, esta viva, sana y salva. Estoy viendo que la novela no avanza y parece que no os gusta a si que estoy pensando dejarla .Aquí os dejo el capítulo 16, votad y comentar . Xao, besitos.
Uriel
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Adolescencia Anormal
Teen FictionEstaba llorando en mi cama, ya tenía los ojos rojos de las lagrimas que me caían. Ahogué un grito y escondí mi cara en la almohada. -¡Por qué a mí!- grité.