(POV Ant)
-¡Sharon, despierta!-una maldita semana y ella no se levantaba. Mis mejillas estaban empapadas de lágrimas. Me dolía todo. Después de todo no se podía ir ahora, no ahora. Su padre estaba al otro lado de la camilla. Tenía su mano derecha agarrada y la cabeza la había bajado. Parecía arrepentido. Entonces, tras unos segundos meditando, después de una semana no se me ocurrió otra cosa que besarla. Si, la besé, un beso lleno de amor. Mis lágrimas caían y mis ojos estaban cerrados fuertemente con miedo a ver lo que pasaría. De repente sentí como me seguía el beso. Abrí los ojos sin despegar sus labios de los míos y la vi, su piel volvió a ser rosa y sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas.-Te quiero, no vuelvas a dejarme solo.
-Nunca-y la abracé muy fuerte pensando que así no se iría nunca más. Su padre me miraba sorprendido y sin darme cuenta se levantó rápidamente y salió corriendo rapidísimo.-¿Que me a pasado?
-Una maldita semana en el hospital. Te desmayaste. Te quiero, te quiero. ¡Te amo!-Grité y la volví a besar. Ella con una sonrisa en la cara me siguió el beso y me abrazó. Ahora mismo era el hombre más feliz del mundo.
Unas manos me agarraron por el dorso y me exigieron que me quedara fuera. Un poco sorprendido hice caso a esas órdenes. Al parecer estaban chequeando a Sharon. Espero que no la pase nada, que solo fuese un coma temporal. Estoy locamente enamorado de ella. ¡Un momento! ¿Que acabo de decir? No, no, solo me gusta... un poco, bastante. Me levanté y caminé hasta tener el ascensor enfrente, me introduje y pulsé el botón BAJO para dirigirme a la cafetería a por algo de comer. El padre de Sharon había desaparecido, no le volví a ver desde que echó a correr. Me puse a la cola para pedir un donut y esperé. Miré a mi alrededor y una chica con el pelo Rosa me llamó la atención. Creo que era Blue, no lo se.
-¿Que desea señor?-Miré a la cajera y señalé un donut dálmata.- 1,50$ por favor.-Saqué mi cartera y la entregué lo debido. Cojí el donut y subí al piso 5º ver si Sharon estaba bien.
(POV Sharon)
¿Perdona? Vale, ya llegamos al límite. La joven chica de cabellos rojos como la sangre y ojos verde esmeralda me miraba con pena. No puede ser... Era demasiado joven no podía morir ahora. Yo nunca me vi con cáncer.
-Gracias, ¿me puedes dejar sola?
Ella asintió y se fue. Me senté en mi cama y empecé a llorar, era muy joven. No me podría casar ni tener hijos. No quería acabar como mi madre...
La puerta se abrió y vi a Ant con un donut en la mano y mirándome sorprendido.
-¿Que tal estas? ¿Al final que es?
-Solo tengo... Cáncer.-Me miró asombrado, se le cayó una lágrima, se acercó a mi y me abrazó. Me besó la mejilla y me sonrió
-Pasaremos por esto juntos.
-Lo haremos juntos.
Unos golpes provenientes de la puerta me sorprendieron y un 'click' abrió la puerta.
-Papá... Has venido, estas aquí.
-Si mi vida, ¿Estas bien?
-Bueno, tengo cáncer, nada más.
-¿Que? ¿Cáncer? - Sus ojos se abrieron más de lo normal y me sorprendí al ver que se le volvían rojos.
-Papa...¿Que le pasan a tus ojos? Están rojos.
Apartó la mirada y se fue, simplemente se fue. Que caprichoso el destino...
Hey! Volví de nuevo, ya se que me vais a matar y ahorcar pero los exámenes invadieron mi agenda y tuve muchos problemas personales, SORRY! Bueno, aquí tenéis un nuevo capítulo, intentaré subir más a menudo pero no os lo aseguro. Hasta pronto!
{Uriel}
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Adolescencia Anormal
Teen FictionEstaba llorando en mi cama, ya tenía los ojos rojos de las lagrimas que me caían. Ahogué un grito y escondí mi cara en la almohada. -¡Por qué a mí!- grité.